'Era una de las noches mas frías de la temporada de otoño. Pequeñas, pero, potentes ráfagas de viento se soltaban de momento haciendo que el frío te calara de los huesos, los arboles se veían tenebrosos gracias a la luz de la enorme luna que esa noche se presentó... Mas hermosa que de costumbre. Neblina blanca, fina, delicada... Peligrosa, desesperante.
Caminaba con cautela, con una mano sujetando el prendedor de oro de su capa vino. Sus cabellos azulados le pegaban en la cara impidiéndole ver bien el suelo donde pisaba, la ojiazul cruzaba el bosque a paso rápido, con una canasta de un queso camember bastante apestoso, un poco de pan recién horneado, unas cuantas frutillas bastante frescas y una botella del vino mas añejado que encontró en el pequeño pueblo de Francia. Esa era una noche especial. Hoy celebrarían por su honrado trabajo siendo la sastre oficial de las hijas del Rey Bourgeois, Lila y Chloè.
La ojiazul estaba emocionada por compartirles esta excelente noticia a su mejor amiga Alya y a su pequeña Manon. Era una grandiosa oportunidad para conseguir plata y mas en estos tiempos donde los impuestos eran mas altos que los arboles de aquel bosque tenebroso por el que esta cruzaba todas las mañanas para llegar al pueblo y conseguir algo de ropa que remendar, comida o simplemente, para llevar a la pequeña Manon a la feria de cada domingo. Y, ahora, siendo la sastre de la familia Bourgeois, tendría un pequeño descuento sobre estos.
Pasaban de las 8 de la noche, aunque estaba acostumbrada a aquel bosque, le aterraba muchísimo a travesar después de que el sol se escondía tras la vereda. No es que le temiera a la oscuridad, al contrario, para ella era satisfactorio escuchar los sonidos de los animales a lo lejos mientras todos dormían y ella se quedaba sentada afuera alado del pequeño lago donde se encontraba su cabaña admirando las estrellas, arrojando piedras al lago o simplemente, pensando en su amado.
El viento de pronto empezó a soplar mas y mas fuerte haciendo que la capucha de su capa se soltara y deja al descubierto su cabellera azulada, despeinado y revolviendo su cabello junto con pequeños cachos de ramas y hojas mientras seguía caminando. En un descuido, tropezó con una raíz de árbol que salia de la tierra haciéndola caer sobre sus rodillas raspandolas y haciéndose una herida en la palma de su mano al caer encima de una rama puntiaguda.
-¡Ahhh! - Grito por el dolor y apretando su mano sobre su pecho.
El viento se calmo un poco. La ojiazul movió la cabeza de un lado a otro para apartar algunos de sus rizados cabellos negroazulados de su vista para poder contemplar la herida.
Suspiro, al ver la enorme cortada que tenía.
-Al menos no llego al hueso. -dijo con una sonrisa.
Busco la canastilla con la vista y la vió a unos cuantos centimetros de ella con todos los aperitivos regados en la tierra, antes de recogerlos, arranco un pedazo del pequeño mantel blanco de la canasta y la enrollo en su mano para detener que la sangre siguiera saliendo.
Se sentó encima de sus rodillas y empezó acomodar de nuevo todo en la canastilla.
-Manon debe estar preocupada - Susurro mientras le quitaba un poco de tierrilla al pan y lo ponía dentro del canasto junto a lo demás.
Los arbustos a su espalda empezaron a moverse, como si la estuvieran acechando. Unos ojos verdes iluminados se asomaron detrás de estos, observándola.
Para su mala suerte, la luz de la luna la iluminaba perfectamente haciéndola ver randiante, hermosa...deseosa.
Una sonrisa algo macabra y coqueta se asomo mientras los ojos esmeralda la veían hipnotizados. La muchacha suspiro al momento que se acomodaba sus risos abajo de la capucha de la capa y se marchaba a su hogar.
Aquellos ojos no dejaron de admirarla aunque aquella se estuviera yendo, pero no la veía como su presa, era mas con cariño. Sentía la necesidad de protegerla, de seguirla y asegurarse de que llegara sana y salva.
Sin pensarlo dos veces, este salto a las ramas del árbol mas cercano y de ese al siguiente, cuidando ser lo mas discreto posible para que aquella chica no se diera cuenta de que la seguía por los aires.
Lamentablemente, no fue lo suficientemente cuidadoso, ya que al momento de saltar a las ramas del siguiente árbol estas se movieron generando un ruido.
-¿Quien anda ahí?-pregunto exaltada mirando hacia todos lados ocultando la canasta dentro de su capa.
"-Seguro fue un animal que se movió por tu presencia." Se dijo la chica para sus adentros.
A lo lejos, el humo de la chimenea de la pequeña cabaña se visualizo ante sus ojos. Sonrió no le faltaba mucho camino para llegar.
Las ramas se volvieron a mover, pero esta vez, no del lugar donde se encontraba aquella silueta antropoformica de ojos verdes, sino un poco mas cerca del suelo.
Abrió los ojos espantada y, con la mano que traía la canasta, la paso por su cintura hacía la espalda para tomar la pequeña daga que escondía entre su falda y el escote.
- ¡Vaya, Vaya!... Miren muchachos lo que trajo el viento - se escuchó una voz gruesa decir a sus espaldas. - Marinette Dupain-Cheng...hace tanto que no te veo nena...
Marinette frunció el ceño, poco a poco vio salir a los integrantes de aquella pandilla de ladrones del bosque que se reían burlones por la reacción que tuvo la pelinegra al verlos salir de la oscuridad.
- ¡Vallase de aquí! - ordeno la chica sacando, discretamente, la parte de arriba de la daga.
Pronto, aquellos hombres barbudos, de vestimenta sucia y manchada por quien sabe que cosa y con pequeños sombreros de mosqueteros roídos, la acorralaban cerca de un gran árbol donde, de nuevo, la luz de la luna la hacía ver exquisita.
- ¡Oh preciosa! No te hubieras molestado en traernos la cena...-dijo uno de ellos observándola de arriba abajo de una forma en la que ella se sentía incomoda, como si un animal la estuviera a punto de comer.
El circulo se empezó a hacer cada vez más pequeño y los hombres no tendrían piedad con ella... Su muerte ya estaba segura. Marcus, el hombre que le dio la bienvenida, hizo que esta recargase su cabeza en el tronco del árbol colocando el filo de la espada en su cuello.
-Vaya, vaya...creo que eligieron la peor noche para asaltar damiselas... ¿no creen?...
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¡Hola! Chicos pido una disculpa :'v Recién me doy cuenta de que me comí una gran parte del Fic :c y recien me doy cuenta...
Disculpen, enserio :'v
Pero bueno, creo que ahora si, la segunda parte tendra mas coherencia x'DEstrellitas y comentarios!!! :3 <3
Los quiero <3
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Monster (Fanfic) (Marichat) (Ladybug) [HIATUS]
FanfictionLo conoció por casualidad, en una caminata por el bosque y, desde la primera vez que vio esos ojos esmeralda entre los arbustos, no se los pudo sacar de su mente... ¡Joder! ¿Por que se sentía tan perdida pero a salvo en sus brazos?... ¿Que pensaría...