No podía creer lo que veía. Melanie Smith me miró con mucha complicidad, obviamente cerré la puerta de una manera brusca y empecé a empacar mis cosas.
No era verdad, ahora resulta que aparte de su prima... ¡Sherlock complacía sexualmente a su abuela! Eso es lo más repugnante que había visto en toda mi vida. Estaba furiosa, llena de rabia y pudor, cuando de pronto, alguien entró.
—Esto no es lo que crees.
—Estoy harta de esta familia de locos—seguía empacando—, primero con su prima y ahora esto ¿Acaso no tiene vergüenza ni sentido de la moral, Señora Smith?
—Oh, un momento—se alteró— ¿Crees que Sherlock y yo...?
—No es creer, solo juzgó por lo que veo.
Ella se quedó congelada, creo que había cometido un terrible error, pero no podía pensar con madurez. Obviamente se enfadó totalmente.
—No puedo creer que mente tan sucia y mal pensada tienes. ¡Claro que no!
—Ay, por favor— no me tragaba sus mentiras.
— ¡Es cierto!—aseveró— ¿Qué diantres crees que hacemos?
—Entonces ¿Por qué se escuchaban risas y usted salió con complicidad?
—Porque... ¡Yo le estaba leyendo un cuento!
De todas las mentiras que me habían dicho, esa era la más estúpida que había oído en años luz.
—Jajajaja. Deje las tonterías.
—Serás muy inteligente, pero te diré una cosa, ¡No voy a permitir que ensucies mi imagen ni la de mi nieto de semejante manera!
—Oh claro, entonces ¿Sería capaz de iluminarme con su externa sabiduría? Por favor—dije con sarcasmo.
Pero ella no detecto mi manera de hablar. Se lo agradezco, porque me dijo algo que en serio, jamás se me hubiera pasado por la cabeza.
—Bien, todo surgió unos días o tal vez semanas desde que llegó. Yo podía notar que había algo diferente en él, como nos dijeron en la casa hogar, era necesario que siguiera con sus terapias. Lo veía totalmente triste, apagado y pasaba horas en el jardín, acostado en el pasto, sin hacer nada. Yo tenía miedo, la verdad es que intentaba mantenerme lo más alejada de esos asuntos, porque nunca creí tener un nieto con depresión en algún momento de mi vida. Pero hubo algo que realmente me hizo recapacitar y poner manos a la obra.
Contó su anécdota pasada.
Cierto día, pasaba por los cuartos, cuando escuche que alguien se quejaba con la voz, como si estuviera peleando con alguien.
—Sherlock, sal a desayunar—ordene.
Pero fue totalmente extraño cuando escuche varios "No, no, no" como respuesta.
— ¿Cómo de que no?—abrí la puerta. Odiaba que me lleve la contraria.
Yo pensé que él estaría con el celular, computadora o algo así. Pero no, fue mi sorpresa cuando lo vi aun entre sueños. Tenía sus cobijas alrededor y parecía que estaba pelando con alguien.
—Hey, ¡Despierta!—lo sacudí.
—Lo siento, abuela—despertó como si estuviera ahogándose—, es que... tuve una pesadilla, mi padre me seguía golpeando de nuevo, no podía soportar tanto dolor otra vez.
—Sherlock, querido—entrelace mis dedos sobre su cabello—, tranquilo hijo, eso nunca pasará.
Después de eso, me entrometí más en cómo iba con sus terapias. El psicólogo dijo que las cosas no eran fáciles, pero sin duda avanzaba mucho. Sin embargo, el mejor remedio para él era tener a toda la familia junta y decidí hacerlo. Decidí que me iba a convertir en alguien vital para él.
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El diario de Carolyn
Genç KurguÉl me dejó Me abandonó. Él se fue y mis ganas de vivir también. Lo extraño. Lo deseo tanto que no puedo ni imaginarme una vida después de él. Pero ¿De quién hablo? ¿Quieres leer mi diario personal y descubrir la historia que me perturba? ***********...