Me enamoré de una chica Pentecostal © [1] BORRADOR COMPLETO.

Extra II : la lumière qui brille dans moi.

ADVERTENCIA!!!!! (18+)

ESTE EXTRA contiene escenas sexuales, si no estas en la capacidad de soportar lo escrito te pido que te retires, este extra hace parte de la continuación de la historia ESDLP. por favor leer antes de comentar aquí  o criticar. el sexo no es una enfermedad, ni tampoco es algo de lo cual debamos tratar como TABU, soy cristiana y hablo de el sexo normal. las escenas escritas aquí: NO SON EXPLICITAS! si quieres leer porno VE A OTRO LADO! (18+)

Sarah Adriana Hilton.

Termino de darle clases de piano a Yoomin un joven coreano, que conoce muy poco el francés.

El hace una pequeña reverencia y yo solo lo observo.

Me pongo de cuclillas delante de él.

—¿porque mejor no me dices gracias?.—le cuestionó cargando mi voz de ternura.

Sus mejillas se tiñen de rojo y rápidamente da un paso hacia atrás.

Sonrío, y rebusco en mi mente algunas palabras de las cuales he aprendido, para comunicarme un poco con él.

—eres muy inteligente.

Le digo sonriéndole y extendiendo mis brazos hacia él.

Su pequeña boca se abre, sorprendido.

—¿usted habla coreano maestra?.

Niego divertida. Siempre me ha sorprendido que el tenga la capacidad de hablarme con tanto respeto.

Da varios pasos hasta estar delante de mi.

Es tan pequeño y su rostro es tan simétrico, sus pequeños ojos cafés claros como los míos y su increíble piel pálida, me hacen estremecer.

Deseo un bébé. Quiero tener un hijo de mi esposo.

Yoomin me hace querer tener bebés, trabajar con niños me hace querer tener millones de personitas para llenar cada rincón del apartamento.

—siento llegar tarde señora Hilton.

Escucho la voz de Amy la madre de Yoomin. Sacudo mis manos y me pongo de pie. Su pequeño rápidamente corre a los brazos de su mamá y siento como algo dentro de mi se llena de calidez.

Yo también lo deseo.

Le sonrío con ternura a la pequeña escena delante de mi.

Estoy segura que Dios a su tiempo me dará los míos, solo Dios que está en los cielos sabe cuánto deseo que sea pronto.

—no pasa nada.—le sonrío a Amy, ella está acariciando el cabello de Yoomin.—tiene un niño muy inteligente, es bastante rápido para aprender.

Amy observa a su pequeño, este le sonríe mostrándole sus pequeños dientes y su mejillas un poco sonrojadas.

—muchas gracias maestra, a Yogi realmente le encanta mucho la música.—clava sus ojos en mi.—usted ha sido la única maestra que mi Yoomin a apreciado.

Siento como mi corazón se llena de millones de mariposas que estallan en cada parte de mi, que una madre me diga algo así solo me hace sentir feliz y agradecida con Dios.

Las palabras me faltan y la madre de Yoomin rápidamente se da cuenta, ondea su mano en señal de despedida y toma el moral de su pequeño y sale del establecimiento.

Cuando el silencio me invade es que me doy que ya el último de mis alumnos se ha ido, decido tomar algunas partiduras de la clase, tomó mis documentos y mis llaves.