Un Baile Diferente

19. Plan en Marcha

El desayuno fue de lo mas ameno, claro que para ellos cualquier evento que hubiera tenido lugar aquel día lo sería. Los cuatro se hallaban de lo mas alegres, Madison corrió al encuentro de su hermana, quien por la enorme sonrisa que se dibujaba en su rostro Mady no tuvo duda que Grace se encontraba tan alegre como ella.

―Y como va todo― le pregunto Madison a su amiga.

―De maravilla, Alexander es un encanto; y pensar que alguna vez creí que seria un tipo aburrido― reconoció Grace entusiasmada no solo por ella misma si no porque Demian le acababa de informar de la importante decisión que su amiga acababa de tomar.

―Yo te lo dije, te dije que no creía que fuera así; solo por su semblante serio, en tal caso que hubieras pensado de haber visto a Demian en su estado "Correcto"― comento Madison al tiempo que dedicaba una mirada a su amado, él no la había perdido de vista, con lo que el encuentro de sus miradas le arranco una enorme sonrisa que no pudo ni quiso disimular. Era el hombre mas dichoso sobre la faz de la tierra y esto era mas grato al saberse correspondido totalmente.

Demian por su parte se encontraba felizmente torturando a su anfitriona con sus comentarios que, a vista de todos eran incorrectos; cosa que lo hacia mas placentero para el.

Una vez terminado el evento, Demian solicito al padre de Madison permiso para permitirle que la joven comiera en su casa; cosa que a su padre le pareció la excusa más ingeniosa que el amigo de su hija pudo tener, sabia que el Teniente, Grace y el joven

Bayron serian invitados del joven.

Por suerte para Madison y Jason, Alexander desistió de la invitación puesto que no se llevaba realmente bien con el anfitrión. Auque Madi no pudo evitar notar la decepción en los ojos de Grace, lo que realmente le molesto a la joven; a pesar de que no le tenía malos sentimientos al amigo de Grace, era que juzgara a su hermano sin realmente conocerlo.

Partieron a casa de su amigo de los mas felices de poder disfrutar de la compañía de sus amigos. Y planear como hablarían con el padre de la joven.

Mientras su amigo disponía del servicio para pasadas unas horas, ellos permanecían en el jardín conversando amenamente.

―Y bien, espero que no planees alejar a Madi de nosotros en cuanto se casen― comento de lo mas alegre Grace, viendo como su mejor amiga se sonrojaba.

―Grace,... por favor... no sigas con esos comentarios― pidió tratando de no perder la compostura.

―Es cierto... Jason mas vale que no alejes a esta dama de sus dos secuaces, buscaremos una casa a los alrededores y como ella es tan buena persona; hará bailes todas las semanas para que yo no me aburra― convino Demian, quien acababa de unirse a la conversación.

―Ustedes son incorregibles... Jason no hagas caso de ellos, por favor― pidió tratando de sostenerle la mirada a su Teniente. OH que maravilloso era poder pensar de nuevo eso: SUYO. El estaba dispuesto a pelear por mantenerse a su lado y eso la hacía amarlo más, pero también temer mas por el, el simple hecho de pensar que las cosas no acabaran bien para ellos la martirizaba.

―Claro que debo tomar en cuenta todas sus recomendaciones, no podría alejarte de ellos; y menos sabiendo lo importantes que han sido... que son para ti, y ahora...bueno... creo que también lo son para mi― declaro el Teniente sintiéndose de lo mas torpe por su confesión.

―Jas, querido yo también te quiero... pero prefiero a las mujeres― le respondió Demian aparentando asombro.

―Dem... no seas molesto, por favor por una vez en tu vida podrías comportante con decencia sin recurrir a tu lado correcto― pidió la joven al ver el rostro de su amado, era evidente que tal confesión le costo un mundo y Demian parecía no notar su semblante.