Muerte de la realidad

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Aquel ser, persona u lo que fuera, me estaba alejando cada vez más. Me cubría con una mano mi boca, para que no gritase o hablase; la otra apresaba mi cuerpo.

Jalaba y me revolvía para poder liberarme, pero mi oponente era muy fuerte, no podía ganarle mi fuerza contra la suya. Pensé una manera de poder librarme, una acción que lo obligaría a soltarme: Tomé sus brazos con mis manos y lo empujé contra la pared y aplicando más fuerza golpeando mi espalda contra su cuerpo. Esta acción lo forzó a dejarme libre.

Quité rápidamente sus manos de encima mío y golpee su estomago fuertemente, para tener tiempo de huir. Pero, cuando me di la vuelta para correr de vuelta a la calle en donde estaba, aquella persona me tomó de la muñeca.

¡¿Qué?! ¿Todavía tiene fuerzas?!

Iba a golpearlo de nuevo pero...

-Evelyn - dijo mi nombre con voz adolorida. Era una voz masculina.

Al mencionar mi nombre me detuve de inmediato ¡¿Cómo demonios sabe mi nombre?! No, sabe mi nombre por que pertenece a esa banda de secuestradores. Es lógico.

Gire nuevamente para darle otro golpe, esta vez con mas fuerza; pero esta vez detuvo el golpe, atrapando mi puño con su mano. -No tienes por que tener miedo de mi. Yo no quiero llevarte a la fuerza como esos sujetos. Quiero protegerte de ellos. Así que confía en mi.

Su rostro estaba oculto en la sombra de una casa.

No entendía nada de lo que estaba pasando; ni quien era él, ni los otros sujetos, pero había algo en él que me inspiraba confianza. Aun si ver su rostro, me parecía familiar.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un grito:

-¡Ahí están!- de parte de los hombres de traje negro.

-Entonces- dijo aquel personaje, trayendo de vuelta mi atención a él- ¿Confiarás en mí?

Asentí con la cabeza, un poco nerviosa. No sabia nada de él y ya le estaba diciendo que si, pero podía ser mi única salvación en ese momento.

Al momento de asentir soltó mi muñeca y agarró mi mano. Se agachó un poco y dio un gran salto.

Su impulso fue tan grande que nos levantamos muy alto por el cielo nocturno, por encima de los edificios; pero cuando cuando ese impulso se terminó, nos vimos atraídos por la gravedad, descendiendo rápidamente.

Él cayó de pie, como un gato, en cambio yo, rodeé por el suelo. No me quejé, ya que en ese momento un pensamiento cruzó por mi mente:

Voz que inspira confianza, saltos tan alto que parece que vuela ¿No será...?

-¡Gael!- exclamé sorprendida, girando a verlo mientras me incorporaba.

Gael sonrió débilmente.

Gracias a la luz de la luna y que ya no había construcciones que obstruyeran su brillo, pude obsérvalo con claridad. Alto y aun que delgado, con algo de músculo; su cabello era una rara combinación entre ondulado y lacio. Sus ojos eran de un hermoso color gris claro. Era tan atractivo como lo había imaginado.

-¡Gael!- volví a exclamar. Aun no creía que estuviera frente a mi. Era prácticamente imposible.

-Vaya. Hasta que me reconoces. Y eso que tu me creaste.

-Sí. Por eso. Yo te imaginé. Eres solo un personaje que to creé. No es posible que seas real. Solo eres un producto de mi imaginación.

El rechinar de las escaleras de incendios detuvo mi objeción. Otra vez esos secuestradores. Eran muy molestos.

-No te puedo explicar aquí. Es muy inseguro- mencionó Gael.

-¿Que te parece si vamos a mi casa? -sugerí de repente.

Gael se quedó reflexionando un poco y luego dijo:

-Si. Creo que no es mala idea. Además, no queda lejos de aquí.

-Espera ¿Cómo sabes donde queda mi casa?

-Tu me creaste. Se prácticamente todo acerca de ti.- me dijo con una sonrisa pícara dibujada en su rostro.

-Espera. - le detuve tomándolo del brazo- Explícame todo lo que esta pasando y como es esto posible.

Volvió a sonreírme amablemente.

-Te lo explicaré cuando lleguemos.

Extendió su mano hacía mi. La tome un poco asustada, y de nuevo, de un gran salto, regresamos al cielo nocturno, pero ahora saltando por los techos de las casas.

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Lamento si tardo en subir la otra parte, es que tengo que estudiar para los exámenes. Pero de no se preocupen, en cuanto tenga la cuarta parte y tiempo la subo. ;)

La existencia de lo irrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora