capítulo 12

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Una semana a pasado desde el incidente en el hospital, aún no hablo con Carter y eso me agobia quiero terminar de una vez con esto. Estoy en el mostrador cuando siento a alguien delante de mí, levanto mi cabeza y fijo mi mirada en esa sonrisa tan hermosa que ya había visto antes.

-Hola boxeadora.

-Hola tanto tiempo ¿qué haces aquí?, que pregunta más estúpida es obvio que vienes a comer.- me sonrojo y escondo mi cara en mis manos.

- Si y no, bueno la verdad no esperaba encontrarte aquí pero me alegra.

-Dime ¿qué vas a ordenar?

- Dame una hamburguesa con papas y una malteada de chocolate.

-Bien ¿algo más?- niega con la cabeza mientras cancela y se queda esperando junto a mi, porqué me mira tanto.

-La verdad es que si, quiero algo más.

- Si, ok dime.

-¿Quería saber si te gustaría tomar algo conmigo? - Lo miro boquiabierta y me sonrojo, Dios mío que es esto.

- Bueno verás no puedo, estoy trabajando.

- Pero no es necesario ahora, quizás otro día Mañana tal vez, por favor no digas que no.

Como negarme a esa sonrisa tan linda, que estoy haciendo no debo salir con nadie hasta hablar con Carter. Antes de responder veo a Andrea al lado mío.

- Hey tris ya se acabo tu hora, puedes ir.- la miro sorprendida es idea mía o ella quiere que salga con Gabriel.

- Perfecto si quieres te espero, o debes ir a ver a tu hijo, si es eso lo entiendo y quedamos para otro día no tengo problemas con esperarte.

-  Esto es un poco raro, pero si esta bien deja llamar a mi madre para decirle que llegaré un poco más tarde.

Andrea me toma del brazo y me acorrala, ya viene el interrogatorio ¿por qué a mí?

- Cuéntame todo ¿quién es el?, ¿donde lo conociste?, ¿que hace?  Y Lo más importante ¿por que te invita a salir?

- Primero, él es quien me separó de la otra tipa cuando iba a golpearla, segundo lo conocí en el hospital es obvio, tercero y más obvio aún es enfermero y cuarto, no lo se estoy tan sorprendida como tu. Y ahora antes que se valla voy a cambiarme y por favor, no lo espantes.

- Genial, ve anda a cambiarte mientras hablo con el, esto es tan emocionante por fin saldrás con un chico.

Se da media vuelta y se va, me apresuro a cambiarme y salgo. No veo a Gabriel por ningún lado miro a Andrea y ella sonríe

- No me digas que ya lo espantaste, te dije que no lo hicieras.

Ella niega con la cabeza y apunta atrás de mi, cuando me giró veo a Gabriel con su sonrisa cautivadora y un ramo de flores en sus menos suspiro de alegría y le sonrió de vuelta.

- Pensé que te habías ido.

- No, sólo fui a comprar estas flores para ti.- Dios mío me desmayo aquí mismo, que amor nunca había recibido flores en mi vida, no esperen si el día en que Carter me pidió ser su novia. Maldita sea sal de mi cabeza por hoy.

- Gracias están muy lindas, ¿nos vamos ya?- el asiente y toma mi brazo como todo un caballero.

Llegamos a un café pedimos y nos vamos a sentar a una mesa para dos, esto es tan raro jamás pensé en estar así con alguien otra vez en una cita.

- Y bien Cuéntame más de ti señorita boxeadora.

- Pues bien primero, no me digas así me da vergüenza haberte conocido de esa manera tan vergonzosa. ¿Que quieres saber? ya sabes lo más importante.

- Eso es verdad, siento que te conozco desde siempre, me sorprende que no pueda dejar de pensar en ti y eso me avergüenza demasiado.

- Oh Dios Mío, no me digas eso ¿estas coqueteando conmigo? no puede ser.- me tapo la cara en vergüenza, que es todo esto.

- Disculpa no quise avergonzarte, pero es verdad Desde ese día quiero volver a verte.

- Gabriel no digas más, por favor yo no puedo, no debo.

- No estamos haciendo nada malo sólo conocernos, quiero ser tu amigo, vamos dame la oportunidad.

- Yo... Está bien seamos amigos. – le digo mientras sonrió.

La tarde transcurre de lo más normal nos reímos y hablamos le cuento un poco de mi historia con Carter y mi hijo, el de su familia y sus estudios. Cuando miro el reloj me doy cuenta que son las siete, le digo que debo ir a ver a Criss, y se ofrece para llevarme hasta mi casa.

- Me encantaría poder conocerlo algún día, me imagino que debe ser igual de hermoso que su madre.

- Esta bien ¿Por qué no?, bueno ya es hora de irme muchas gracias por todo, fue un placer y espero tu llamado.

-Adiós Tris, el placer fue mío.

- Adiós.- Me bajo de su auto y entro a casa con la sonrisa más grande del mundo está  fue la mejor tarde de mi vida.





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