Stranger

Capitulo VII

POV. Dylan

Esos idiotas me han dejado solo con estos dos terremotos juntos, con idiotas me refiero a Amelia y a Albert ni siquiera han llamado, pero ya les voy a reclamar.

Salgo camino a sus casas, es temprano ahora es que son las 7 am dejé a los niños dormidos, decido ir primero hacia Albert pero Ana me dijo que no había dormido en casa, eso fue como un balde de agua fría, se había ido de rumba sin mí.

Me dirijo hacia donde Amelia, veo que ya los muchachos de la construcción están trabajando, abro la puerta con mis llaves, ésta casa parece un desierto aún hay algunas cosas sin organizar y no veo a nadie, subo a las habitaciones veo una con cajas por doquier, seguro es la de huéspedes, paso por el baño, la habitación de sebas; esta muy linda, sigo para encontrar la de Amelia y me sorprendo al ver esto.

No es que están en la misma cama pero si en la misma habitación y el tiene su cabeza sobre su vientre.

-Ohh, pero miren a los tortolitos-grité provocando que los dos cayeran al piso Albert se calló de la silla y Amelia calló sobre el- Yo me paso la noche tratando que ese huracán que formaron juntando a esos dos, se tranquilice y tu pasas la noche con mi hermana, ''CON MI HERMANA''-repetí sin creérmelo-Habiendo tantas chicas justamente ella.

-Tampoco es para tanto, Amelia se sentía mal me quede cuidándola hasta que se durmiera y yo también termine haciéndolo, ni si quiera estábamos juntos en la cama-explicó Albert mientras Amelia solo tenía la cara descompuesta parecía un zombie sonrojado.

Y de repente comencé a reír como una foca retrasada ante ese comentario. Mientras que ellos solo se miraban confundidos.

Amelia fue la que dio el siguiente paso, me mandó una almohada. Auch eso dolio.

-¿Y qué tal fue su noche? ¿Te hizo mucho daño Amelia?-dije divertido.

-Pequeño bastardo ven aquí- dijo Aacercándose, cuando pensé correr ya era demasiado tarde- ¿Quieres saber si me hizo mucho daño?- preguntó y yo asentí pero negué al mismo tiempo, mientras que Albert miraba la escena divertido- Bueno pues te mostraré que tanto daño me hizo-dijo y levantó su rodilla y se la pego a mi amigo fiel que nunca me abandona y yo solté un grito que seguro se escucho por todo el país.

-Ahhhhh,pero ¿porqué hiciste eso?-dije mientras que Albert ahora nos miraba aterrado.

-¿Por qué tuviste que nacer hermanito?- solo dijo eso de forma irónica y yo rodé los ojos mientras me retorcía en el piso, ahora se volteo hacia Albert- Tu, mm, gracias por todo, ya te puedes ir- y este solo asintió como estúpido, uyy como lo odio.

Bajaron juntos y minutos mas tardes Amelia subió con dos vasos de leches, me tendió uno y se sentó a tomarse el otro.

-¿Sabes que no te puedo regalar sobrinos si me haces esto?- le dije sentándome en el piso un poco adolorido aún, ella rodó los ojos y me respondió.

-Dudo que alguien quiera tener dylancitos corriendo por su casa.

-¿Cómo sabes eso? Desde que lleguemos al instituto te darás cuenta que no es así. Ohh por cierto estudiarás conmigo en el instituto, te irás conmigo y tal vez vengas con Albert no lo sé, tu decides.

-Iré y vendré caminando-dijo y yo alcé las cejas en su dirección.

-¿Estás segura? Me temo que si lo haces así nunca llegaras a tiempo.

-Bien, iré contigo-me respondió.

-Lo sabia, ven te ayudaré arreglar todo, gracias a Dios que remodelaste esta casa, ya ni se conoce de lo que era antes- le dije

Terminamos de ordenar todo y fui a buscar a los niños.

POV. Amelia

Es domingo en la noche, ahora mismo estoy en mi habitación cambiándome, cuando tocan mi puerta'ya voy' digo, me termino de poner la franela y abro.

-Eyy, eres tu -digo al ver a Sebas-¿Pero qué te pasa?-digo haciéndolo pasar al notar sus ojos rojos e hinchados y el se lanza abrazarme yo me agacho a su altura y lo abrazo.

-Extraño a mis padres-me dijo.

-Yo también los extraño a todos, un día de estos te llevare con tu padre, pero ahora estaremos mejor prometo que volveremos a ver a los demás aunque ellos no nos vean a nosotros pero ahora seca esas lágrimas -dije y lo senté en la cama-Que ahora tendrás un especial sobre mis bailes.

Lo deje solo sentado en la cama y puse música.

Y comencé a bailar como loca, moviendo mis caderas desenfrenada mente y haciendo cosas que si no fuera por hacer sonreír a mi sobrino no las haría ni en mil años.

Sebas solo me miraba con los ojos muy abiertos, seguro piensa que me he vuelto loca pero de repente oigo unas carcajadas y no son de el, busco por todas partes.

Oh no, no, no, no, esto no me puede estar pasando a mi.

-Hace cuanto tiempo estás ahí-dije dirigiéndome hacia la persona que se encontraba mirando por su ventana a la mía.

-Hace mucho tiempo- me respondió Albert.

-Oh no- dije mas para mi que para el -¿Qué has visto?

~Todo desde que comenzaste a cambiart...

-¡¡¡¿QUE?!!!-grité y ahora Sebas se unió a las carcajadas del aborto de hipopótamo que estaba del otro lado- TU!!! fuera de mi habitación- dije dirigiéndome a Sebas y este salió corriendo aun riéndose de mi-Y tu ya cierra tu ventana y deja de acosarme.

-No

-¿Cómo que no?

-Exactamente eso, no.

-Ayyy, eres imposible-dije cerrando mi ventana mas fuerte de lo que pensé.