13. Todos para uno, uno para todos

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―Gracias, es el mejor regalo que podría tener― dijo el mientras la estrechaba contra su pecho, sentir su pequeña figura en la protección de sus brazos era lo mejor que podía existir.

―¿Regalo?― cuestiono la joven confusa por la declaración del teniente.

―Si,... creo que olvide mencionarlo, hoy es mi cumpleaños― dijo tratando de restarle importancia a un día tan importante como su nacimiento.

―¡Feliz Cumpleaños¡― dije al tiempo que besaba su mejilla.

―¿Me concederías una pieza?― cuestiono al tiempo que se separaba de mi y extendía su brazo ofreciéndome su escolta.

―Creo que eso ya estaba acordado― respondió sonriente al tiempo que enlazaban sus brazos para emprender el regreso al gran salón.

―Cierto,... creo que deberíamos entrar por separado, será lo mejor― comento al tiempo que deshacía aquel enlace y besaba el dorso de su mano.

―Tienes razón,... espera a que termine el primer compás, estaré esperándote para ese baile― declaro al tiempo que daba un ligero apretón a su mano para después salir.

Jason espero impaciente por que terminara el compás para poder reunirse con SU Madi,... al menos en sus pensamientos así era. Dejo que sus ideas volaran pensando en todo lo que le mostraría, ya que por medio de Demian sabía lo poco que conocía de los alrededores, lo primero sería aquel centro que pertenecía a los monjes, tenia una arquitectura extraordinaria.

Se interrumpió al tiempo que escuchaba el cambio de compás, su anuncio para ir al encuentro de Madison.

Al ingresar al gran salón se topo con Raquel, la hija de los anfitriones del baile.

―Buenas Noches milady― dijo al tiempo que besaba el dorso de la mano de la dama. Hizo una reverencia para anunciar su partida cuando se vio detenido por la mano de esta en su brazo.

―Imagino que no ha de tener una pareja para el baile, no me molestaría ser su compañera― dijo tratando de sonar inocente, lo cual no logro, bajo esas palabras estaba otro tipo de invitación, la cual de ninguna manera aceptaría.

Pensando rápidamente las palabras para declinar aquella propuesta alguien le gano la palabra.

―Que... amable de tu parte Raquel, pero el teniente me debe una pieza al igual que a Grace por lo que se encontrará ocupado por un tiempo― declaro muy alegremente Su Madison.

―Ah,... y dime Madison que cuenta Emiliano; piensa volver pronto o es que ya lo esta dudando― le comento la joven dama de manera mordaz, era obvio que trataba de vengarse de Madi que había arruinado sus planes.

―Muy bien querida la semana pasada me escribio... y si no fuera por el aviso del ejercito tendría una fecha de regreso, pero esta deseoso de volver― dijo orgullosa, lo cual solo duro un segundo puesto que se recordo que Jason estaba a su lado. Se maldijo por su pequeña venganza.

―Que gusto oirlo, si me disculpan tengo que atender a los demás invitados― se disculpo cuando se vio superada por una audaz Madison.

Cuando al fin estuvo lo suficientemente lejos de la pareja, ella se apresuro a disculparse.

―Yo, Jason; lo siento... pero me provoco, de verdad lo siento― dijo de manera torpe, no quería herir al teniente.

―No te disculpes, es una verdad que no puedo ignorar;... te casarás con el y....― se obligo a cortar el hilo de aquella declaración, lo principal estaba dicho, el lo sabía era algo que no podría olvidar auque quisiera.

―Enserio... yo quisiera que las cosas fueran diferentes, no quiero lastimarte, yo...― la interrumpió.

―Lo se, pero por favor no te tortures por eso; me alegro con lo que tengo, nunca dudes de eso― declaro al tiempo que le sonreía, por nada del mundo quería que ella se preocupara por el; ya hallaría la forma de sobrevivir cuando el día fatal llegará.

Un Baile DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora