— ¡Katerina! –sentí que gritaban en mi oído. Yo me sobresalté y caí de la cama-. Genial, estás despierta.— ¿¡Pero qué te pasa, estúpido!? –grité abriendo los ojos. Mi hermano comenzó a destornillarse de risa.
Era temprano y no quería levantarme. Estaba plácidamente durmiendo y además ¡era fin de semana! Se supone que uno duerme hasta donde quiera.
—Mamá quiere que te levantes -me contestó y sonrió de lado-. Irás con Sarah y Sally a comprar el vestido para la fiesta de los Hills...
—Pero estoy cansada -me quejé. Tomé el acolchado y lo tiré arriba mío.
Realmente quería seguir durmiendo.
— ¿¡Alguien dijo cansada!? –dijeron Sally y Sarah entrando en la habitación. Yo rodé los ojos.
—Es temprano -me quejé, otra vez, tapándome la cara.
— ¿¡Temprano!? –gritó Sarah ¿por qué todos gritaban?-. No sé qué concepto tienes de temprano, Kat, pero son las 12 del mediodía.
—Debes levantarte -dijo Sally y me sonrió-. Vamos, Kat.
—Sino... -dijo Chris, me saqué la almohada de la cara, para mirarlo.
—Mm... Qué lástima -agregó Sarah, observándome y luego a sus dos acompañantes.
—A la cuenta de tres -sentenció Sally.
—Uno...
—Dos -los tres se miraron y yo los miré a ellos.
— ¡Tres! –gritaron a la vez y se tiraron arriba mío, para hacerme cosquillas.
— ¡No...! No -dije riendo y retorciéndome- ¡Basta...!
—Solo si te levantas -dijo Chris.
Yo reí y asentí. Odiaba las cosquillas. Definitivamente no sabían como despertar a una persona.
—Bien, entonces... –empezó a decir Chris-. Mi trabajo aquí está hecho. Me iré.
Él salió de mi habitación, no sin antes guiñarle un ojo a Sally. La mencionada se quedó mirando su culo y yo hice una mueca.
—No hay necesidad de que lo inspecciones tanto, Sally -dijo Sarah, riendo-. Ya sabemos que ambos se gustan.
— ¿Qué dices? –preguntó Sally, riendo nerviosamente-. No nos...
— ¡Vamos, Sally! –la interrumpí, riendo-. Se nota a kilómetros. Pero no te preocupes, con Sarah creemos que hacen linda pareja.
Nunca antes había visto a Sally sonrojarse de aquella manera.
—Bien, ahora debes cambiarte, iremos a comprar los vestidos para la fiesta de Aaron –dijo Sarah, cambiando el tema de conversación-. Nuestros padres han hablado y quieren que vayamos lindas vestidas. Creyeron que la pasaríamos bien si íbamos juntas.
Yo asentí. Las gemelas tenían un vestido y una campera puesta, con zapatos. Yo, en cambio, me puse una pollera, una remera, un buzo y unas zapatillas. Tomé mi celular, donde tenía un mensaje de Aaron, sonreí.
—Aww, tu novio te mando un mensaje -me dijo Sally para molestarme, a lo que Sarah se rió.
—No somos novios, Sally -la corregí, sonrojada-. Pero sí, últimamente lo hace siempre.
— ¡Aw! –exclamó Sarah-. Que ternura.
Miré el mensaje.
—Déjame ver que ha puesto -dijo Sally, sacándome el celular ya que yo estaba sonrojada y no les decía nada- ¡Mira, Sarah! Le está preguntando si hará algo hoy.
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Mi Primer Amor
RomanceEnamorarse por primera vez es la mejor experiencia que todos pasamos. Reír, llorar, besar, abrazar, unas de las tantas cosas que hacemos. Katerina Williams sufrirá todas aquellas acciones, al igual que Aaron Hills, cuando se enamoren uno del otro...