Bajó los lentes de sol hasta sus ojos al momento que se acostó sobre su toalla en la arena; era su primer día en Busan y le gustaría estarlo compartiendo en un cien por ciento con su esposo, sin embargo este se encontraba cansado debido al viaje, pero él no había querido perder ningún minuto y no le importó si este no lo acompañaba, después de todo el hotel en el que se quedaban estaba cerca de la playa, por eso había sido el mejor lugar para comenzar con su recorrido en Busan, y esperaba que su esposo lo pudiera acompañar al día siguiente, porque él no había viajado hasta ahí para quedarse en el hotel.
Si lo hubiera querido de esa manera ni siquiera hubiese viajado, sólo se habría quedado encerrado en el apartamento en el que vivían para comenzar a trabajar en la empresa cuando se cumpliera el tiempo que se tomaría antes de hacerlo.
Cerró sus ojos sintiendo la luz del sol en su piel, definitivamente ir a la Playa Gwangalli fue una buena opción, y su esposo había escogido un buen lugar como su regalo de graduación, a pesar de no ser la primera vez que se encontraba en Busan, había muchos lugares a los que quería visitar.
La luz del sol se bloqueó y el abrió los ojos para pedirle a la persona que lo hacía que se apartara, sin embargo una sonrisa apareció en sus labios al darse cuenta que no era cualquier persona quien lo hacía, y mucho menos era un error que bloqueara el sol.
Se sentó y quitó los lentes de sol para verlo mejor, todavía con aquella sonrisa en sus labios.
—Pensé que preferías quedarte en el hotel — dijo girándose hacia la persona que ahora había quedado a sus espaldas.
—Lo reconsideré, sólo tenemos dos semanas para disfrutar de Busan.
Lo vio colocarse de rodillas en su misma toalla, para después acomodarse con sus piernas separadas, permitiendo que él se colocara entre ellas, y apoyara su espalda en su pecho.
Se colocó los lentes de sol otra vez, no había demasiado tiempo para que disfrutaran de la playa antes de que tuvieran que retirarse porque la marea comenzaría a subir, pero eso era mucho mejor que estar encerrados en una habitación de hotel.
Tae Min tomó su móvil que estaba a un lado en la misma toalla, colocándolo frente a ellos para tomar una fotografía. Sonrió y observó como su esposo también estaba posando junto a él con una sonrisa un poco más pequeña en sus labios, pero igualmente estaba sonriendo.
Me gustaría que esto fuera real, que alguna vez lo hubiese sido y, esa sonrisa de verdad fuera para mí.
Giró su rostro y besó a su esposo, cerrando los ojos y disfrutando ese contacto, al menos Min Ho no lo rechazaba, sin demostrar que sólo estaba con él porque quería vengarse de Jong Hyun, aunque era ilógico pensarlo de aquella manera si su medio hermano jamás lo había visto con otros ojos que no fuera de amigo.
Sin embargo, comprendía la razón de que creyera que le afectaría, ya que Min Ho y Jong Hyun eran mejores amigos y si sabes que a tu mejor amigo no le agrada una persona, no te casas con ella, al menos que lo que sientas sea demasiado profundo para hacerlo y quizás perder aquella amistad.
Tae Min sabía que de esa manera afectaba su matrimonio a su medio hermano, ya que este y su esposo no se habían hablado por un mes cuando iniciaron su relación, dejando claro Jong Hyun su desagrado a que su mejor amigo saliera con la persona que tal vez era a la que más odiaba sobre el planeta tierra.
Sonrió, estaba sentado en medio del jardín y se sentía emocionado de tener a la persona que más deseaba al lado suyo.
Habían estado hablando por al menos quince minutos y sabía que no pasaría demasiado tiempo antes de que tuviera que retirarse porque lo poco que había escuchado, su hermano y el prometido de este ya habían llegado.
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Si el amor duele, ¿por qué decidí amarte?
FanfictionEl amor puede ser algo hermoso, pero si amas y no eres correspondido puede ser lo más letal. Tae Min se creía casado con el amor de su vida, sin siquiera saber que era el reemplazo de alguien más. Pero no siempre eres ciego y hay un momento en...