XIII. "La manta para hacer hijos"῀

2.1K 204 24
                                    

῀"La manta para hacer hijos" ῀

Eran las nueve de la noche, él había arreglado su propia cama en el suelo, tirando frazadas, sabanas y almohadas. En cambio, ella se dormía en su cómoda cama, ambos necesitaban un largo descanso por todo lo que va pasando al transcurso de los días, faltaba una semana para la boda.

Sesshomaru no podía dormir pues de apoco algo lo atormentaba, se le hacía un nudo en la garganta, volvió a dudar respecto a la boda, ya que de apoco le estaba tomando un cierto cariño a su novia de mentira, al no poder dormir se levantó del suelo para admirar; a la hermosa secretaria. —Estoy pasando la línea... ¿Que estoy haciendo? ¿Porque no dejo de mirarla? se preguntaba en su mente, escucho unos ruidos proviniendo del otro lado de la puerta.

—"Sesshomaru, Kagome tengo que entregarle un regalo" al escuchar esa voz masculina y débil, supuso que se trataba del abuelo de su secretaria. —Maldición. —hablo por lo bajo.

Este se apresuró en levantar todas las cosas que estaban tiradas en el suelo, para que ese anciano no sospechara nada, acomodo todo y despertó apoyando su mano en la cintura de ella, —Oye, despierta, tenemos visitas. —le hablaba con voz baja.

— ¿Quién? —pregunto estando un poco dormida.

—Es tu abuelo.

Se exalto sin gritar, su novio de mentira, le explicaba lo que tenía que hacer en este momento...Fingir que estaban durmiendo acurrucados como cucharitas. — ¿Pasen? —ordeno Kagome, al sentir el cálido abrazo que "fingía" el joven.

— ¿Interrumpo algo? —pregunto el ansiando al traer una manta, de color rojo con detalles bordo y negro.

—N-No—respondieron al unísono.

—Oh! Igual discúlpenme, les traje esto que ha pasado por generaciones de la familia Higurashi—hablaba el abuelo, mientas que ponía sobre las sabanas de estos dos.

—Gracias abuelo, pero ¿Qué es esto? —interrogo su nieta sin entender nada.

—Es la manta para hacer hijos—aclaraba su respuesta dejando a los otros dos con la boca abierta.

— ¿Hijos? —repitió Sesshomaru, mientras que una gotita caía por su nuca. — ¿Acaso este señor quiere nietos?

— ¡Abuelo! —reacciono alterada. —Pero que cosas dices—decía sonrojada y ocultaba su rubor entre las sabanas.

—Tu abuelo no es el único que quiere nietos, Kagome. Yo también quiero que tengas un hijo—interrumpió su madre al entrar en su habitación.

— ¡Mamá! —exclamo con vergüenza. —Pueden retirarse...

— ¡Hasta la señora Higurashi quiere que tengamos un hijo! Pensaba Sesshomaru sin ni siquiera salir del shock, esto le sorprendió mucho porque nunca lo hubiera pensado de esa manera, —El primogénito Taisho—volvió a pensar con una pequeña sonrisa en sus labios, después de la boda y un hijo, serían las dos cosas definitivas para obtener su herencia como primer hijo de Inu Taisho. — ¿Podrían retirarse?

— ¿Qué?

—S-Si, los dejaremos solos con la manta para tener hijos. —hablaron al mismo tiempo el anciano y su suegra, para después retirarse de allí, dándole privacidad a estos dos.

—Al fin se fueron. —suspira el joven al acariciarle la mejilla.

— ¿Q-Que se te ocurrió ahora? —interrogaba la pelinegra sospechando de aquel.

—Podríamos intentarlo ¿no? —le contestaba al hablarle con esa voz seductora, Kagome se ruborizo una vez más, aunque su reacción fue un codazo en el estómago de Sesshomaru para distanciarlo un poco.

—E-En este momento, no. —Contesto desviando la mirada, —Y me disculpo por el codazo que le di.

—Si sigues negándote de esa manera, no te aumentare el sueldo—contradecía para volver a negociar una vez más. Noto que su secretaria había abierto los ojos como si fueran platos, conocía muy bien esa reacción, de alguna forma ella caería a sus pies.

—... ¿Quieres que llame a tu padre? —le amenazaba al sonreír de manera picara. —Y le contare toda la verdad.

—...Mejor no.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Durante la mañana del día siguiente, la azabache estuvo paseando con su madre, para buscar algún local donde puedan diseñar o agregarle cosas al antiguo vestido de la señora Higurashi.

—Estoy muy feliz que vas a utilizar mi vestido, Kagome—le decía su madre mientras caminaban y observaban en cada vidriera que mostraban algunos diseños.

—Sí, estoy feliz por eso—fingió una sonrisa pero en su interior, estaba completamente dolorida. —No quiero decepcionarte.

En la otra vereda, el sujeto salió corriendo atrás de unos ladroncillos, que eran prácticamente unos huérfanos que vivían en la calle.

— ¡Detengan a esos niños! —gritaba un kiosquero que veía a unos niños que robaban sus golosinas.

La niña tenía cabellos negros y ojos cafés llegando a una edad aproximadamente siete años, el otro era un niño de cinco años, pelirrojo de ojos verdes claros, casi un turquesa. Ambos eran unos huérfanos fugitivos de kiosco que vendía unos ricos dulces...

— ¡Apresúrate Shippo! —le decía Rin cuando estaban corriendo siendo perseguidos por ese señor.

—Sí. —asintió Shippo. Ellos tomaron un atajo, perdiéndolo de vista al señor, pero no se esperaban que la otra vereda venia una joven llevándose consigo una caja grande y blanca.

Cuando se chocaron, por suerte, la caja no fue abierta, sino que la madre de Kagome logro atrapar la caja que contenía el vestido de bodas. Higurashi se quedó observando como aquellos niños huían pidiendo perdón.

— ¿Quiénes son esos niños? —se preguntaba ella al verlos con lastima por la vestimenta rota que tenían. —Pobrecitos.

—Kagome, debemos irnos.

—S-Sí.

Kagome Higurashi comenzó a pensar respecto a tener hijos con Sesshomaru Taisho, el tema era depende de cómo salgan las cosas...De apoco algo nuevo está surgiendo en ella, pero no quería demostrarlo ante su "amo"...Y sobre aquellos niños, supuso que podría adoptarlos...

Continuara...

Muchas gracias por sus comentarios, espero que este capítulo les haya gustado n.n nos vemos en el próximo capítulo, ya se acerca la boda de estos dos... :3

¡Saludos y cuídense!

Atte. J.H

Una Boda de MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora