"Querido Jake:
Si estás leyendo esto, es porque ha llegado mi momento y no estoy contigo, y por ello te debo unas explicaciones.
La primera de ellas, seguramente sea tu verdadero apellido y la explicación de su cambio. Jake, tu no te llamas Jake Williams, eres Jake Frost. Se que es raro, pero lo hice por un motivo muy importante, y es que a ti y a mi nos buscaban.
Antes de que tu padre falleciera, hemos sido el blanco de La Grieta, una institución que carga contra aquellos que no piensan como ellos. Fuimos perseguidos durante años, pero al yo quedarme embarazada de ti, tu padre dió su vida para que perdieran nuestra pista, y así fue. Me cambié el apellido para no ser descubierta, mientras mantenía mis poderes a raya y los tuyos también.
Y si, tienes poderes, el problema es que no se cuales posees. Desde que naciste los has tenido pero los he inhibido para no levantar sospechas, pero sabía que no podía ocultarlo más de ti. Algo pasó el dia de tu cumpleaños, porque nos descubrieron y vinieron a casa a por ambos una chica pelirroja acompañada por demonios. Llevaba la marca de La Grieta, y sabe que no estabas aquí, te buscará hasta encontrarte y llevarte hasta allí.
Jake, para acabar, debes rodearte de gente de confianza y hacer tu vida, ayudando a la princesa a mantener el orden tal y como lo conoces. Debes ir a Ginebra, en Suiza. Allí tendrás que descubrir como llegar al lugar.
Siempre te querré allá donde esté y se que tú a mí también. Hasta pronto.
Laura, tu madre."
Guardé la carta en mi bolsillo derecho tras leerla. Todo esto me estuvo sonando a broma hasta que ví la vida de mi madre desvanecerse, quien hubiera hecho eso pagaría por ello.
- ¿Os buscaban desde hace diecinueve años?- Se atrevió a preguntar el chico rubio mientras caminabamos hacia el aeropuerto de Amberes, rompiendo un silencio sepulcral.
- Eso parece. Aunque sigo sin entender nada de nada.- Respondí en un tono distante y frío. Aún tenía reciente la muerte de mi madre y estaba solo ante el mundo.
- Dime, ¿Que no entiendes?- Cuestionó ahora el joven sin dejar de caminar.
- ¿Qué es La Academia y que es La Grieta?- Pregunté yo a continuación, parando en seco en mitad de la calle. Antes de continuar, debía saber a lo que me enfrentaba.
- Son las dos instituciones más grandes del mundo para nosotros, los Driffers.- Comentó él, parando conmigo en la calle para explicarme, al menos una parte.
- ¿Driffers?- Volví a preguntar. Estaba realmente perdido en todo esto, era nuevo para mi.
- Así se les llama a las personas como nosotros. Cada uno tenemos un poder único al resto.- Afirmó de nuevo el joven mientras comenzó a andar de nuevo por las calles mojadas de la ciudad.- Desde hace muchísimos años, hemos estado enfrentándonos sobre que hacer, si ser superiores a los humanos o defenderlos. La Grieta defiende lo primero, mientras que La Academia lo segundo.
- Vale, ahora empiezo a entender un poco mejor la carta, por eso nos persiguen, supongo.- Afirmé yo tras escuchar las palabras del chico, que aún no sabía su nombre.- Y por cierto, ¿Cómo te llamas?
- La Grieta no persigue a gente así como asi, a no ser que...- Se interrumpió el joven a si mismo y siguió andando. Parecía que quería ocultarme algo.- Soy Danny, perdón por no decírtelo antes.
- Estabas tan liado en molestarme que se te olvidó.- Confesé riendo a carcajadas mientras avistaba el aeropuerto a lo lejos.- ¿Embarcamos hoy? No tengo dinero suficiente para un billete...
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Pulsiones
Manusia SerigalaUna pulsión es un término que se utiliza en psicoanálisis para designar aquel tipo de impulso psíquico característico de los sujetos de la especie humana que tiene su fuente en una excitación interna y que se dirige a un único fin preciso: suprimir...