Despedida y concierto

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-Cielo, ¿me estás escuchando? -la voz de mi padre me saca de mis pensamientos.

-Sí, sí. Papá tengo me tengo que ir. Luego hablamos.

Cuelgo sin esperar la respuesta de mi padre. Dejo el móvil en la encimera, procesando todo lo que me ha dicho. Por un lado, me alegro de poder salir de ahí, volver a casa, ver a mis padres, a mi hermano y a mis perros. Pero por otro lado, no quiero irme. Les he cogido mucho cariño y los echaré de menos. Soy realista, sé que no podrán venir a verme cuando quieran o viceversa. Vivimos en mundos completamente distinto, y eso me duele.

-¿Está todo bien? -Ash se acerca, percibiendo mi negatividad.

-La tormenta, se está calmando -intento sonar entusiasta-. Mañana podremos salir de aquí -se echa hacia atrás, como si le hubiera electrocutado-. Es genial, podréis volver al mundo de la fama.

Intento sonreír, pero me queda tan forzado que parece más una mueca.

-Es una mierda -responde enfadado, y sale de la cocina. Me deja pasmada y fuera de lugar.

No sé por qué ha reaccionado así. Algún día tendríamos que salir de aquí. Me termino el café y lavo la taza. Luego me cambio y voy a devolverle la camiseta a Ashton. Lo encuentro en la sala de estar, junto con los demás. Tyler tiene mejor aspecto y me sonríe al verme. Pero se nota la tensión en el ambiente.

-¿Ocurre algo malo? -pregunto. Paso junto a Ashton, y este tira de mi brazo, haciendo que me siente en su regazo.

-Siéntate conmigo -ruega. Me lo quedo mirando, pero no me muevo.

-Ashton nos ha dado la buena nueva -informa Al.

-¿Y por qué parece que ha muerto alguien? -inquiero al ver sus expresiones.

-Porque no queremos irnos -Dylan habla por primera vez-. No queremos que te olvides de nosotros.

-Chicos, por favor -suelto una pequeña carcajada-, es imposible que me olvide de vosotros. Estáis en todas partes. En todo caso seréis vosotros lo que os olvidaréis de mí.

-Eso es absurdo -la voz de Ashton en mi oído me sobresalta-. Jamás nos olvidaremos de ti.

-Vale, con tanto melodrama me vais a hacer vomitar arcoiris -Tyler se levanta del sofá-. Está claro que nadie olvidará a nadie. Pero propongo que en lugar de lamentarnos, aprovechemos al máximo el tiempo que podemos estar juntos.

Todos asentimos y chillamos de júbilo ante el discurso motivador de Tyler. Decidimos jugar al Just Dance. Será gracioso verles bailar. Mientras Dylan y Al ponen el juego en marcha, me giro y susurro:

-Te he traído tu camiseta.

-Quédatela -sonríe y me acaricia la espalda-. Te la regalo.

-Gracias, Ash.

-De nada, Lexi -me saca la lengua y me alborota el pelo. Le doy un fuerte golpe en el hombro y le sonrío.

-Venga, chicos, hagámonos una foto -saco mi móvil y espero a que se coloquen todos alrededor nuestro para tomar unos cuantos selfies.

Nos pasamos la mañana jugando y sacándonos fotos, en grupo, posando, haciendo el tonto e individuales. Al saca su cámara fotográfica profesional, y la sesión de fotos empeora. Con el temporizador y la ráfaga, simplemente nos dedicamos a hacer el tonto. Nos pasamos el día jugando y haciendo el tonto. Sacando fotos, inmortalizando nuestros mejores momento juntos. Por la noche hacemos una especie de fiesta de despedida. Ponemos música en la televisión a todo volumen y bailamos y cantamos a pleno pulmón. Los chicos tienen curiosidad por saber cómo se baila el reggeaton. Tyler se mueve bastante bien, así que lo acerco a mí y le enseño el baile. Enseguida le pilla el truco y nos movemos al compás. Dylan silva y aplaude. Ashton se pone celoso y me arranca de las manos de Tyler.

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