3. Un juego desastroso.

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Capítulo 3: "Un juego desastroso"

Emma.

A Megan, la rusa, se le ocurrió otro juego, aunque un poco más desastroso que el anterior.

— ¡Chicos! —Ella llama la atención de todos en la sala— Se me ocurrió otro jueguito —lo dice con algo de picardía— Ya que el anterior no termino como esperábamos.

Eso es verdad. James el rubio de pelo largo y el tal Teodoro comenzaron a discutir, empezaron a decirse ciertas verdades algo incomodas, hasta tal punto de revelar con quien había dormido James la noche anterior. Algo que la mayoría no quería escuchar.

Parecía bastante entusiasmada con la idea, así que le pusimos atención.

— ¿Por qué no hablas de una vez mujer? — insiste Teodoro.

—Tan apurado Teo —ella le hace un baile de cejas— Pero bueno... ¿Han escuchado el juego de la botella? Esa que gira, se escoge a la persona y se le dice que hacer —asentimos— A mí se me ha ocurrido una versión 2.0, al estilo Megan.

—Me niego a participar —dice un chico a mi espalda— La última vez que jugué a los "2.0 de Megan" casi quedo sin herencia —Nick y James sueltan fuertes carcajadas.

— ¡Oh sí! —Exclama el rubio— Cuando rociamos aerosol de baño en tus pantalones y casi quedas sin bolas.

— ¡Vamos Tom, no fue para tanto! —dice por otro lado un chico petaco de ojos negros.

—Me largo, no pienso ser otro símbolo de burlas —antes de cerrar la puerta tras él, grita— ¡Me cogeré a la más buena de la fiesta malditos!

Los chicos vuelven a comentar el hecho de que ese chico casi queda sin bolas. No pueden ser más ingeniosos. Megan chasquea sus dedos para que le presten atención.

—Sigamos... como les decía, cada vez que la botella gire y se pose en alguno de ustedes, deberán elegir entre beso o retar a alguien con "los siete minutos en el paraíso" junto con otra persona ¿Qué les parece?

Que decir, el juego, al final de la noche o madrugada, será lo peor inventado en la faz de la tierra. La mayoría borracho —me incluyo—, quizá que tontera harán en el cuarto a oscuras o peor, a quien elegir para besar.

Varios chicos le vieron el lado bueno al juego, pues yo, como buena pesimista que soy, le veía todos los puntos en contra. Con razón mis novios se aburrían tanto de mí, si yo nunca quería dar "el paso"; siempre encontraba alguna excusa barata.

La voz de Megan me hace salir de mis pensamientos.

— ¿Entras? —me pregunta. Detrás de ella se encuentra un curioso Nick.

Si no aceptaba quedaría como la aburrida y no quería eso, más bien necesitaba divertirme.

Asiento. —Entro.

—Esa es mi Emma —dice James, dándome una palmadita en el hombro. Veo como Nick frunce el ceño.

Un chico trae una botella de vodka ya vacía y la deposita sobre la mesa. Todos hacemos un círculo, no somos más de diez chicos.

— ¿Quién gira de la botella? —pregunta una chica de pelo rojo, creo haberla visto en casa alguna vez. Todos se miran.

—Yo opino que la menor del grupo.

Instintivamente todos los ojos vuelan hasta mí.

—Solo tengo 17 —murmuro, ya empiezo a tener una vista borrosa de todos. Megan estira su brazo y me acerca la botella.

—Haz los honores por favor.

La pongo a girar. Pasa por Sky, Teodoro, Megan, Nick, la chica pelirroja, unos chicos que ni conozco y la botella comienza a bajar la velocidad. Nadie habla, llega hasta James y se detiene frente a mí.

¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora