Luna

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No podía conciliar el sueño. Se estiro aun acostada y luego se sentó en la cama, froto sus ojos y se levanto, tomó su capa vino y salio por la puerta trasera de la cabaña. El frío le pego en la cara lo que hizo que un escalofrío le recorriera el cuerpo. Sus pies descalzos pisaron la arena cerca del lago.

- ¿Cómo estás querida amiga? - le pregunto a la luna mientras frotaba sus manos tibias en sus brazos para darles calor.

- Lamento no a ver platicado contigo antes, no he tenido tiempo... He estado muy ocupada. He tenido mucho en que pensar... - dijo la azabache mientras le sonreía a la luna.

"Valla que has tenido mucho en que pensar Marinette" - se dijo para sus adentros... Sus mejillas se tornaron rosadas al recordar lo que había pasado anteriormente...

- Se que no pides explicaciones, pero... Creo que es hora de sacar todo lo que me he estado conteniendo - se sentó en la tierra con las rodillas en su pecho.

El pijama blanco de algodón se elevaba con el viento, su cara de un tono mas pálido de lo usual. Se sentía tranquila.

Después de tanto estrés esto era lo que ella mas anhelaba, un momento de paz y tranquilidad, sin responsabilidades, sin escuchar gritos y chillidos de niños en la casa, sin discutir con Nath sobre en que iglesia celebraran su matrimonio, de comprar de un lado a otro por todo el pueblo en busca de la despensa de la semana...

Pero, lo que mas extrañaba Marinette era a su mejor amiga... Alya.

Alya su confidente desde que eran niñas, la que le ayudaba a comprar y hacer negocios, la que hervía el pescado en ves de azarlo... Alya, su mejor amiga. La extrañaba.

Esas platicas a media noche con una buena copa de vino, galletas y queso que se les era costumbre, al menos, de cada viernes, salir de día de campo con la pequeña Mannon. Día de chicas.

Desde que Nath le pidió matrimonio, Marinette a estado mas ocupada viendo preparativos e intentando ahorrar para sustentar parte de la boda que eso de hablar con su mejor amiga ya era mas un sueño que realidad.

- La extraño... - bajo la cabeza y la escondió entre sus rodillas.

- ¿My lady?...

Marinette levanto la cabeza asustada, sitio que toda su sangre baja hasta los pies.

Se volteo con una cara de miedo que hizo que Chat se preocupara.

- Disculpa, My Lady, no era mi intención espantarte - dijo el gatuno quitándose el sombrero y sosteniéndolo con la mano.

Frunció el ceño y le dio la espalda.

No quería verlo, estaba muy enojada con el. No le parecía muy correcto el trato que tuvo con ella en la tarde.

Chat se quito su capa negra y se la puso en los hombros.

- La noche esta demasiado fría... No sería bueno que te enfermases - le dijo Chat mostrándole el hermoso ramo de tulipanes blancos y rojos que había recolectado. - ¿Puedo sentarme?

Anonada, Marinette asintió. No dejaba de ver el ramo de tulipanes en perfecto estado. ¿Como es que el podría saber cuales eran sus flores favoritas si nisiquiera el futuro esposo lo sabia?...

Chat se sentó aun lado de ella y se quedó viendo a la luna, tomo aire y se armo de valor... ¿Quien diria que pedir disculpas era algo tan difícil como cruzar un campo de minas sin que este explotase?

- Quiero pedirte una disculpa... - soltó Chat y cerro los ojos.

- ¿a que te refieres? - pregunto Marinette dejando de ponerle atención a las flores.

Monster (Fanfic) (Marichat) (Ladybug) [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora