Capitulo XVII

6 2 0
                                    




Llegando a la última esquina que nos falta por doblar para llegar a casa, Sebas habló.

-Quiero dormir- dijo para las dos- Amel cuando lleguemos, ¿podrías cantarme esa canción de la historia triste del niño?

-Claro enano-dije revolviendo su cabello.

Cuando doblamos la esquina Melody se quedó parada mirando la casa de Albert, lo que me hizo fruncir el entrecejo.

-¿Has estado en casa de Albert antes?- le pregunté, ella aclaró la garganta y habló mientras comenzamos a caminar de nuevo.

-No exactamente, pero si en la casa de al lado, solo que no estaba tan linda cuando eso-dijo bajando cada vez mas el tono de su voz.

-Bueno, esa es mi casa- se volvió a parar.

-¿Qué ?-dijo con la cara como si habia visto un fantasma mientras daba un paso hacia atrás.

-Oh no no, no te vas a devolver cuando ya llegamos- dije empujandola desde atras mientras Sebas reía por lo bajo, mientras entramos ella miraba con atención cada pequeño detalle- Siéntete como en tu casa- la dejé en la sala principal para dirigirme a la habitación de Sebas con un vaso de leche para el.

-Toma-le dije cuando se terminó de poner el pijama y se fue a sentar conmigo.

-Puedes comenzar-dijo al ver que me quedé mirándolo.

-Hoy yo te quiero contar una historia que a mi me conmueve en el alma- comence a cantarla- De un niñito feliz que a mi clase llegó , cada sábado su voz y sonrisa yo vi, pero un sábado faltó y al instante pensé, yo le iré a visitar, esa semana pasó en mi afán me ocupé y no fui a visitarle y yo esperé otra vez para ver su carita feliz, pero el niñito no fue a mi clase y mi alma tembló, por eso el lunes temprano a su casa yo fui y por el pregunté -cerré mis ojos al imaginarme las escena de la cancion- Ay que dolor yo sentí, pues su madre salió y me dio la noticia, no, mi pedrito ya no, a su clase podrá asistir nunca mas el preguntó por usted esperó hasta el fin, pero usted no llegó, no, mi pedrito no está , mi pedrito se fue, mi pedrito murió, no mi pedrito no está ,mi pedrito se fue, mi pedrito murió-inconsientemente se me resbaló una lágrima, al recordar y cantar la canción que mi abuela me cantaba siempre, pero me la limpié rápido porque no quería que Sebas me viera llorar, y cuando fui a ver ya el estaba dormido, sonreí al verlo, lo arropé bien y me dirigí hacia donde Mel.

Melanie POV.

Me quedé en la sala de la que ahora es la casa de Amelia tratando de aullentar todos los recuerdos de esa noche con Adalberto y de mi niñez, y me puse a pensar en lo que me habia dicho Maggy.

Flashback

-Como puedes estar tan tranquila, aun sabiendo que Amelia ha hablado con Calia-le pregunté , ella me miró y me sonrió.

-Cariño, aprende a sentarte en la misma mesa con Judas sin que te robe la paz-me dijo como respuesta sorprendiéndome.

Fin del flashback

''Aprende a sentarte en la misma mesa que Judas sin que te robe la paz''- estaba mirando al vacío analizando esas palabras cuando de repente Amel se pone en mi campo de visión.

-Vamos a mi habitación -me dijo tendiéndome la mano con una sonrisa, en su rostro vi un rastro de lagrimas pero lo ignoré, tomando su mano tratando de hacer mi mejor sonrisa que estoy segura salió más como una mueca que una sonrisa, llegamos a lo que parece su habitación y ella se dirigió a una puerta que estaba en la otra esquina de la habitación, a los poco minutos salió con un pijama, ya yo me habia puesto el mio y no tenia necesidad de tomar una ducha porque lo habia hecho antes de salir- ¿Porqué te pusiste asi cuando te dije que vivía aquí?- me preguntó tomándome de sorpresa

-Ehh?-pregunté un poco atontada.

-Eso-me dijo con una ceja alzada haciendo que me sonrojara.

-Me da verguenza decirlo en voz alta- le dije mirando hacia un lado y de nuevo a ella, que me miraba expectante- Bien, cuando Adalberto y yo saliamos aqui tuvimos nuestra noche romántica- dije mirando al piso.

-Ohh con razón cuando le dije que habia comprado esta casa y que la remodelé casi le da un infarto-reí al escucharla decir eso- De todos modos no debí decirte eso, asi que no lo oíste ehh- dijo haciendo como si tuviera un siper en la boca.

-Estuvimos tan cerca de serlo todo y al final terminamos siendo nada-dije mirando vagamente mis manos, mientras ella me miraba a mi- Cuando menos lo esperaba, asi de repente, llegó el, rompiendo todos mis esquemas, sacándome sonrisas con la más mínima tontería- dije mientras una lagrima solitaria bajaba por mis mejillas mientras sonreía.

-Como- dijo, como si no supiera como seguir la pregunta, la miré alentándola de alguna manera, necesito sacar todo este dolor de dentro de mi, y sé que con ella lo puedo hacer- Como sabias que era el indicado, para- se aclaró la garganta- Ya sabes-dijo haciendo ademanes con sus manos y yo volvi a sonreir.

-No pensaba hacerlo, queria hacerlo cuando me casara, pero el me prometió que nos casariamos-dije mirando las líneas de mis manos, iba a seguir pero ella me interrumpió.

-Todavía hay tiempo- dijo inocente y yo sonreí.

-Me preguntaste que como supe que debia hacerlo, ¿no?- le dije a lo que ella asintió- Cuando me tomo de la mano delante de todo el colegio, lo supe.Era esa la pieza que me faltaba. Mi cuerpo y mi alma se completaron. Me devolvió la seguridad que había perdido.

-Estoy segura de que la historia de Adalberto y Melody no ha terminado- dijo mirando al centro- Haré todo lo que esté en mis manos para que puedan empezar de nuevo y se hagan más fuerte- yo sonreí, de nuevo, si lo se, cuando se trata de recordarlo a el siempre sonrio, porque me hizo feliz, por eso no lo considero un error; porque me hizo feliz.

-Es imposible- le contesté , ella me miró como si hubiera dicho algo extremadamente malo.

-Nada es imposible- me dijo como si fuera la cosa mas obvia del mundo.

-No creo que pueda perdonarlo- le dije- Ese dia, cuando termino conmigo me dolió, dolió tanto, que pude escuchar como mi corazón se rompía. No me mató, pero sé que algo murió en mi ese día.- miré hacia donde ella estaba sentada y entonces habló.

-Eres muy fuerte Mel- dijo mirando aun a un punto muerto.

-Escuche que alguien dijo una vez ''Nunca sabes cuan fuerte eres hasta que ser fuerte es tu unica salida'' y yo lo comprobé- le respondí.

-¿Cómo aguantas tener que verlo todos los días sabiendo que ya no son nada?

-Al otro día del incidente de la fiesta, me levanté de mi cama y fingí que estaba bien, y todos me creyeron- dije esto último salió con una risa cínica- Menos yo, sabía que todo lo que siento dentro de mi me duele. No sabes cuantas veces he llorado sin que se me caiga una lágrima -al decir esto una lágrima recorrió mis mejillas y la miré , me la encontré mirándome con los ojos cristalizados- O cuantas veces he gritado en el completo silencio, pero lo que no sabes es cuantas veces he tenido que sonreirle al que disfruta verme sufrir, porque aprendí a sonreir aunque lo que en verdad quisiera hacer es llorar porque no le puedo dar el lujo a nadie de verme llorar, pero ni de amores se muere ni de recuerdos se vive asi que dejaré de pensar en el-dije sonriendo tristemente mientras un torrente de lágrimas se deslizaban por mis ojos.

-Mel-dijo ella acercandose a mi para abrazarme, lloré en su hombro mientras ella me pasaba las manos por mi cabeza- Estarás bien, ¿verdad?- me preguntó dudosa.

-Estaré bien- dije sollozando-Lo prometo-suspiré para volver a hablar- Sólo ... sólo dame tiempo- ella me abrazó mas fuerte.

-Es bueno llorar-me dijo- Pero ya es suficiente, estoy segura que el está en el mismo estado que tú y quien sabe si peor, averiguaré las razones, y si son validas, haré que por lo menos te lo explique- me dijo y yo sonreí en su hombro, ellos son amigos desde que eran muy pequeños sólo que no se acuerdan el uno del otro, pero su amistad puede más que el tiempo, por eso se tratan como si nada hubiese pasado- Vamos a dormir que si no lo hacemos seguiras llorando y al amanecer te dolerá la cabeza.

-Está bien- dije parándome junto a ella mientras nos acostamos- Buenas noches Amel.

-Bueas noches Mel

StrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora