Un Baile Diferente

12. Pasado y Presente

Era viernes, solo cinco días habían transcurrido; pero Madison los sentía como la misma eternidad, el motivo; no había correo, de ninguna manera obtendría noticias de Demian ni de... Jason.

―Hija, tu disfraz será la envidia del baile... ¿cierto Grace?― comento su madre mientras observaba el bellísimo traje que se hallaba delante de ellas.

―Claro Sra. Aslov, Madison siempre luce radiante; le da un toque a cada prenda que utiliza― concordó Grace.

―Ojalá Emiliano pudiera verte, esto es solo un muestra de lo que será tu vestido; pasaran cientos,...no, miles de bodas para que alguien pueda igualar la tuya― comento soñadoramente su madre.

Madison no pudo mas que imaginar ese día y una imagen la asalto...Jason en vez de Emiliano se encontraba a su lado en el altar y se veía increíblemente apuesto con su uniforme del ejército, lo que la hizo recordar que nunca lo había visto con el puesto.

Asustada de lo que su mente le gritaba por medio de esa visión, la joven se respondió que primero tenía que llegar al sitio antes de esperar a dar una respuesta. Dos días después de que el había partido junto con su adorado hermano, había resuelto cual sería la respuesta que le daría al teniente, no se podía explicar que sentido tenía hacerlo; porque como hacia seis días se había respondido ella misma, no podía darle esa oportunidad; estaba comprometida, ya no debía permitir que la cortejaran;... si buscaba alguna prueba de ello solo tenía que bajar su vista hasta su mano y observar la preciosa gema que descansaba en su dedo anular.

Cuando al fin su madre salió de su habitación, ella soltó un sonoro respiro.

―¿Algo agotada?― pregunto Grace divertida.

―Por supuesto, no imagino a una madre mas agotadora que la mía, ¿No lo crees?―

―La verdad no podría debatirte al respecto en este tema― comento su hermana con una media sonrisa en su soñador rostro.

―Ya dime, de quien se trata― pregunto la joven al ver la timidez en su mejor amiga.

―Humberto Parra― dijo en un susurro mientras comenzaba a sonrojarse.

―En serio, eso es genial, y ¿cuando te lo pidió?― cuestiono Madi al ver lo radiante que se encontraba su mejor amiga.

―Ayer por la tarde me llego una carta suya,... envió a su mayordomo puesto que esperaba una respuesta en ese momento― comento un poco mas relajada.

―Y que le respondiste― pregunto Madison a pesar de que suponía y casi estaba segura de cual había sido la respuesta que aquel encantador, apuesto y bien acomodado joven obtuvo.

―Tuve que desistir... pero le concedí una pieza― comento mientras ese rubor de nuevo se hacia presente.

―¿Cómo?― ok, esto no era ni por asomo lo que ella tenia en mente.

―Es que Demian me lo pidió antes de partir, si hubiera estado aquí había aceptado gustosa; pero al no estar en la ciudad no creo que sea lo correcto dejarlo sin una pareja― comento tratando de explicar su extraño razonamiento.

―Grace, creo que Demian entendería a la perfección;... y por lo de una pareja para el, bueno es él, dudo que se le dificultará encontrar alguna,... el verdadero problema sería el vestuario de la joven― comento de lo mas divertida, no era la primera vez que su hermana tomaba tales actitudes para con su hermano.

―Lo se, pero no lo creí correcto; además Humberto aseguro que no llevaría pareja, por lo que en cuanto lo hable con Demian no creo que halle algún inconveniente en que le abandone por mas de una pieza― respondió Grace tratando de mejorar su situación.