«Quarante-six»

2.9K 126 87
                                    

«Quarante-six»—Jeu terminé.

Me despierto, por el murmullo de la voz de Marcos, entrecierro mis ojos masajeando mi frente mientras suelto un suspiro.

Llegamos señor amo.—dice mientras que dirige su mirada a mi corona, quien luce como un angelito.—¿deberíamos despertarla?.—cuestiona burlón. Mientras que yo niego.

Tomó con delicadeza su cabeza y la deposito sobre la inconfortable silla, se remueve un poco y murmura algunas palabras, cierro mis ojos en espera de que no se despierte.

Abro la puerta del coche y salgo.
Mi cuerpo está entumecido y mi cuello duele. Muevo mi cabeza de un lado a el otro, tratando de quitar la tensión que se ha instalada en mi nuca.

Después de estirarme un poco abro la puerta de mi pequeña, está sentada con sus ojos abiertos. Parece un poco perdida.

¿Dormisteis bien?.—susurró mientras la invito a tomar mi mano, ella desconcertada la toma y sale de el auto.

Si.—dice mientras un pequeño bostezo se escapa de su boca.—fue la mejor almohadas de todas.—talla sus ojos mientras, después pasa sus manos por mi cintura.

Inclinó un poco mi cara hacia ella y depósito un beso en su frente.—debo irme.—murmuró afligido.

Cierra un poco sus ojos, y me aprieta con cierta fuerza.—¿no puedes quedarte un poquito más?.—cuestiona abriendo sus ojos y pestañeando repetidas veces.

Sabes que normalmente no te niego nada.— dejó un beso en la punta de su nariz.— pero sabes que nano está fuera de control, debo estar ahí.—acuno su rostro y beso con ternura su boca.

Despegó mis labios y entrelazo nuestros dedos

solo tengo miedo.—aprieta con un poco de fuerza mi manos, mientras caminamos hacia su apartamentos. Frunzo el ceño.—¿no deberías dejar que se calme un poco?.

Niego.—Amor, yo sé que quieres que me quede contigo un poco más.—suspiró.—pero el,ahora me necesita y Ky necesita de ti.

¿Y si nano te golpea?.—pregunta preocupada.—¿y si deja un moretón en tu cara? ¿Y si destruyen su amistad por esto?

La observo, tomó la llame
Que tiene en su mano y la introduzco en la cerradura, espero el famoso click y entreabro la puerta para ella.

Él puede dejarme la cara destruida.—comienzo a decir.—puede romper cada extremidad de mi cuerpo, con cada golpe que el deseé. Puede quizás también dejarme sin dientes.—clavo mis ojos en los suyos.—pero jamás permitiré que algo destruya nuestra amistad, cualquier cosa se puede reponer. Menos la amistad que tengo con el, pequeña. El no es mi amigo, el es mi hermano y aunque en este momento desee romper cada uno de mis huesos, él hará lo posible para no destruir lo que hemos construido en estos años.

«nuestra amistad no se basa en palabras vacías, lo nuestro es casi como un matrimonio, peleamos y nos odiamos por momentos, pero a el final terminamos reconciliándonos y recordando los buenos y feos momentos.—suspiró mientras beso su frente.—solo déjame esto a mí.

Suspira más convencida.—deseo que todo sea para bien, que su amistad sea tan fuerte como la de David y Jonathan. Admiro la amistad fuerte que han tenido hasta ahora.

Y la seguiremos teniendo princesa, no permitiré que ninguna situación destruya esto. Soy de poco confiar y a pesar de que el puede llegar a ser un completo idiota cuando se enoja. No lo dejaría ir por nada del mundo. Él debe ser el padrino de mi primer hijo.—alzó mis hombros, ella se sonroja y ríe bajito.—y el tío corrupto que les enseñará a ser demasiado directo.

Me enamoré de una chica Pentecostal © [1]  BORRADOR COMPLETO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora