«Trente-trois»

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«Trente-trois» — Alors, tu me pardonne?

Gracias.—sonrio. Mientras que resivo con ternura el tazon de pastas, que Camila me entrega.

De nada.—sonrie mientras toma los palitos chinos y los hunde en su plato.—deberias comerte todo lo que esta aqui, ultimamente luces mas palido y tienes ojeras, nunca antes te habia visto asi Andy.—hace una mueca mientras dirije a sus labios las pequeñas baguettas.

Lo se.—suspiro mientras imito su gesto.—mi vida ultimamente es un caos, todo me sale mal y el estress se ha vuelto mi mejor amigo.—sonrio finguiendo alegria, me fulmina con la mirada y bebe un poco de su agua con limones.

Solto un pequeño suspiro.—aun asi deberias cuidar mas de tu salud.—alzo los hombros y tomo un poco de pasta.

No estabas muy lejos del hospital, debia sacar a Camila aunque fuera un segundo de el lugar donde estaba, era sofocante verla acostada en la silla a el lado del wynn, aunque el estuviera fuera de peligro, ella no queria dejarlo solo.

Me enoje un poco con ella recordandole que no estaba sola que ahora habia un pequeño o una pequeña dentro de ella y debia cuidarlo, aunque pataleo y hizo un berrinche acedio sabiendo perfectamente que yo tenia razon.

Andy.—alzo un poco mi rostro y de posito los palitos chinos a el lado de el plato y la observo.

Se que esto no me incumbe...—ruedo mis ojos mientras me cruzo de brazo, ella pasa su mano sobre su cabello y luego me observa detalladamente.

No me ruedes los ojos.—suspiro mientras empiezo a impacientarme, menea su mano restandole importancia a mi tipico comportamiento y prosigue.— que es lo que pasa entre esa joven Amara y tu?. ¿Son acaso novios?

Paso mi mano por mi cabello mientras frunzo el ceño.—¿Amara? ¿Quien es amara, Camila?.—suspiro irritado.

Esa chica que siempre anda con la novia de Nano.—posa su mano sobre su barbilla, luego da pequeñas palmaditas y sonrie.—Si Amara asi se llama estoy segura.

Ruedo mis ojos mientras sonrio con sarcarmo.—se llama Adriana, Adriana camila no, Amara.—me remuevo con cierta incomidida.—¿que pasa con ella?.

Toma con sus dedos el pequeño vaso de agua y le agrega un poco de sal, la observo intrigado.—es un antojo.—susurra apenada.—lo entenderas cuando te cases.—abro mis ojos grandemente, mientras ella rie por mi expresion.

Volviendo a el tema.—dice mientras bebe un poco de su jugo.—¿estan pelados con adriana?.—alzo mis hombros.—veras la razon por la que ella estaba ahi, fue porque yo la llame.

Trato de abrir mi boca para hablar mas ella me corta alzando su mano y pidiendome que por unos segundos solo escuche.—he visto que desde que ella ha llegado a tu vida, te haz impedido hacer cosas como amarla.. No se aque le tienes tanto miedo, haz cambiado mas de lo que yo misma crei, ya no usas esa mirada asesina que impide que la gente se acercara a ti, no se si es ella. Oh si es ese Dios que ella tiene, pero por una vez, Andy vive para ti, ya No estas solo como antes, creo que no te haz dado cuenta.—pone su mano sobre su vientre.—desde que Nano y tu se hicieron amigos de esas personas nuestro entorno ha cambiado, Tu haz cambiado, eres mas feliz, ries mas y haz dejado de creer que no mereces nada, por eso la llame, porque me agrada ella, me agrada ella para ti.—susurra mientras me observa con una calida mirada maternal.—estoy segura que pasa algo entre ustedes y creo adiel que deberias arreglarlo.

«cuando ella salio del cuarto su mirada era triste, no parecia la chica que vi entrar  con una mirada preocupada y un semblante palido, era diferente.. No se que fue lo que le dijiste o como la miraste.. Pero puedo asegurarte que tenia un aspecto de alguien abatido.—sonrio triste, haciendome sentir como un completo idiota.

Me enamoré de una chica Pentecostal © [1]  BORRADOR COMPLETO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora