¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]

34. Positivo.

Capítulo 34: "Positivo"

Emma.

Mi hermano Harry ya ha cumplido un año. Me siento tan feliz, como nunca lo había estado en mi vida. Recuerdo cuando mamá gritaba desde la cocina que el bebé venía en camino y me daba gracia las caras que ponía. Scott era un atado de nervios, mamá gritaba y él lo hacía el doble. Yo tuve que manejar ese día para el hospital. Allá fue otro escándalo más. Camelia le gritaba en el oído a las enfermeras para que le trajeran una silla de ruedas y que un doctor atendiera rápido a mi madre.

Por fin, Harry nació un 3 de enero a las 19.30 pm. Todos lo adoran. Nuestro parecido es bastante. Sacó los ojos azules de papá y el pelo castaño y ondulado de mamá. Aunque es un diablillo. Nunca dejes un encendedor cerca de él, porque no quieres ver como tus cosas favoritas se reducen a cenizas. La primera foto que me tomé con él en el hospital quedó hecha polvo. Por suerte tenía una copia. Los zapatos de papá pasan susto. Siempre sus cordones están cortados.

Mi relación con Nick mejoró notablemente, después de ese día. Me estuve cuestionando si fue porque me entregué a él o porque simplemente me ama. Me quedé, definitivamente con las dos. Hace un par de semanas nos fuimos de vacaciones a la playa, fueron días y noches mágicas. Se podría decir que nos contamos cada detalle de nuestras vidas. Sin ningún secreto oculto.

— ¿Cuándo piensas abrir el sobre, Emma? —preguntó mi madre arreglando los preparativos para el cumpleaños de Harry.

—Estoy muy nerviosa, no me presiones mamá —digo respirando hondo— ¿Y qué pasa si lo estoy? ¿Me dejará Nick por olvidar tomar las pastillas?

—Después de todo lo que pasaron y siguen juntos a pesar de todo ¿todavía te preguntas eso? —se acercó y tomó mis manos— Sería muy feliz si me dieras un nieto y más contento estará Nick. Vamos, ábrelo.

La primera persona que supo sobre mi encuentro íntimo con Nick fue mamá. No pude contárselo a Camelia con la facilidad que ella me lo contó a mí. Lo primero que me preguntó mamá fue si habíamos usado protección. Después de eso fui al doctor para que me diera las patillas, hasta ahí todo bien. Pero había algunos días que se me olvida tomarlas y con Nick hacíamos desarreglos. Y hace unas semanas o quizás un mes, me venía sintiendo mal. Los mareos y vómitos eran frecuentes. Hasta que me hice el examen en una clínica para salir de mis sospechas.

Abrí el sobre con mis manos temblorosa.

—Emma Camille Chase Stewart... 03 de enero de 2017... examen realizado el día 25 de diciembre de 2016 —leía, pero no llegaba nunca a la parte donde salía si estaba embarazada o no— Examen con 99% de asertividad. Presenta signos de embarazo. Positivo. En gestación.

Mis ojos se detuvieron en el positivo y en gestación. Mierda, estoy embarazada. Mi respiración se estancó. Podía escuchar los llamados de mamá a lo lejos. Pero no me importaba, iba a tener un hijo con Nick.

—¡Emma, hija, que tienes! ¡Estás pálida! —mi madre me guio hasta el sofá, mientras los globos se reventaban en mi trasero al sentarme. Me quitó el papel y lo leyó. Yo creo que su expresión era peor o igual que la mía. Se sentó a mi lado.

—Mierda —masculló— Pasar esta noticia en la vida real, es mucho más chocante que en la imaginación.

La puerta principal se abrió de golpe.

—¡Hemos llegado familia!

Camelia y Cooper venían de la mano, junto a Harry, que lo habían sacado a dar una vuelta, mientras que con mamá arreglábamos la casa, para su cumpleaños.

—¿Han visto un fantasma o qué? —preguntó Cooper, tomando al pequeño en sus brazos.

Mamá me miró, como preguntando si ella les decía o yo.