¿Compañero?

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Llegamos a la clase y todos estaban hablando y murmurando.

Algunos lloraban mientras otros simplemente permanecían en silencio. En sus rostros se reflejaba el miedo y preocupación que invadía sus corazones.

 Al ver que entraba al salón y dejaba mis cosas en mi lugar, chicos y chicas por igual me rodearon, y comenzaron  preguntarme cosas cómo: "¿Sabes qué fue lo qué pasó? ¿Cómo te sientes al saber qué tu amiga está muerta?¿No te dijo nada durante las clases que pudiera servir de pista para la policía?"

Parecían reporteros al estar haciendo tanto ruido. Debía callarlos pronto, o si no, Akane se enfadaría y saldría. Algo muy malo sucedería si eso pasa. No por mi, sino por mis compañeros, quienes sufrirían la molestia de Akane.

-¡Tranquilos!- hablé alto, callándolos a todos.-No se qué fue lo que pasó. Nunca me dijo nada, como si la tenían amenazada o algo por el estilo. Y la verdad me siento muy mal porque mi mejor amiga tuviera ese cruel destino.- Expresé con lagrimas falsas en mis ojos. en ese momento reconocí mis habilidades para mentir.

Terminando de dar mis falsos sentimientos todos continuaron alegando y gritando sus preguntas. Pero gracias a la llegada del profesor al salón, todos se calmaron y tomaron sus asientos correspondientes.

Colocó su maletín lleno de papeles sobre el escritorio.

-Buenos días alumnos.-saludó- Supongo que y todos ustedes ya se enteraron sobre el incidente que ocurrió ayer por la noche. Sólo quería informarles de la dolorosa pérdida de de su compañera Verónica. Aún no se sabe a profundidad que fue lo que sucedió; no había fallas eléctricas ni nada por el estilo, por lo que no se sabe que fue lo que ocasionó el incendio; las cámaras de seguridad fueron removidas. No hay nada de información sobre el caso que se puedan salvar.

Terminada su información todos comenzaron a quejarse. Decían cosas cómo: " Encuentren al criminal! ¡¿Qué tal si es un asesino en serie y los siguientes podríamos ser alguno de nosotros?!"

Todos tenían miedo, pero había algunos que combinaban ese temor con enojo, por lo cual exigían justicia. A mí me daba lo mismo, aun que  veces me daba un poco de risa el miedo que emanaba de ellos. No tenían por qué preocuparse, no les haría nada, a menos que hicieran algo por lo cual Akane y yo los consideráramos una amenaza y tengamos la necesidad de eliminar del camino a esa amenaza. 

El profesor detuvo el alboroto para poder iniciar con la clase.

La clase prosiguió como el resto de los días. Una monotonía que no vale la pena describir.

Todo estudiante normal espera con ansias el toque de salida,para poder escapar de esa "prisión" que llama escuela. Pero por mi parte era todo lo contrario a eso. El hecho de que esa campana sonara significaría el tener que explicarle todo a Gael. Y para ser sincera, aun no había ordenado mis palabras para saber bien que decirle. Pero da igual, no tengo por que preocuparme tanto por eso, al fin y al cabo solo es hablar con la verdad y todo estará bien.

Lo que más temía sucedió, era un hecho inminente. 

Recogimos nuestras pertenencias y salimos del salón.

Gael iba detrás mío, esperando a que yo dijera algo, pero como no lo hacía no resistió mas y habló primero:

-¿No me explicarás nada?

Aun de espaldas seguí caminando, y con tono serio respondí:

-No es lugar para tratar de este tema, iremos a otro lugar. Sé paciente.

Fueron la únicas palabras que intercambiamos en todo el camino. 

Subimos al autobús de regreso a casa. Había pocas personas, lo cual hacía la espera  y el silencio fueran más abrumadores y desesperantes. 

La existencia de lo irrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora