Capitulo V

25 3 0
                                    







-          Hola-dijo Sebas.

-          Buenos días- dijeron todos al unísono con una sonrisa menos Dylan que tenía la cara como un zombi, me reí ante ese pensamiento.

-          Bueno, cuando desayunen, nos vamos al hospital, luego haces tus diligencias, y si quieres me puedo quedar con sebas-dijo Mari con voz autoritaria

-          No, está bien, él va conmigo tiene que independizarse y saber cómo se consiguen las cosas desde pequeño-dije restándole importancia.

-          Está bien, como quieras -me dijo Mary, quien me miraba como si hubiese perdido la cabeza.

-          Te acompañaré -me dijo Dylan

-         No, muchas gracias pero no.

-          No te pregunte si podía ir, solo te dije para que estés al tanto-dijo con una sonrisa estúpida que a mi puño no le molestaría borrar. En respuesta le hice una mueca para que vea que no estaba de acuerdo pero el solo rió.

... y aquí estoy yo en un hospital horrible (por más delicado que esté , si es un hospital siempre lo encontrare horrible porque me recuerda la muerte de mi abuela) sentada viendo como Mary le dirige una mirada terrorífica al doctor, según ella tiene que meterle terror y no me dejó ir sola con la excusa de que no podía aparecerme con un niño en un hospital ya que soy menor de edad.

-          Bien, gracias a Dios no tiene ningún problema interno, esta crema es para el moretón y la hinchazón, puede venir hacerse un chequeo cada vez que pueda-dijo el doctor.

-          Gracias doctor muy amable de su parte- le dijo Mary

Salimos de ahí lo más rápido posible y fuimos a su casa y encontramos a John leyendo el periódico.

-          Creí que a estas horas debías estar en tu trabajo... espera desde cuando lees el periódico- dije.

-          Hija, bueno, yo emm... puedo llegar a la hora que quiera soy el dueño, ¿no?-iba seguir pero lo interrumpí

-          Pero tú siempre te ibas temprano-dije un poco aturdida.

-          Eso era antes y siempre me ha gustado leer el periódico, solo que lo leía en el parque que conocí a Mary puesto que en tu casa no podía estar tranquilo, ahora puedo leerlo en casa, aquí hay paz.

Mis ojos casi se salen de mis órbitas cuando dijo eso lo único que pude responderle fue un simple ''Oh''. Subí a la habitación dejé todo lo que nos había dado el doctor en la única maleta mía que había sacado, tomé un bolso y eché unas cuantas cosas que tal vez necesitaría y bajé.

-          Me voy-dije- Voy a ver las casas, si encuentro alguna, te llamo, luego buscare trabajo.

-          Puedes trabajar conmigo-se ofreció mi padre

-          No gracias te dije que quiero independizarme.

-          Bien, ya vámonos- dijo Dylan.

-          ¿Cómo que, vámonos? ¿También vas tú?

-          Sufres de amnesia o algo así, te lo he avisado ayer, por si te pierdes.

-          Bien, ¿Y no piensas cambiar de opinión?-lo único que hizo fue mirarme con una sonrisa inocente-Claro que no-dije irritada-Termina de salir.

-          Puedes tomar un carro del garaje-dijo John y en ese instante Dylan sonrió, creo que su sonrisa se vería desde la luna y me abrazo tan fuerte que se me hacía difícil respirar.

StrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora