La factibilidad de lo imposible

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Al cabo de unos minutos llegamos a mi casa.

Me acerqué a la puerta y saqué la llave, pero antes de introducirla en el cerrojo advertí que la puerta estaba entreabierta.

-Que extraño. Yo recuerdo haber cerrado con llave- dije inaudible.

Abrí por completo y entre, pero encontré una gran sorpresa: Todo estaba desordenado; los muebles fuera de su lugar, cosas en el suelo y otras rotas.

Gael veía lo mismo que yo, solo que a diferencia mía, el permanecía impávido ante la situación, como era él.

-Parece que también te buscaron aquí- mencionó cautivando mi interés.

-¿Qué? ¿Cómo que"tambien"?¿Por qué me seguían esos tipos? ¿Como es posible que tu seas real? ¡Nada de esto tiene sentido!

Había en mi una horrible mezcla de emociones negativas: Frustración, angustia, enojo, miedo.

Creo que todas esas emociones que sentía en ese momento se reflejaron en mi voz, ya que Gael se sorprendió un poco.

-Parece que nunca antes te habían explicado algo respecto a esto- habló disminuyendo el nivel de su voz y agachando levemente su cabeza.

-¡¿Crees que si ya lo sabía estaría reaccionado de esta manera?!

-Bueno. Tendré que explicarlo yo. Para ello te pediré que no me interrumpas.

Asentí con la cabeza. No tenía nada en contra de su petición, solo quería que alguien me explicara lo que estaba pasando.

-Entonces- comenzó-Existen "soñadores". Los soñadores son personas que todo lo que imaginan se vuelve realidad, por mas imposible que parezca lo logran. Se podría decir que es un poder ilimitado el que poseen. Antes había cientos de soñadores por el mundo, pero en los últimos siglos han desaparecido gradualmente. Solo quedan seis soñadores por todo el mundo. La razón por la cual ellos te siguen está ligada a esta explicación. Están llevando a todos los soñadores para obtener su poder. Por eso te seguían.

No aguanté mas y lo interrumpí.

-En pocas palabras me estas diciendo que yo soy uno de esos "soñadores".

-Si. Eso explicaría el "por qué" estoy aquí, agregó como si nada.

Esto era demasiado insólito. Esto debía de ser otro producto de mi imaginación.

-Esto es un sin sentido. Me iré a dormir. Quizás todo tenga mas sentido mañana.- exclamé furiosa, mientras subía las escaleras y golpeaba con furia la madera del escalón.

Entré a mi habitación y cerré la puerta con seguro por si acaso. Por suerte mi cuarto no estaba tan desordenado. Ordené rápidamente y me metí al baño para ducharme rápido. Salí y me metí a la cama, sin que me importara si el cabello estaba mojado.

Al principio creí que mis pensamientos sobre lo recién ocurrido no me dejarían descansar, pero me equivoqué, por que tocando mi cabeza con la almohada, caí profundamente dormida.

A la mañana siguiente me desperté; como siempre mi cabello y mis cobijas estaban hechas un desastre. Hice a un lado las sábanas y me paré.

Cambié mi pijama por el uniforme de la escuela y descendí a la cocina. Tenia tiempo suficiente para desayunar con calma, hoy no me había entretenido escribiendo.

Al terminar de bajar las escaleras noté que todo estaba ordenado. En ese caso todo fue un sueño o me estaré volviendo nas loca de lo común. No. Todo fue una simple alucinación.

Desayune con toda calma y aborde del mismo modo el autobús. Me senté en el lugar de siempre miré por la ventanilla.

En aquel viejo árbol del parque estaba aquel simpático duendecillo. Todo era como antes.

Todo fue un sueño. El típico cliché.

Llegue a la escuela, bajé del autobús y me encaminé a mis clases.

Entrando al salón y dejando mis cosas en mi asiento, Verónica llegó por detrás mío por sorpresa.

-¡Evelyn! Buenos días-dijo eufórica.

-Me asustaste- respondí dando un pequeños suspiro- ¿A qué se debe tal entusiasmo?

-¿Aún no lo sabes?- preguntó sorprendida.

-¿Crees que si lo supiera te estaría preguntando?

-Si. Lo siento. Es que dicen que va a venir un nuevo estudiante de intercambio. Hay rumores que es un chico muy atractivo. De hecho, hay chicas se otras clases que ya se están peleando por él.

Reí entre dientes.

-Esas personas si que están desesperadas por amor.

-Lo mejor de todo- agregó sin prestarle importancia a mi comentario-. Hablé con una profesora y dijo que estaría en nuestra clase.

-Vaya. Pero que interesante- comenté con sarcasmo.

Nuestra charla fue interrumpida por el profesor que entraba al salón.

-Como ya muchos de ustedes saben, hoy recibimos a un nuevo alumno de intercambio. Viene de una ciudad vecina.- hizo un ademán con su mano en dirección a la puerta.

El nuevo alumno entro y se paró junto al profesor.

Mi respiración se detuvo por un momento al ver quien era. No debía ser cierto.

-Hola. Mi nombre es Gael. Espero poder llevarme bien con ustedes- se presentó y dirigió una mirada sínica hacía mi.

¡Esto era insólito!

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Lamento si tardo mucho en publicar otra parte. Mi inspiración ya no es tan frecuente como antes. En estos momentos se ha ido inspiración para continuar. Pero esperemos pacientes a que quiera regresar la desgraciada. :v

La existencia de lo irrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora