De la fantasía a lo real

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¿Han pensado alguna vez, qué si todo lo que creemos solo un mito, leyenda o un simple producto de nuestra imaginación, fuese...real? ¿Qué hay algo que el simple ojo humano no es capaz de percibir, y que por el simple hecho de no verlo, afirman con toda seguridad que no es real? En serio. A veces pienso que los humanos suelen ser muy torpes y cerrados a nuevas ideas.

Bueno, yo antes no me cuestionaría nada como esto, sino, hasta conocerlo a él. Una persona que cambió por completo mi supuesta vida normal.

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"...las lagrimas corrieron por sus mejillas, llevándose con ellas algo de sangre que impregnaba su rostro. Se secó las lagrimas con las mangas de su sudadera y contempló el cuerpo sin vida de su victima, que yacía a sus pies. ¿Porqué otra vez? Se decía para sus adentros; ya que de nuevo le había privado de la vida a un ser mas..."

Cerré mi libreta muy orgullosa y satisfecha por como terminaba mi historia. Dejé el lapicero junto a la libreta y miré la hora en el reloj digital ¡7:40 am!¡Demonios. Iba a legar tarde a clases! Guardé mi libreta y lapicero rápidamente en la mochila. Salí de mi habitación sin si quiera cerrar la puerta. Baje las escaleras y me dirigí a la cocina, de ahí tome un jugo envasado de manzana y unas galletas de chocolate. Salí corriendo de la casa para dirigirme a la escuela, pero sin antes cerrar la puerta con llave.

Corrí a la parada del autobús, que por suerte alcancé a abordar. Me senté, como siempre, junto a la ventanilla del lado derecho.

Miré por la ventanilla que daba a un parque cercano a mi casa. "Que extraño" susurré. Por mas raro que parezca, suelo ver cosas que otros no; la mayoría lo describiría como magia, dragones, duendes, fantasmas, cosas fantásticas. Desde que tengo memoria puedo verlo. A los diez años, pensé que me estaba volviendo loca, luego me aclaré que por tanto imaginar cosas así, ya las estaba viendo en mi dia a dia.

Ya me había acostumbrado tanto a ver cosas de ese estilo que me sentía extrañada al no contemplarlo, como ese día. Siempre que pasaba en el autobús por enfrente de ese parque, en un árbol, había un pequeño duendecillo sentado a un lado del árbol, viendo el ir y venir de las personas. Pero por alguna razón no había nada ahí . "Que extraño"volví a decir. En ese momento recordé que desde el momento de levantarme no había visto nada fuera de lo común. Negué con la cabeza. "No. ¿Porqué me estoy preocupando por algo intrascendente?" Sonreí y empecé a comer lo único que había llevado como desayuno.

Después de unos minutos llegué a la escuela (a penas y alcancé a entrar). Entre al salón y puse mochila sobre la mesa de mi asiento. Para mi suerte el profesor todavía no llegaba al salón.

Me senté y saqué mi celular y audífonos, los coloqué en el celular y comencé la lista de reproducción de "Rock" con la canción de "Shinedown, Enemies".

Estaba disfrutando la canción cuando alguien llegó por mi lado izquierdo y me quitó el audífono de ese lado. Voltee desconcertada y vi a Verónica. Una chica alta y delgada, cabello café y algo ondulado, con ojos grandes, muy expresivos, del mismo color de su cabello. En resumen, mi mejor amiga.

-Hola, Evelyn - me dijo muy animada.

-Hola- le devolví el saludo, mientras me quitaba el otro audífono y los guardaba junto con mi teléfono en la mochila.

-¿Terminaste la historia que estabas escribiendo?

Sonreí y saque la libreta de mi mochila y se la entregue.

Tomó el cuaderno con gran satisfacción.

-¡Al fin! No sabes cuanto esperé para poder leer el final.

Se sentó es su lugar y comenzó a leer. Yo iba a volver a sacar mis audífonos pero en eso entró el profesor y dio por iniciada la clase.

Así fueron pasando las clases y yo seguía sin contemplar nada fuera de lo común. Para mi era extraño y muy aburrido. Las clases terminaron y estaba más aburrida de lo común. Era raro no ver cosas extrañas. Siendo incapaz de hacerlo, a parte de aburrirme como nunca, no tenía inspiración para escribir mas historias. Era frustrante.

"Bueno. Aun tengo los entrenamientos de taekwondo para poder desesterarme"

Salí de la escuela y me dirigí a mi casa, con la mas mínima esperanza de poder volver a ver algo asombroso, pero no, absolutamente nada.

Entré a mi casa y me dirigí a mi cuarto. Me cambié el uniforme de la escuela por el de taekwondo. Metí en una mochila una libreta con lapicero por si llegaba inspiración, una botella con agua y mi cinta negra primer dan.

Salí de la casa y me encaminé a la clase. Como en le camino de la escuela a la casa, no había nada ¡Otra vez!

-Si esto sigue así en serio voy a volverme loca- dije casi gritando, mirando al cielo como si me estuviera quejando con alguien.

Golpee el suelo con enojo y frustración y seguí caminando al salón que ya no estaba muy lejos.

-Buenas tardes Evelyn - me saludó el profesor en cuanto entre-¿Cómo estuvo tu día?

-Frustrante- respondí un tanto cortante.

-¿Porqué?

-Solo que... Mi día a estado muy inusual desde la mañana y eso no me gusta.

No me preguntó más a parte de eso. Y se lo agradezco mucho.

Puso su mano sobre mi hombro y con una sonrisa me dijo:

-Tranquila. Va a estar mejor. Y si no, aquí te relajarás.

Sus palabras me ayudaron algo. Tal vez tenga razón. Mañana todo volverá a mi normalidad. Me puse mi cinta y fui a entrenar gustosa.

Me sentí mejor a la hora de entrenar, relajándome con cada patada, golpe y grito.

Durante la clase me olvidé de todo, como si en cada gota de sudor se fuera toda mi frustración. Pero sabia que al la hora de terminar, salía y si todo seguía igual, mis sentimientos negativos regresarían. Con eso en mente, continúe con lo que estaba haciendo.

Llegaron las 8 de la noche, casi las nueve, y la clase por fin terminó, aun que no se como pudo durar tanto la clase o cómo pasó el tiempo tan rápido. Todos salieron pero por alguna razón, yo salí ultima.

Cuando salí me había dado cuenta de que ya había anochecido; hacía mas frío que de costumbre y el lugar estaba solo, solo a excepción mía. O eso creía.

Con lo vacío que estaba, con la oscuridad y estando yo sola, parecía una película de terror donde el asesino aparecería de sorpresa. Pero me dio lo mismo. Estaba cansada y sudorosa, solo quería llegar a casa a comer algo y tomar un baño. Pero no estaba consciente de que eso podría demorar.

Me coloqué los audífonos y comencé con la primera canción que cayera, fue "All right the moves" de One Republic.

Comencé a caminar y entre mas avanzaba escuchaba mas y mas cerca pasos por detrás mío. Llegué a un punto que no lo soporte más. Pause la música con el manos libres y voltee de golpe.

Me asuste al ver a quien me estaba siguiendo.

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Lamento haberlo hecho tan largo. Jeje. Me emocioné escribiendo. Pero la segunda parte ya la tengo hecha ;)

La existencia de lo irrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora