Capitulo 36

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Punto de vista de Sergi:
Nunca había conducido tan rápido y nunca me había encontrado una cola tan larga como la de ese dia. Mis padres venian conmigo porque sabian de la existencia del bebé y querian verlo.
Acabé llegando al hospital tres horas mas tarde de que Katia llamara. Empecé a correr como un loco por esos pasillos hasta que encontré la zona de partos y fuí a preguntar, pero no querian decirme dónde estaba Katia. Así que empecé a recorrer los pasillos y de repente ví a Ivan y a los padres de Katia en la puerta de una habitación cerrada. Se estaban abrazando pero no reían, estaban llorando. Mis padres se quedaron parados mirándose. Empecé a caminar hacia sus padres mientras mi corazón cada vez latía más rápido. Cuando estuve a su lado, su madre se tiró a mis brazos y lloraba, lloraba mucho. Cuando me soltó se quedaron mirandome y supe que tenia que entrar. Mis padres empezaron a hablar con los suyos pero yo no escuchaba, yo necesitaba saber que Katia estaba bien.
Cuando abrí la puerta ví a Katia sentada en la cama y mirando por la ventana. Y eso en parte me relajó.
S: ¿Katia?-dije con dificultad. Ella se giró y me asusté, estaba llorando pero eso era algo muy real, lloraba con mucho sentimiento. Mucho más que cuando se enteró de que estaba embarazada. Cuando me vió se tiró a mis brazos a abrazarme pero no paraba de llorar.
K: Sergi...-dijo aún abrazada a mi- ha muerto.
Y entonces mi corazón se rompió en mil pedazos y empecé a llorar sin poder evitarlo. Nunca la había visto, nunca había escuchado su corazon, nunca había puesto mi mano encima de la barriga de Katia para notar sus patadas y ahora nunca iba a poder hacer nada con ella. Se había ido.
K: Iba a decirse Chloe-dijo ella aún llorando.-Sergi, no me dejes. No puedo pasar por esto yo sola.
S: No te voy a dejar, nunca más voy a abandonarte.-dije y la abrazé aún más fuerte.-lo siento mucho, siento haberte dejado sola.
K: No importa-dijo y me miró-te perdono, porque te necesito.
S: yo también te necesito-dije y volví a poner su cabeza en mi pecho y repetí ese nombre que nunca iba a poder olvidar- chloe...
Y allí nos quedamos duerante mucho tiempo, abrazados, llorando. Porque esa pena era algo muy diferente a lo que había sentido hasta entonces. Ese dolor nos iva a cambiar y nunca volveríamos a ser los mismos.

Sin EsperarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora