Observar la televisión apagada se me hacía más interesante que prestar atención a los pensamientos que me acosaban después de la pregunta inesperada de Jungkook que nos dejó en un desolador silencio, aunque supongo que lo tomó como un "sí"; sin embargo, yo no sabía qué pensar. Por lo contado por Jungkook, él fue uno de los protagonistas de aquellas historias que –aunque pensaba que eran más fantasía que realidad –los ángeles y humanos llegaban a tener unos sentimientos tan fuertes como lo era el amor. Y al parecer, no eran sólo por parte de él, sino que ella los correspondió pero aquello fue roto por culpa de haber cumplido su trabajo y, aunque pocas veces quería pensarlo, lo mismo ocurriría conmigo. Pronto debería de marcharme y alejarme de Wonwoo, de su sonrisa, de su cálido pecho cuando apoyaba mi cabeza en él mientras que sus brazos me rodeaban como si tuviese miedo a que me separase de su lado. A veces sentía que Jeon sentía este mismo remolino de sentimientos que me hacían sentir tan frágil pero luego recuerdo la forma tan cariñosa con la que me dice "pequeña", cómo en sus ojos puede reflejarse ese sentimiento fraternal del que un día me habló. Y aunque no podía parar de pensar en que mi corazón sufría con cada uno de estos detalles, tampoco podía evitar pensar que era mejor así, porque sabía a la perfección que si pudiese tener a Wonwoo para mí cualquier tiempo era insuficiente para sentirme plena y, tristemente, este tiempo era más que limitado.
Entre cabilaciones, Jungkook dejó de llorar, su pelo estaba revuelto y su ropa echa un desastre, por no hablar de su rostro.
–Jamás le cuentes a nadie lo que pasó quí. –Dijo con una sonrisa en los labios. –No sé si es por el hecho de que me acabo de desahogar o es que todos los ángeles provocais el mismo efecto, pero ahora me siento mucho mejor. En fin, creo que tomaré una ducha, puedes esperarme aquí si lo deseas. –Pero antes de que se alejase, tomé su brazo.
–Jungkook... ¿cómo te tomaste la noticia de que Adaia no era humana sino un ángel?
–Supongo que bien, era más que obvio que ella no podía ser alguien normal por la forma tan especial en la que me hizo sentir. -Yo sólo asentí, viendo como Jungkook se perdía por el pasillo hacia el baño.
Después de algunos minutos pude escuchar el agua dejar de correr, supuse que pronto estaría de vuelta aunque la espera no era algo que me molestase, al contrario, me había acostumbrado a ella y además no podía parar de pensar qué pasaría si Wonwoo descubriese mi verdadera identidad. De repente, fuertes golpes se escucharon en la puerta haciendo que me encogiese en el sofá. Tenía miedo de abrir, eso era más que obvio, pero este se disipó al escuchar la voz de Wonwoo gritando el nombre de su amigo como un desesperado.
No tardé en abrir y este, con las pupilas dilatadas y algo pálido comenzó a gritar como si las palabras las hubiese tenido atrancadas en su garganta.
–Ela ha desaparecido, por Dios, ayúdame... –Sus palabras acabaron en un susurro cuando se dio cuenta de que era yo quien había abierto la puerta y era más que claro que a la última persona que esperaba encontrar en el piso de Jungkook era a mí y no era de extrañar. –A encontrarla... –Y me abrazó. Me abrazó con tal fuerza que me faltaba el aire en mis pulmones. –Idiota, ¿por qué no me avisaste de que saldrías? Me estaba volviendo loco. –Sin embargo, la única loca allí era yo cuando sentí su voz rasposa y baja chocando contra mi oído.
Los pasos de Jungkook no tardaron en hacerse presentes a gran velocidad, no me extrañaba que se asustase después de tremenda aparición que se marcó su mejor amigo. Pero lo que no esperaba es que apareciese con una única toalla a la altura de su cadera, tapando sólo hasta las rodillas y con otra en su mano secando su cabello.
Wonwoo abrió los ojos de par en par, permitiendome escuchar incluso los engranajes en su cabeza de qué diablos estaba ocurriendo aquí aunque no podía culparlo, yo estaba con Jungkook a altas horas de la madruga y él aparecía desnudo, genial, ¿verdad?
–Vaya, pensé que no os habíais caído muy bien por lo fría que fue la comida pero por lo que veo os llevais mucho mejor de lo que esperaba. –Soltó con una sonrisa en los labios, ahora mirando a su amigo. –Al final conseguiste aquello que tanto deseaba cuando la conocí, pero qué cabrón. -Entró en la casa y se paró junto a Jungkook, golpeando juguetonamente en su hombro, dejándolo tan descolocado como a mí.
Perfecto, no sólo soy la única con sentimientos aquí, sino que ahora le falta sacar el champán en modo de celebración porque cree que me acosté con su mejor amigo, ¿qué más podría pasar?
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Un ángel en el infierno
FanficMiles de ángeles están distribuidos en la Tierra intentando que reine la bondad entre las personas. La joven Ela pone los pies por primera vez en el mundo de los humanos con la misión de ablandar el frío corazón de Jeon Wonwoo. Sin embargo, ¿podrá...