Jake Frost.
Había caído al suelo de mi habitacion, seguramente por culpa de Matt. Siempre igual, molestandome y haciendo de las suyas. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, una silueta femenina apareció frente a mi en mi mente.
Antes de que pudiera hacer nada, esa silueta altero toda mi mente, controlando mis sueños y mis pensamientos, haciendo que mi alrededor fuera mi casa de Amberes, vacía y a oscuras.
- ¿Q-qué pasa aquí?- Pregunté empezando a caminar por la casa, encendiendo las luces.
Al encenderlas, la silueta subió escaleras arriba, sin mostrarse aún frente a mi, y eso ya me tocaba la moral. Deseaba saber quién era aquella persona, así que subí también hasta llegar al cuarto de mi madre. Allí, la silueta se esfumó, dejándome ver a la persona que ocultaba, mi madre.
- ¿M-mamá?- Pregunté acercándome unos pasos hasta ella, observando que lo que estaba viendo era real, tenía que ser mi madre.- ¿Eres tú?
A continuación, mi madre se giró hacia mi y me dedicó una sonrisa mientras asentía. No sabía si todo esto era real, ya que estábamos en casa, y ella estaba viva, pero la vi morir delante de mi. No podía creerlo, pero quería hacerlo.
- Sí, soy yo cariño.- Dijo ella viniendo hacia mi y acto seguido fundiéndose en un abrazo conmigo.- Tenía muchas ganas de verte.
- Pero, espera...- Le respondí yo inmediatamente después del abrazo, alejándome unos pasos de ella, hasta la puerta de mi habitación. Algo me impedía creer todo esto.- Estás muerta. Todo es un sueño. Hace nada estaba en mi cuarto con el pesado de mi instructor...
- Lo se. Déjame hablar, hijo.- Interrumpió ella sin borrar la sonrisa de su cara.- ¿Prometes no hablar hasta que acabe?
- No prometo nada.
A continuación, empezó a contarme varias cosas, no lograba entender muy bien todo, pero poco supuse que iría entendiendo las cosas. Al menos, quien me hablaba era mi madre, y debía escucharla.
- Todos nosotros tenemos un poder, Jake. Tú tienes el hielo, ya lo sabía desde que me dijiste que tenías calor a tres grados bajo cero. En cambio, yo tengo el poder de la proyección astral. Aún estando muerta, mi espíritu está vivo y puedo adentrarme en la mente de personas vulnerables.- Comenzó a narrar ella, mientras, yo tomaba asiento en lo que era la cama donde ella dormía todos los días. El tacto también era real, y el olor a mi hogar se hacía notar.
- Por eso estás aquí y ahora, ¿No?- Corté su monólogo, a lo que ella asintió y tomó asiento a mi lado.
- Si, pero déjame seguir.- Ordenó mi madre, y a continuación siguió.- Desde que aquella chica me mató, he estado en ésta forma a tu lado, y he visto como tú poder va aumentando poco a poco. Y por eso estoy aquí. He venido a advertirte.- Afirmó ella volviendo a levantarse para caminar por su habitación, tocando todo a su paso.- A advertirte de que te mantengas alejado de todo y de todos, te querrán por el poder que tienes aún dormido en tí.
- Espera, ¿Qué dices?- Cuestioné poniéndome en pie yo también segundos después.- No entiendo varias cosas. ¿Qué poder? ¿Y por que yo y no otro?
- Es fácil, Jake. Tú lograste sacar tu arma de la pluma en cuestión de horas. Aquí hay gente que aún no lo ha conseguido y lo tuyo lo hacen muy pocas personas.- Respondió ella, cogiendo mi mano y mirando las líneas que dibujaba mi piel.- Y todos mejoran, pero ellos no son parte de algo vital como lo eres tú.
- ¿Algo... Vital?- Pregunté en un hilo de voz mirando hacia el suelo de la habitación.
- Si. Si quieres saber más, tendrás que entrar en la biblioteca de la Academia. Allí debes encontrar un libro con tu nombre.- Confesó la mujer posando una de sus manos en mi rostro.-No te diré más, debes despertar.
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Pulsiones
LobisomemUna pulsión es un término que se utiliza en psicoanálisis para designar aquel tipo de impulso psíquico característico de los sujetos de la especie humana que tiene su fuente en una excitación interna y que se dirige a un único fin preciso: suprimir...