Había transcurrido una semana desde su desafortunado encuentro con Gerard Way, su antigua víctima de la escuela. Los días pasaron rápido, Frank se encontraba almorzando en una cafetería, sentado en una de las mesas del exterior mientras escribía una reseña en su laptop.
Era una mañana hermosa, las aves cantaban, y el sol se había dejado mostrar luego de varios días de nubes y lluvia. Frank aspiró el aire fresco, con una sonrisa de suficiencia en su rostro. Había terminado su último artículo, la exclusiva con Way, el día anterior y le había agregado varias opiniones personales antes de enviarla a la edición. Suspiró, la vida no podía ser más perfecta.
Pero su paz fue interrumpida con la abrupta llegada de un invitado indeseado a su mesa. Alguien invadió su espacio personal y se sentó en la silla de enfrente. El sujeto llevaba un abrigo oscuro y un sombrero bastante gracioso en su cabeza, junto con lentes de sol ocultando sus ojos. No le tomó demasiado tiempo reconocer que se trataba de nada más y nada menos que Gerard.
— Pero miren quien llegó, el famoso Gerard.. —comenzó Frank en tono burlón, pero el otro lo calló al instante.
— No digas mi nombre en voz alta. Estoy de encubierto, ¿de acuerdo?
Frank soltó una risita— A nadie le importaría de todos modos. Ni los perros te deben conocer. ¿Cómo supiste donde encontrarme?
— Soy un actor. Tengo mis contactos —bufó.
Frank rodó los ojos.
— ¿A que debo el placer de tu visita? He de suponer que no es para socializar.
— No te hagas el tonto. Sabes muy bien porque estoy aquí. Quiero que quites todo lo malo que has escrito sobre mí en ese maldito artículo.
— No sé de que estás hablándome —dijo con aire de inocencia, aunque en realidad sabía a lo que se refería. Solo quería jugar con él un poco, como en los viejos tiempos.
Gerard grunó y le arrojó a la cara un periódico arrugado. Frank observó que era un ejemplar de ese mismo día de Sun Times, el periódico para el cual trabajaba.
— "Gerard Way no es nada más que un actor arrogante, sin talento e hipócrita que no tiene respecto por los demás" —citó el joven, repitiendo al piel de la letra lo que había escrito Frank.
Frank esbozó una enorme sonrisa— Veo que lo has leído. Estoy orgulloso de ti, aún recuerdas como hacerlo.
Pero a Gerard no le pareció divertida su pequeña broma. Se quitó los lentes y le fulminó con la mirada.
— Y eso no es lo peor, oh no. En una parte has puesto y cito: "Gay emperdenido y ex-obeso. No vean sus películas, apesta en su trabajo."
— No dije nada que no fuera cierto. Soy un hombre con principios honestos —murmuró Frank, con una mano en el pecho.
— Quiero que lo quites. Todo. Cada palabra agrede usada contra mí persona.
— El artículo ya está impreso, así que a no ser que desarrollé poderes mágicos de la noche a la mañana no podré hacer nada. Lo siento, supongo que tendrás que lidiar con ello.
— ¿Acaso crees que tu mugrosa e insignificante crítica afectará en algo a mi carrera? ¡Yo gané un maldito premio Óscar! —chasqueó la lengua— Porque no lo hará, si esa es tu intención.
— Me importa un comino tu carrera, ¿está bien? Yo sólo escribo lo que pienso sobre las cosas o personas. Sean buenas o malas. Soy periodista, es mi trabajo. Escribir cosas que no son ciertas sería mentirle a la gente. Por ejemplo, decir que fue un placer haberme encontrado contigo sería una gran mentira, marica —espetó Frank.
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My Gay Romance ↠ Frerard
FanfictionCuando toda tu vida fuiste un cretino de primera. Cuando te burlabas del chico raro de la escuela y pensabas que saldrías impune. Cuando todo parecía irte bien en la vida y terminas enamorándote de él... Quien ahora resulta ser una famosa estrella d...