«Quarante-trois»

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«Quarante-trois»— Je t'aime.

Adriana observaba con tristeza a su amiga, desde que decidió regresar a Canada, lo único que deseaba era sacar a su amiga de esa Casa. Sabía lo poco que sus padres la amaban y podía discernir  que tal vez ellos podían hacerle mas daño.

Ky,se removió inquieta sobre el pequeño mueble en forma de L blanco. Ambas usaban sus pijamas, quería tomar ese pequeño viernes tranquilo.

¿Como haz estado?.—cuestiono Adriana a Ky, quien se removió inquieta por la mirada penetrante de su amiga.— y deseo la verdad, por favor.—musito, suavizando su mirada.

Ky suspiró mientras evitada la mirada de su amiga.—estoy bien, sabes que siempre estoy bien.—una falsa sonrisa apareció en sus labios.

Adriana se puso de pie, se acerco a su amiga y la abrazó. Conocía a Ky y sabia cuando mentía y justo en ese momento lo estaba haciendo, ambas sabían que la situación era difícil para ella. Escucho unos sollozos y se sorprendió de ver lo fuerte que su amiga era, pocas eran las veces en las que Ky permitía sentirse vulnerable.

Lo siento.—susurró Adriana mientras pasaba su mano por la cabellera rubia de su amiga.—por no a ver estado para ti cuando todo se derrumbaba a tu lado.—murmuró, tratando de quitar ese fuerte nudo que se instalaba en su garganta.

Siento que soy una cobarde y buena para nada.—empezó a decir de repente la rubia, mientras que Adriana trataba de comprender porque ella decía es tipo de cosas.—no soy buena cristiana, no soy buena hija, no soy buena novia, no soy buena para nada..—gritó de repente, haciendo que Adriana se sobresaltara por su fuerte chillido.

Ky,no digas esas cosas eres una mujer fuerte, de terminada a salir a delante...—la pelinegra clavo sus ojos en los azulados de su amiga, sabia que algo escondía, eran pocas las veces que ella perdía sus cabales, a menos de que fuera por el.

Adriana se puso también de pie, con temblor en sus manos se acerco a su amiga, tenia miedo de lo que Ky pudiera decirle.—¿es por Nano, que Crees que no sirves..?.—le cuestiono, Ky dio un paso hacia atrás, los labios de la Pelinegra temblaron cuando vio como su amiga se desplomaba en el suelo.

Ky asintió, ella de verdad quería que por una vez las cosas le funcionaran, pero en la vida no todo nos sale como esperamos y aunque ella deseaba contarle la verdadera razón a su amiga, sentía que si le decía quizás ella la mirarían  con lastima.

¿Porque no me lo dijiste?.—indagó Adriana dejando que las lagrimas corrieran por sus mejillas. Ky negó repetidas veces,Adriana se arrodilló y extendió sus brazos para abrazar a Ky mas ella negó.

No podía quitarte tu sonrisa, hubiera sido egoísmo de mi parte.—mordió su labio tratando de evitar que este temblara.—seria injusto, que también derrumbara tu mundo.—Adriana negó.

Eres Mi mejor amiga.—su labio tembló con fuerza y un nuevo sollozo se escapo de sus labios.—si estas mal, yo también lo estoy..no quiero oírte decir cosas así, eres Fuerte y te aseguro que Dios pondrá en tu camino un mejor chico.

Ky asintió.—el problema radica en que aún lo amo .—siseó, tapando su cara mientras mas lagrimas corrían por su delgada cara.

Adriana se acerco un poco más y le abrazó.—lo sé.—suspiro abrazándola. Luego se percató de que había algo en las palabras y acciones de Ky, algo no concordaba si ella le amaba y el seguramente a ella..¿porque terminaron de esa manera.?

***

El sábado por la mañana, luego de dejar a Ky en su trabajo temporal como secretaria en ALDO Group Inc.

Me enamoré de una chica Pentecostal © [1]  BORRADOR COMPLETO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora