(Narra Jake Frost)
Desperté finalmente en otra sala totalmente diferente a en la que estaba anteriormente. Era como una sala de psicólogo, y yo estaba tumbado en el sofá granate que había. Además, a mi izquierda estaba el anciano de antes con una libreta y una pluma roja en mano, mirándome interesado.
- Al fin despiertas, Jake.- Dijo el mayor con una dulce sonrisa en sus labios.- Tenemos que empezar a hablar sobre tí.
- ¿Qué hay que hablar?- Pregunto aún un poco adormilado por la hipnosis.
- Sencillo, tus poderes y tu historia, además de lo que quieras saber. ¿Empezamos?- Cuestionó el anciano tomando nota de a saber qué, a lo que yo asentí.- Bien, pues primero que todo enhorabuena, sabemos que tu poder es el hielo, seguro que habrás notado ciertos sintomas, como el calor sin motivo, o el carácter tan distante o cambiante.
- Ahora entiendo todo... Llevaba varios dias durmiento en ropa interior y con la ventana abierta.- Confesé mirando al techo.
- Pues entonces es lógico. Bueno, debería explicarte un poco algunas cosas de nosotros...- Suspiró el hombre apuntando en su libreta sin parar.- Para empezar, somos humanos, pero nos mantenemos en secreto para no desequilibrar las cosas en el mundo. Seguro que lo entenderás.
- Si, porque sería injusto participar en una guerra de gente normal, porque ellos no participan en las nuestras o usar nuestros dones para esos males.- Dije poniendome a pensar en que hubiera pasado si en la II guerra mundial hubieran participado antepasados nuestros.
- Exacto. Además de que no podemos poner en riesgo a nuestros compañeros por eso.- Afirmó el anciando segundos después.- Si eso pasa y nosotros fallecemos, ellos tampoco pueden reponerse y fallecen tiempo después.
- No entiendo eso. ¿Me explicas?- Le pregunté tomando asiento en el sofá de aquel color semejante al rojo.- ¿Parejas? ¿Compañeros?
- Desde nuestra aparición, siempre hemos sentido la necesidad de tener a una persona vinculada a nosotros. Asi nacieron los compañeros y los vinculos entre nosotros.- Empezó a explicar el mayor con bastante tranquilidad.- Solo tenemos un compañero en nuestra vida, y no lo elegimos. Nos lo da el destino y lo sabemos cuando el alma lo siente así.
- Como si te enamoras de una persona, vamos.- Murmure tras meditarlo unos segundos, intentando establecer una comparativa.
- Si, pero mucho más. Y solo que no te puedes enamorar de alguien porque tu quieras, y si uno fallece, el otro también. Recuérdalo.- Comentó el hombre tras terminar de apuntar varias cosas y se levantó de su sillón.- Seguiremos la semana que viene. Hablaremos de tu familia.
Asentí y me levante para darle la mano y despedirme de él. Sin embargo, cuando salgo de la sala me choco de lleno contra el pecho de mi instructor.
- ¿Qué te han dicho?- Cuestionó el atractivo hombre rodeandome con sus brazos y empezando a aspirar mi pelo.
- Nada de tu interés. Eso es más bien solo mi problema.- Afirmé con seriedad, apartando sus brazos de mi y me puse a caminar hacia el jardín donde estaban todos.- Deja de estar tan encima de mi, que no eres mi madre, ¿Vale?
- Cuidado con como me hablas, niñato. Quien juega con fuego se quema, y aquí dentro soy el fuego más potente que hay.- Dijo el instructor quedandose en el pasillo hasta que desaparecí de allí y llegué al gran jardin, encontrandome en el templete de hace un rato a Danny y Katia.
Asi que fuí hasta allí. Quería contarles lo que me acababa de pasar.
- Hola chicos...- Suspire con pesadez una vez llegué a su lado.
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Pulsiones
WerewolfUna pulsión es un término que se utiliza en psicoanálisis para designar aquel tipo de impulso psíquico característico de los sujetos de la especie humana que tiene su fuente en una excitación interna y que se dirige a un único fin preciso: suprimir...