Capítulo Tres

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JM: Bueno, Joss comenzamos, ¿Cuál es el nombre, dirección y teléfono de tu madre?
J: María Isabel Lascurain Arrigunaga. Pero usted no irá a llamarla, ¿no? (preguntó inquieto después de darle las referencias)
JM: Eso es cosa de mi abuela, Esperanza. ¿Qué edad tiene tu madre?
J: Ya es vieja (si lo oye su madre pensó Jose) Es por eso que debemos darnos prisa. Mañana cumple Treinta y tres años. Como ve, ya no le queda mucho tiempo. Y además tiene una que otra arruguita por aquí (declaró llevándose los dedos al rabillo de los ojos)
JM: Está en plena decadencia, ¿no?
Le pregunta José Manuel sarcásticamente, al tiempo que intentaba evitar la risa por la forma que Joss se expresó de su madre dando por hecho que la mayoría de los chicos ven a cualquier adulto mayor de treinta años como a una persona en decadencia.
J: Pero no escribiras eso. Tal vez si van a un sitio romántico, con velas, el candidato no se dará cuenta.
La cara de Jose Manuel desapareció detrás del formulario, incapaz de ocultar su hilaridad.
JM: Sigamos. Estatura y peso (le preguntó Jose Manuel con voz neutra al cabo de un instante)
J: Mi mamá no es gorda. Y es de estatura media, puede que baja.  Yo no soy mas alto que ella. Aunque no me preocupa porque la estatura es un rasgo genético característico de la familia, y todas las posibilidades juegan a mi favor (declaró, adelantando la barbilla con decisión)
JM: Estoy de acuerdo contigo. ¿Color del cabello y de los ojos?
J: Pelo color castaño y ojos color marrón, se aclaran con la luz del sol.
JM: Ocupación?
J: Actualmente, trabaja en el restaurante de un amigo como anfitriona. Ella atiende y acomoda en sus lugares a los clientes cuando llegan al restaurante. A propósito, ¿quiere que le enseñe una fotografía? (sin esperar respuesta sacó una fotografía del bolsillo y se la enseñó)
Joss ocultó una mueca burlona al ver la reacción de Jose Manuel.  Su expresión era igual a la suya cuando le servían una gran copa de helado. Desde luego que su madre era bastante mejor que los helados. Hasta sus propios compañeros de clase lo admitían. Sin hacer comentarios, Jose Manuel le devolvió la fotografía.
JM: ¿Anfitriona?
J: Bueno a mi madre le hubiese gustado ser cantante o conductora de tv pero lamentablemente no tuvo el tiempo disponible porque ella se dedicó a mí. Tiene una voz muy bonita (se sonrió el niño) Como le dije actualmente es la anfitriona en un restaurante de un amigo y la verdad es que trabaja mucho (afirmó con una cierta tristeza) por mi bienestar. Y te aseguro que no quiere un marido o algo así para que la ayude a pagar las cuentas.
Jose Manuel alzó las manos. Eran unas manos de largos dedos.  Como las de su madre, claro que más grandes.
JM: Tranquilo, amigo. Yo solo hago las preguntas. No soy un juez, ¿de acuerdo?
J: De acuerdo. ¿Qué más quiere saber sobre mi madre?
JM: El estado civil actual de tu madre, cuántos hijos tiene y tipo de residencia.
Joss respiró hondo.
J: Ella es soltera. Vivimos en un apartamento. Luis Jose Santander era mi papá, realmente me llamo Jose Manuel Santander Lascurain, pero evito mi primer apellido ya que él se marchó hace ocho años. Creo que debí haber dicho divorciada. Los papeles del divorcio llegaron tiempo después de la partida de él (declaró Joss encogiéndose de hombros) En cuanto a los hijos, bueno, soy yo. Así que el candidato no tendrá que esforzarse mucho. Solo somos los dos, y yo no le daré problemas.
JM: Estoy seguro de que así será (comentó Jose Manuel bajando la mirada)
Jose Manuel se decía a sí mismo “Pobre niño, llamaba a su padre por su nombre de pila. ¿Joss se dará cuenta de que realmente tenía desesperación por encontrar un reemplazante de su padre, más bien la necesidad de una figura paterna?”  Muy dudoso que así fuera. Joss creía tenerlo todo estudiado... o al menos así lo pensaba.
JM: ¿Cuál sería el compañero ideal para tu madre? ¿Tienes alguna idea? (le volvió a preguntar tras una pausa)
J: Un vaquero, un ranchero o un actor.
JM: Estás de broma.
J: Bueno, es lo único que le falta por conocer.
JM: ¿Lo único?
J: Sí. Me refiero a lugares y a los tipos de esos lugares.
Jose Manuel sintió que la palabra «tipos» le molestaba. ¿Es que el chico quería decir que su madre había salido con varias clases de hombre buscando al compañero ideal? Jose Manuel apretó los labios. 

