*3 años más tarde*
-Ya estoy aquí -oigo la puerta principal de casa cerrarse y sé que mi novio ha llegado.
-¡En la cocina! -le grito mientras saco los macarrones del horno. Dejo la bandeja en la encimera y saco los platos, cubiertos y vasos. Lo coloco todo en la isla que ocupa el centro de la estancia y me siento a esperarle.
-Hola, amor -Jason deja un delicado beso en mis labios y le sonrío cuando se separa.
Supongo que estaréis pensando: "Un momento, ¿Jason? ¿Qué ha pasado con Ashton?" Os cuento. Después de la gira de verano todo empezó a descontrolarse: comencé de nuevo las clases y los chicos estaban muy ocupados en su nuevo disco y en todas las campañas publicitarias en las que participaban. Así que no teníamos tiempo para vernos. Nos seguíamos llamando, por supuesto, pero las visitas sorpresa y las escapadas fugaces se acabaron. Solo venían a visitarme por Navidad, y no se quedaban todas las fiestas, sino solo un par de días. El día de mi cumpleaños no vinieron y eso me dolió. Se lo comenté a Ashton esa misma noche, cuando hacíamos Skype.
*Flashback*
-¿Qué te ocurre, pequeña? Te veo triste -después de 20 minutos hablando al final se había dado cuenta.
-Es que... -bajé la cabeza apenada-, me habría gustado que estuvieras aquí por el día de mi cumpleaños. Hace mucho que no nos vemos y te echo de menos.
-Yo también te echo de menos -"Pero..." pensé-. Pero sabes que la discográfica nos está presionando mucho para sacar el nuevo álbum antes de Pascua y que estamos muy ocupados yendo de aquí para allá, rodando los anuncios y los videoclips.
Y ahí estaba, ese "pero...", esa excusa que siempre me ponía y de la que me estaba empezando a hartar. Me enfadaba porque yo había ido un fin de semana a verles y solo había podido estar con ellos 2 horas. En dos días, había visto a mi novio tan solo dos horas. Así que me molestaba que él no pusiera un poco de su parte para mantener esto, nuestra relación. Sentía que era la única que quería seguir adelante. Y estaba empezando a cansarme de ser la única que estirara del carro.
*Fin del flashback*
Por ese motivo decidí que lo mejor sería terminar con todo aquello de una vez por todas y permitir que ambos fuéramos felices. Estaba convencida de que él encontraría a alguien de su mundillo que le mereciera y yo, bueno, a mí me costaría un poco más, pero terminaría superándolo. Al principio era reacia a ver a otros chicos como posibles candidatos, seguía teniendo la esperanza, por pequeña que fuera, de que Ashton vendría a por mí y seríamos felices por siempre jamás. Pero una tarde que miraba las noticias, mostraron fotos del cantante saliendo de una discoteca con una chica y fue en ese momento, que me di cuenta que los príncipes azules no existían y yo no podía pasarme el resto de mi vida esperando al mío. Así que Jason y yo empezamos a salir un par de meses después y ya llevamos dos años juntos.
-Huele de maravilla -dice rodeando mi cintura con sus brazos y depositando otro beso en la base de mi cuello.
-Gracias.
-¿Has visto las noticias? -pregunta mientras prepara la mesa.
-No, no he encendido la televisión hoy.
-Youth vuelve a la ciudad.
Me quedo estática en mi lugar. Mi cerebro intenta procesar sus palabras. Me recompongo enseguida y sirvo la comida en los platos.
-Ajám -es lo único que se me ocurre decir.
-¿Estás bien? -su voz denota preocupación.
-Sí, es solo que me ha pillado desprevenida.
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Youth
Teen Fiction¿Qué pasaría si te quedaras encerrada con cuatro chicos durante la peor tormenta que se ha vivido en años? ¿Qué pasaría si esos chicos fuesen además de tu misma edad y estuvieran para comérselos? Y lo que es peor, ¿qué pasaría si esos chicos fueran...