Enamorarse por primera vez es la mejor experiencia que todos pasamos.
Reír, llorar, besar, abrazar, unas de las tantas cosas que hacemos.
Katerina Williams sufrirá todas aquellas acciones, al igual que Aaron Hills, cuando se enamoren uno del otro...
Los camiones de la mudanza habían llegado hacía unas horas. Nos habíamos distribuido las cajas de cada uno, así que dediqué el resto de mi tarde a ordenar mi habitación. Ordené mis libros, el resto de mi ropa y coloqué las cosas en mi baño. Guardé mis maquillajes y esmaltes en sus lugares correspondientes.
Faltaba casi una hora para ir a la casa de los Hills y yo estaba en ropa interior, decidiendo que me pondría para cenar. Mamá me había dicho que teníamos que ir vestidos elegantes, aparentemente los Hills era una de esas familias que se visten de manera formal para recibir visitas. Raramente, no me sorprendía. Tenía, por suerte, muchos vestidos y conjuntos para elegir. Lo malo era no poder elegir.
Mi celular sonó con un mensaje de Aaron. Sonreí y lo desbloqueé.
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Me sonroje, miré mis vestidos, una vez más, y elegí uno azul eléctrico. Era corto, al cuerpo y me encantaba. Recuerdo que me lo había regalado papá para mis 17 años. Lo había usado solamente dos veces, desde ese entonces.
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Le sonreí a la pantalla como idiota.
Me puse el vestido y unos zapatos de taco. Me pasé base y un poco de delineador. Decidí pasarme un poco de brillo en los labios y hacerme una trenza cocida. Me observé en el espejo y sonreí, satisfecha con el resultado. Miré la hora y faltaban 15 minutos.
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Apreté el botón de reproducir audio.
"Estoy esperándote, me aburro ¿sabes? Dile a tu madre que se apure"
