Darling, I'm a Mess...

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- ¿Quién soy? - dijo una voz masculina cerca de su oído. Ilusionada, Marinette sonrió, no sabía por qué en su mente vio a aquel felino antropomorfo, tan guapo como lo recordaba.

- Me rindo - dijo ella con una sonrisa. No le dio tiempo de verle la cara a aquel hombre ya que la volteo y el beso tan fuerte como pudo. Paso sus manos por su cuello y acaricio los cabellos pelirrojos de la nuca.

- Sorpresa - dijo el con una sonrisa besándole su mejilla.

- ¿Que haces aquí?, si te ven ¡Me despiden! - dijo ella echándolo de su taller.

- Tranquila, la princesa Cholè me dejo pasar, además, quería acompañarte a casa - dijo el pelirrojo sonriendo y tomando a su futura mujer de la mano.

La sonrisa se borró del rostro de Marinette. No, no quería que la acompañase, quería ir sola, necesitaba ir sola, quizá hoy sería el día en que viera de nuevo a aquel hombre que le salvo la vida.

Pero, ¿Qué demonios le pasaba? Ella nunca fue de aquellas jovenzuelas que se enamoraban de alguien a primera vista, ella se basaba más en experiencia, en conocer al chico en cuestión y luego ver si le convenía o no. Nunca le había pasado algo así, y se sentía la peor por tener sueños amorosos con alguien que no era su futuro marido... Nathaniel.

Cada noche en la que ella se acostaba en la cama con la pequeña Manon en su pecho y mientras le revolvía los cabellos castaños, se quedaba viendo el techo de madera. No dejaba de pensar en aquellos ojos esmeralda, luminosos y llenos de valentía, en esa sonrisa reluciente... no dejaba de pensar en él. Ya era costumbre verlo en sus sueños. Tomados de la mano mientras escuchaba su voz aterciopelada, sueños tiernos, con una pizca de picardía. Sueños llenos de ansias por volverlo a ver, de poder darle las gracias, de poder conocerlo...

"-¿Quien eres?- le pregunte mientras me llevaba una fresa a la boca.

-¿Por que tienes tanta impaciencia de saber? - dijo el y se sentó enfrente de mi y sonreía de medio lado.

-Porque se me hace injusto que tu sepas mi nombre y yo no el tuyo...- insistí mientras le golpeaba el hombro. El solo se movió un momento.

Era una bella tarde otoño, llevaba mi vestido vino favorito y aquellas botas cafés que Alya me había regalado en mi cumpleaños pasado.

No era la primera vez que nos reuníamos en aquella vereda a tomar un aperitivo y descansar un poco de la rutina cotidiana que todos los días me hacia desfallecer en la cama. 

Me miro fijamente a los ojos mientras me acomodaba un mechón de pelo tras mi oreja.

Sus ojos eran de un profundo color verde, hipnotizantes al instante, llenos de vida y alegría. Te hacían recordar la razón por la cual seguir viviendo.

Se acerco lentamente hacia mi, sostenía mi mejilla con su garras. Cerré mis ojos y, poco a poco empece a sentir su respiración cerca de mis labios y..."  

Un escalofrío recorrió su espalda, sus mejillas se tornaron de un rojo carmín que parecía que tuviera fiebre.

- Cariño, ¿te encuentras bien? - pregunto el pelirrojo mientras sostenía a su novia del codo.

- ¿Qué?...- pregunto Marinette algo distraída. - Ah, si...no te preocupes, estaré bien. Soló... me estrese un poco al pensar en la cantidad de trabajo que tengo. 

Nathaniel la miro extrañado, pero prefirió no preguntar.

- De acuerdo... Entonces... ¿Lista para irnos?. 

 ¡Oh amor, gracias! Pero, no es necesario... -insistió Marinette con una sonrisa nerviosa que Nathaniel no noto. - Quiero decir, seguro tienes cuadros pendientes que pintar, o que entregar... Ya sabes, para sustentar la boda. - dijo ella abrazándolo del cuello.

Monster (Fanfic) (Marichat) (Ladybug) [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora