Un ángel en el infierno

¿Quién eres? Parte 2

Porque si pudieses dormir, ¿cómo lo protegerías? ¿Acaso no es para lo que sirven los ángeles?

Tumbada sobre el colchón, bajo la poca luz que nos llegaba desde las calles iluminadas con farolas y el brazo de Wonwoo rodeándome con dulzura, no podía parar de pensar en Jungkook.

Después de aquello, no volvió a sacar el tema, cosa que debería de relajarme pero no lo hizo, él sabía quién era yo, eso estaba más que claro, pero ¿cómo?

Jungkook no poseía alas por lo que quedaba descartada la idea de que él también lo fuese y aunque así fuese no tendría por qué hablar de esa forma tan misteriosa, sonsacando información.

Durante la noche, pude recopilar todas aquellos comentarios que hizo durante la comida que parecían casuales pero que realmente no lo eran.

Pareces ser una muy... buena chica. -¿Existían algún ángel sobre la faz de la tierra que fuese malvado? Claro que no y a pesar de que lo dicho pudo parecer indiferente para cualquiera, no lo fue para mí, la forma en la que sonreía, cómo me observaba con aquellos ojos que de repente se volvieron increíblemente rasgados y avispados.

Él lo sabía desde antes de conocerme o al menos lo intuía, por eso insistió tanto en verme en persona -o eso fue lo que Wonwoo me dijo cuando volvíamos a casa-y eso sólo quería decir una cosa, él sabía de la existencia de los ángeles de una forma especial como para saber tantas características de nosotros que dejó caer a lo largo de la noche, así que, él tuvo que tratar con uno de mi especie.

¿No es fascinante que no necesites trabajar y vivas una vida tan plena? Definitivamente eres una caja de secretos, aún más, cuando Wonwoo nunca te escuchó hablar de ningún familiar al que apreciaras como para que te dejase tal suma de dinero.

Si no lo intuía de antes, ¿cómo podía recordar cada cosa que Wonwoo le contó sobre mí? Estaba ojo avizor sobre lo que acontecía a mi vida y definitivamente eso no era bueno, quién sabe lo que podría hacer con aquella información aunque tampoco es como si alguien lo fuese a creer.

El despertador apuntaba las cuatro de la mañana y mi cabeza quería explotar. Ya habían sido muchos los días que por unas razones u otras no lograba reposar mi mente ni un sólo momento y eso me hacía sentir sumamente agotada, así que, sólo había una forma de despejar dudas. Visitar a Jungkook.

Anteriormente, lo acompañamos hasta la puerta de su casa que no estaba lejos de la mía, así que sólo hizo falta cerrar los ojos para aparecer en su apartamento.

Las luces se encontraban apagadas y fui tocando con mis manos hasta dar con la luz, definitivamente cuando me viese allí sabría que era algo pero era tan obvio que ya lo sabía que no tenía por qué ocultarme. Sin embargo, lo que nunca esperé, es verlo sentado en el sofá observándome como si estuviera esperando mi llegada.

-Me hiciste esperar demasiado Ela, incluso pensé que me había equivocado y mi mente me había jugado una mala pasada, pero mírate, aquí estás.

-¿Quién eres Jeon Jungkook?