Chapter 16. || "Montañas rusas y alturas."

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Caminé al cuarto y noté que Roxanne no estaba allí. Pensé que probablemente estaba afuera comiendo el almuerzo, aunque no quise pensar más en ello. Me dejé caer en la cama y miré fijamente al techo blanco. 

Recuerdo la primera vez que había estado en mi cuarto, el día que fui asignada a él. Recuerdo haber leído la carta de aceptación una y otra vez, como si no pudiera creer lo que mis ojos estaban viendo. Recuerdo haber entrado la primera vez a través de esos corredores sombríos, buscando el cuarto 104. También recuerdo haber sumado esos números, para que 1+0+4 fuera 5 (lo sé, es muy raro, pero siempre lo he hecho desde que me enseñaron a sumar). 

Cuando abrí esa puerta de madera, abrí una puerta a una nueva vida. Todas las paredes de ese cuarto estaban cubiertas de blanco, y, mentalmente comencé a diseñar una nueva distribución y decoración para ella. Los años habían pasado, y ese cuarto se convirtió en mi refugio, un lugar en donde guardar todos los miedos y alegrías. 

Ahora, mientras miraba fijamente el techo no podía creer que sólo me quedaban 2 meses, tal vez sólo 1, en estas cuatro paredes. 

Suspiré y cerré los ojos por un momento, porque Harvard había sido una gran fase de mi vida: había hecho nuevos amigos, había perdido otros, me había enamorado, había pasado y fracasado exámenes, había crecido como persona... Me dolía saber que tenía que irme a otra universidad, al igual que mis compañeros. La cosa buena era que aún tenía la oportunidad de ir a las mejores universidades de América: Yale, Princeton, Columbia, Brown... Pero esta universidad, mi universidad era mucho más que un nombre y una reputación para mí: significaba mi vida. Había trabajado muy duro para llegar hasta aquí, y ahora yo simplemente estaba dejando que me quitaran todo eso. 

Aun así, no había nada que yo pudiera hacer. Era apenas una pequeña hormiga peleando contra la corriente. 

Me volteé y casi me caí de la cama, pero de alguna manera mantuve el equilibrio y logré quedarme quieta. Me paré y tomé mi teléfono, esperando que fueran las 7. Pero eran a penas las 3, lo cual significaba que aún tenía 4 horas por delante. 

Mi cabeza me daba vueltas, y no sabía si era por las noticias que me habían dado más temprano o si era porque no había comido nada desde la tarde del día anterior. 

Mi corazón saltó un poco cuando sentí a alguien abriendo la puerta. Me volteé y era Roxanne, una sonrisa gigante en su cara. Sentí un poco de celos viajando por mi cuerpo. Desearía poder ser tan feliz como ella. 

- ¡Hola Ashley! ¿Cómo estás? No te vi anoche por cierto... ¡Hey! Leí tu nota, ¿cómo te fue en la reunión? - Ella preguntó, mientras colocaba su cartera encima de su cama. 

Sentí mi estómago caerse al piso. - No... No lo logramos. - 

Su cara, de repente, se puso tan pálida como un fantasma . - ¿Qué? ¿Estás bromeando? - 

- Eso desearía. - Me senté en mi cama y enterré mi cabeza en mis manos, y froté mis ojos con mis palmas. 

Se sentó a mi lado, lo pude sentir. Su mano ahora estaba en mi espalda. - Oh, linda, todos trabajaron tanto... - Miré hacia arriba. - Debe haber algo que puedan hacer... No puede terminar así. No es justo. - 

- Lo sé. Todo está hecho un desastre... - Miré hacia otro lado. - Melanie y el resto del equipo dijo que podíamos hacer un día de lavado de carros y vender postres y cosas así... Pero aún así... No sé si aún quiero pelear contra esto. Tal vez hay ciertas cosas que se suponen que son así. -  

- Vamos, ¡no hables así! Tu eres una mujer y las mujeres NUNCA se rinden. - Sonreí ante esto. Siempre me ponía de buen humor. - ¿Sabes lo que pueden hacer? Pueden organizar un maratón, estoy segura que ganarán mucho dinero. También pueden hacer lo del lavado de carros, ¡me gustaría ayudarlos! - 

Over Again. ~ Secuela de Loverboy - Nathan Sykes Fanfic. (versión español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora