Si el amor duele, ¿por qué decidí amarte?

Capítulo 13.

Se detuvo cuando su mano tocó el pomo de la puerta porque las risas no demoraron en llegar; estaba cansado de tener que fingir que todo estaba bien cuando no era así.

Suspiró al escuchar las suaves palabras cariñosas que se podían oír fuera de su habitación. Sabía que dentro de algunos días tendría que dejar de observar escenas como esas, las cuales sólo lograban molestarle porque traían miles de recuerdos y emociones, ya que estaría mudándose a su propio apartamento y dejaría de invadir la privacidad de su mejor amigo, de quién sentía que había hecho mucho por él, porque no sólo era recibirlo en su apartamento, sino que también soportó sus cambios de humor porque ni él podía entender cómo se sentía.

Giró el pomo de la puerta y la abrió, arrepintiéndose en el momento en que llegó a la sala de estar porque la escena que se desarrollaba ahí era la que menos le hubiese gustado ver; sus amigos estaban besándose y él tuvo las intenciones de volver a su habitación, pero no lo hizo porque sabía que tendría que continuar escuchando a la pareja si se quedaba en el apartamento.

Ni siquiera les dijo que se iría porque ellos parecían estar en su propio mundo, sino que sólo salió del apartamento sin un lugar al cual ir, porque todo lo que quería era permanecer en su habitación sin ser molestado en ningún sentido, pero eso ya no era posible si le incomodaba la pareja de la sala de estar.

Se detuvo un momento fuera del apartamento y después caminó en dirección a las escaleras de emergencia, suspirando cuando se sentó en el primer escalón.

Sería más fácil si no te amara, si los dos nos hubiésemos casado sin amor. Pero yo quiero creer que de verdad me amas, pero no puedo, no es tan fácil. ¿Por qué no sólo lo intentas con Jong Hyun como siempre debió ser? No quiero pensar que estás como él dice y que yo sea la razón.

Recostó su cabeza sobre su escritorio. Estaba cansado y aburrido, ese día no había tenido mucho trabajo y era más fácil que sus pensamientos estuvieran divagando, tanto que ni siquiera le prestó atención a los golpes sobre la puerta, sino hasta que ésta se abrió y la persona entró.

Levantó la cabeza, observando como quien entró se encontraba con el mismo desinterés que siempre mostraba sobre su persona.

—No me estoy encargando yo de los temas de la oficina de Min Ho, y según escuché hoy no vino el señor Choi —Lo dijo en un tono neutro.

Lo único que podía imaginar para que su medio hermano estuviera frente a él, eran los temas de la oficina, de lo que el papá de su esposo se estaba haciendo responsable luego de que su hijo llevara una semana sin aparecer por ella.

—Lo sé —la respuesta era tranquila —no vengo a hablar de la oficina. Ni de temas familiares — agregó cuando vio al rubio frente a él tensarse — digamos que vengo como amigo.

—¿Amigo?

Rió sarcástico, eso era casi imposible de él cuando podía sentir siempre su odio.

—¿Mío? Lo dudo Jong Hyun, nosotros...

—Detente —lo interrumpió —no tuyo, mejor dicho, lo hago por mi amigo, tú esposo.

—No hay un tema de conversación, lo que suceda entre él y yo, es nuestro asunto.

No sabía que su hermano pudiera estar al tanto de lo que ocurría en su matrimonio, ya que ni siquiera le había podido decir a su papá que se divorciaría.

—Podría serlo Tae Min, pero si lo veo hacerse daño a sí mismo creo que puedo intentar intervenir.

El rubio abrió la boca para hablar, sin embargo, Jong Hyun continuó sin permitírselo.