La oportunidad de otra vida (zosan♥)

7. ¿Y ahora qué?

[Intento de lemon 😓]

El moreno no perdió más tiempo y besó al rubio, lo beso con toda la pasión que sentía en ese momento, sin ninguna oportunidad de que el rubio replicará, haciendo que su mente se volviera en blanco.

Lo beso frenéticamente, el rubio trato de separase al principio, pero terminó cayendo en la pasión del moreno, en la lujuria con la que lo miraba. El moreno cargo al rubio en sus caderas y como pudo llegó a la cama donde lo acostó, pero ese pequeño momento donde se separaron a tomar aire, el rubio reaccionó.

-No, Zoro no...es-espera- trataba de decir el rubio, pero el mismo ya no podía parar.

-¿Sabes cuanto te desee?- preguntó el moreno besando el cuello pálido del rubio, recibiendo un gemido ahogado de su parte -¿sabes el tiempo me tomo aceptar que te había perdido?- preguntó mordiendo fuertemente la clavícula, y lamiendo el espero líquido carmesí que salía de la pequeña abertura -¿cuantas veces fantasee con tener así?...de nuevo mio, besándote... acariciándote.... sintiéndote debajo mio....-el moreno atacaba sin piedad al rubio, y este no podía parar de gemir, también lo deseaba, pero sabía que estaba mal...pero, no se creía capaz de parar lo que pasaría ahora, ya había caído en lo más profundo del abismo.

-Es...espera...por favor...- dijo el rubio suplicante, con un último esfuerzo de usar su sentido común y pensar en la situación en la que estaban, pero ya era demasiado tarde...

El moreno casi arranco toda la ropa del rubio y la suya propia, de un momento a otro los dos ya estaban desnudos y perdiéndose en las caricias del otro, ninguno pensaba lo que hacía, pero ya no les importaba nada más que sentirse mutuamente. El moreno preparó rápidamente la entrada del rubio, que este al principio se quejo por la incomodidad, pero a medida del tiempo se fue acostumbrando, hasta que el moreno no pudo más y entró de una sola embestida en el rubio, este quiso gritar del dolor pero fue callado por los labios del moreno sobre los suyos.

El rubio no podía parar de gemir y de jadear, el moreno daba certeras y fuertes embestidas en ese punto que lo hacía delirar, sentía que se volvería loco en cualquier momento.

Los dos hombres terminaron su encuentro de pasión llegando cada uno al anhelado orgasmo, el moreno vaciándose en el interior del rubio, y este entre su abdomen. Así cayeron en el abismo del cansancio, en los brazos del morfeo que no los dejaría ir tan fácilmente.

☆☆~☆☆

El moreno se vio despertando en la cama del pequeño cuarto sólo, a primera vista se asustó al no encontrar con la mirada a su rubio, pero se relajó al escuchar el agua correr del baño, si, Sanji estaba tomando un baño, una oportunidad que el moreno no desaprovecharía para tomar un baño con él. Cuando se decidió levantar de la cálida cama para dirigirse al baño, empezó a sonar con insistencia su celular, algo que lo extraño porque no recibía llamadas frecuentemente.

-¿Hola?

-[Hey, al fin te localizo].

-¿Qué quieres?- preguntó con fastidio el peliverde al reconocer la voz de la línea.

-[Nada en realidad, solo tengo curiosidad de saber qué hiciste con el cuerpo que te di...]-dijo la voz del otro lado como si hablara de lo más normal del mundo.

-Eso no te importa, el trato era que me dieras ese cuerpo sin cuestionarme nada.

-[Y el trato también decía que me pagarías por el cuerpo y mi silencio. Quiero mi dinero]-demandó haciendo sentir extraño al moreno que lo escuchaba atentamente.

-Tsk, te daré el dinero cuando acabe este trabajo, antes no puedo dártelo y lo sabes así que es mejor que te mantengas callado y sin llamar la atención- contestó el moreno en un tono amenazante que hizo que la persona de la llamada soltara una pequeña risa divertida.

-[Estaremos en contacto Zoro-ya].

Sin más el número colgó la llamada, el moreno no le dio más vueltas al asunto, porque sabía que no tenía de que preocuparse, o al menos por ahora. Al entrar al baño tubo una perfecta imagen del rubio bajo las gotas de agua caliente algo que hizo que extrañamente sintiera envidia de esas pequeñas gotas que tocaban libremente el cuerpo del rubio frente al el. Con mucho sigilo se acercó al rubio y lo abrazo desde atrás, sintiendo como el chico se asustaba por su repentina llegada.

-¡Maldito marimo!, ¿acaso quieres matarme de un infarto?.

El moreno no respondió y sólo río, beso suavemente el cuello del rubio recibiendo de este un jadeo, empezó a subir hasta llegar a su boca que tanto anhelaba besar hasta deshacer esos labios rojos y tibios -O-oye, ma...marimo, no me digas que quieres hacerlo otra vez- dijo el rubio un poco extrañado por su propio comentario, si era verdad es que el rubio sentía que no aguantaría el "2° round" con el moreno.

Aunque el peliverde opto por ignorar ese comentario y seguir con lo que había empezado, beso salvajemente esos labios que había extrañado todos esos años, y empezó a acariciar casi desesperado esa suave y tersa piel del rubio, que este a la vez aumentaba el volumen de sus gemidos.

-Zo-zoro...mmghh!

☆☆~☆☆

Después de que su baño hubiera terminado 30 minutos más tarde de lo que había previsto el rubio, y que -según el- le pudiera bajar la calentura al moreno; se encontraba acostado en la cama porque, literalmente, se sentía incapaz de poder mover un solo músculo, y el causante de su dolor muscular se encontraba sentado a su lado, observándolo fijamente como si en cualquier momento fuese a desaparecer el rubio.

-No me mire así- dijo de repente el rubio poniendo una de las almohadas en la cara del peliverde, pero este se la quito de inmediato mirando con enojo al rubio, el moreno se acostó totalmente a lado del rubio y lo abrazo, al parecer pensaba seguir durmiendo. -Zoro, ¿dónde esta Sanji Vinsmoke?

El moreno lo pensó por un momento, -En el fondo del mar junto con mi yate.

-¿Hundiste tu yate?- preguntó sorprendido el rubio.

-En realidad primero lo hice explotar. Fue un regalo, así que no importaba- contestó el moreno tratando de volver a su sueño.

-¿Por qué?...- siguió con insistencia el rubio.

-Los muertos no pagan deudas- el rubio se sorprendió ante eso, pero sabía que el moreno ya no le diría nada más del tema.

-...¿y ahora qué aremos?...

Preguntó el rubio, pero tarde se dio cuenta de que el moreno se había quedado dormido, ya que el rubio no estaba tan cansado, se puso a observar la cara dormida del moreno, hace tanto que no lo veía así, descansando tranquilo, casi como un niño.

-¿En qué me has metido estupido marimo?...

Lamento la demora, y por mi intento de lemon...