Por alguna razón, le molestaba considerar esa posibilidad, especialmente después de haber observado la foto que Joss le había enseñado y en la misma Jose pudo observar una bellísima, amplia e hipnotizadora sonrisa que iluminaba como también pudo observar una vulnerabilidad que asomaba desde el fondo de sus dos grandes ojos marrones.
JM: ¿Viajan mucho?
J: Estamos obligados. Al principio lo hacíamos con Luis Jose.  Ahora mamá intenta encontrar un hogar perfecto para nosotros.  Pero la manera en que lo intenta no funciona. Por eso es que decidí ayudarla.
JM: Y tú crees que resultará de esta manera.
J: Un ordenador lo resuelve todo (declaró satisfecho) ¿Qué más necesita saber?
JM: ¿Cuáles son las cosas que le desagradan a tu madre? (preguntó Jose, decidido a cambiar de tema)
J: Marisa Mayers.
JM: ¿Cómo dices?
J: Esa es la chica con la cual mi padre se escapó. Luis Jose tuvo que esperar hasta que ella terminara el colegio antes de abandonarnos y eso le dolió mucho a mamá. ¿Ya hemos terminado?
JM: No todavía. Ahora viene la parte más difícil. Me temo que las próximas preguntas serán más personales (Joss observó a Jose Manuel con el ceño fruncido. Le disgustaba someter a Joss al interrogatorio que vendría a continuación)
J: Usted bromea. ¿Cree que las otras preguntas fueron muy fáciles? (explotó) ¿Más personales? ¿Qué más les interesaría saber? ¿O tal vez usted se refiera a...? (balbuceó con una mirada de horror haciendo la seña con sus dos dedos índices) ¡Eso es repugnante! Mi mamá no hace esa clase de...
Jose Manuel intentó ocultar su regocijo. De uno u otro modo ella tendría que haberlo hecho alguna vez, puesto que la evidencia de ello se encontraba sentada frente a él, mirándolo furioso.
JM: Verás... esto sería más fácil si pudiéramos hablar con ella.  ¿Estás seguro de que no puedes traerla aquí el día de su cumpleaños?  Podríamos hacerle todas estas preguntas y conseguir una mejor...
J: No! Mi madre no lo hará si... (Joss se detuvo bruscamente, intensamente ruborizado)
JM: Vamos, vamos. No te pares, continúa.  ¿Tú crees que ella se molestaría si supiera lo que intentas hacer? (le preguntó Jose directamente)
La expresión divertida de Jose Manuel se había borrado de su cara. Claro, justo lo que su abuela necesitaba. Más problemas para su negocio. Se inclinó sobre el escritorio, no sin antes apartar un delicado florero que contenía una sola rosa amarilla.
JM: Mira, chico. Si esto es algo que ella no aprobaría, ¿por qué obligarla a aceptarlo?
J: Es posible que no lo apruebe, pero lo aceptará como sea (respondió Joss, desafiante)
JM: Joss, debes aceptar los hechos (lo amonestó Joss secamente) Si no eres capaz de responder las preguntas no podré componer su perfil. Así que o tú o ella tendrán que responder el cuestionario.  ¿Qué me dices?
J: ¿Cuáles son las otras preguntas? (preguntó Joss disgustado)
Jose Manuel miró el formulario.
JM: Sobre sus intereses generales, aficiones, cosas en que se siente fuerte y en las que se siente débil. Tipo de personalidad.  Metas y ambiciones. Y además se supone que tiene que hacer una descripción de sí misma.
La expresión de Joss era de una total perplejidad. Pero eso fue solo al principio.

=Un Marido para Mamá=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora