My Gay Romance ↠ Frerard

Ayúdame a olvidar

Frank oía a su amigo divagar sobre lo fantástico que le había ido en su "cita" con Michael y más ganas tenía de arrojarlo por la ventana de su apartamento. No sería difícil, pues podría manejárselas para levantar su peso, luego la abriría, y pff... Adiós Ray. Pero pensándolo bien, era demasiado apuesto para ir a prisión por asesinato. No, no se rebajaría a hacer algo como eso, a pesar de que el rizado definitivamente se merecía algo muy malo de su parte.

— ... La comida del restaurante no fue la mejor, era algo sosa y sin sabor. Pero, ¿qué rayos importa eso? Ambos nos divertimos mucho, al fin de cuentas —continúo Ray, con su incesante palabrerío.

Frank solo asintió con la cabeza, con su vista clavada en la pantalla de su televisor. Realmente no estaba de humor esa tarde, y tener que oírlo hablar sobre cada cosa que sucedió se le hacia algo tedioso. Y al parecer, Ray notó el imponente cambio en su actitud. Dejó de lado las risas y le miró con su cara seria.

— ¿Qué ocurre? —preguntó— ¿Sigues molesto por lo del publicista? Te dije que lo sentía...

— Solo no me siento con muchos ánimos de charlar, Ray —dijo Frank. En parte era mentira, en otra no tanto.

Por supuesto que aún seguía molesto con él por haber actuado a sus espaldas de esa forma, por haberlo metido en ese lío, pero tampoco quería hablar sobre ello. Solo quería... Seguir viendo Juego de Tronos en silencio. Lo único bueno era que no había recibido ningún aviso de demanda, por lo que supuso que Gerard había persuadido con éxito a Vic para no hacerla. Le debía eso al chico.

— Me doy cuenta, tienes una notoria expresión de pocos amigos en tu cara. Aún más que Mikey durante la cita. Solo cuando me abofeteó pareció alegrarse un poco.

Frank giró la cabeza hacia su amigo, ceñudo.

— ¿Te abofeteó otra vez?

— Sí, digamos que no debí haber hecho ese comentario sobre su trasero —dijo con algo de arrepentimiento. Luego sonrió— Pero adivina quien volverá a verse con él el viernes. Este hombre de aquí.

Frank rodó los ojos para evitar reír— Lo único que opinaré sobre esto es que lamento no haber estado allí para grabarlo. Y que me sorprende que Marcos no haya tramado nada en tu contra.

Ray le dio un empujón amistoso en el brazo. Soltó una risita y volvió su vista hacia el televisor, donde Brienne se encontraba luchando ferozmente contra un oso. Esa mujer era realmente increíble.

— Eso no pasará —suspiró Ray. Volvió hablar luego de que Jamie recatase a Brienne en el programa— Es gracioso como Jamie se vuelve un mejor personaje tan pronto lo separan de Cersei. Ahora siento que lo amo.

Frank no pudo evitar reír. Podía estar un poco molesto con él, pero seguía siendo su mejor amigo y probablemente nunca dejaría de serlo. Claro, dejando de lado las tonterías que podía llegar a hacer. Además, como un crédito extra, ambos compartían su gusto por Juego de Tronos. En definitiva, Ray era el paquete completo.

Cuando Ray se marchó poco después, Frank se dispuso a limpiar el desorden de latas de cerveza y envoltorios de frituras que habían dejado en la sala de estar, luego del mini maratón de episodios. A los pocos minutos de haber dejado el apartamento, tocaron a la puerta. Frank pensó que se trataba de Ray, puesto que el rizado tendía a ser muy olvidadizo con las cosas y probablemente se había olvidado de algo. Caminó hacia la puerta y la abrió, organizando en su mente lo que iba a decir.

— ¿Qué se te ha olvidado está vez...? —comenzó, pero se detuvo en seco al ver que efectivamente no era su amigo. No, era otra persona completamente distinta.