La oportunidad de otra vida (zosan♥)

14. El caso

—Lo haces bien marimo— le dijo en un tono divertido al peliverde, ganándose una mirada de fastidio.

El moreno llevaba un poco más de 2 horas tratando de terminar todo el papeleo que había en su pequeño escritorio, y no ayudaba que el rubio cada tanto le dijera comentarios de cómo se veía archivando papeles.

—Toma, en lugar de estar fastidiando mejor ponte a leer esto— le dijo el peliverde entregándole una carpeta de tamaño medio y con muchos archivos dentro.

—¿Qué es?— le preguntó curioso el rubio, empezó a ojear la carpeta encontrándose con las típicas fotos y declaraciones que debe llevar un caso, en el costado podía leer claramente;
Caso 58, caso resuelto.
Pocos testigos
Un culpable
Y en seguida aparecía la fotografía de un hombre, un hombre pelinegro, y una gran cicatriz surcaba su cada de lado a lado. Era Mr. Cocodrile, el rubio lo recordaba, había oído que era todo un estafador y que se había metido en en bajo mundo aliándose con el conocido y temido Don Quijote Doflamingo, si, eran muy peligroso, pero a Cocodrile le habían encontrado suficientes pruebas para encerrarlo y que esté ahí por el resto de su vida...

—Mira bien todo— le dijo el moreno dejando de lado el papeleo y observando cuidadosamente al rubio, éste siguió pasando las hojas y leyendo todo, analizándolo;
Culpable por fraude.... impostor.... trata de blancas......... trafico de drogas

Con eso ultimo el rubio recordó la platica de Vivi, "Zoro tiene un caso con un contrabandista de drogas". El rubo lo entendió, lo pudo ver el peliverde en su rostro, era obvio que el casos estaba cerrado, pero Don Quijote todavía seguía afuera y si era verdad su alianza, todavía el titiritero estaba moviendo los hilos tras el telón.

—Trafico de drogas... ¿tienes algún culpable? — preguntó el rubio todavía analizando toda la información.

—Aun no, ese es mi caso, tengo que encerrar al comerciante, tengo algunos candidatos pero ninguno con sertesa. El mas ligado a los trabajos de Cocodrile es llamado Mr.One, un gran peleador cuerpo a cuerpo y un buen espadachín, por desgracia no puedo asociarlo con las drogas ya que solo se le vio con Cocodrile pocas veces, ahora esta desaparecido y eso lo vuelve mas difícil.

El rubio seguía pensando, el moreno no podía llamarle caso a solo suposiciones, no tenía ni pies ni cabeza la situación solo era un montón de " casualidades".

—¿De qué se trata el caso?, es obvio que no solo es eso, hay algo mas....tu no te guías solo por sospechas y no pueden mandarte a resolver un caso con solo rumores.

El moreno sonrió complacido y prosiguió —Aunque no lo creas ese es mi caso, tengo que encontrar al comerciando con solo rumores.

El rubio se quedo pensando, nada tenía sentido —¿Por qué?, no tiene sentido, solo te mandarían a resolver caso así si quisieran...que... fracasaras...— lo ultimo el rubio lo dijo en un tono de voz que solo él y su pareja podían escuchar, solo vio como el moreno empezó a reír divertido.

—¡Enserio eres genial!— le dijo complacido, después se torno serio —bueno asertaste en todo, felicidades— le dijo con una sonrisa.

—¿Por qué?

—Lo resumiré— el peliverde espero un momento buscando las palabras correctas para usar —no llegue a esta unidad en plena forma de policía— "por qué no me sorprende", legó a pensar el rubio —el caso es que cometí algo así como un crimen, si quería tener un vida fuera de las rejas, tenía que resolver un par de casos en este recinto. Y este caso es el último, velo algo así como una prueba, cuando lo resuelva seré completamente libre de este lugar.

—¿Te iras de la unidad?— le preguntó el rubio asombrado aun con su tono de voz bajo .

—Nos iremos, estamos juntos en esto— el dijo el moreno tomando su mano y besándosela, haciendo sonrojar al rubio —Iremos a Moscu, tengo unos amigos allá que nos darán un lugar en la policía. Por eso necesitó tu ayuda en este caso.

—Irnos...—dijo el rubio sin creercelo.

—Sanji, quiero una vida segura junto a ti, y se que este lugar es peligroso— dijo el moreno sin a ver soltado su mano. El rubio podía verlo, veía un brillo de preocupación en sus ojos, algo le angustiaba.

—No me iré marimo, quiero estar contigo— le dijo el rubio, haciendo que el moreno casi se derritiera, sentía como su corazón latía a mil por hora, si, ahora estarían juntos y nada ni nadie los separaría.