Lo peor que te puede pasar es cambiarte de colegio, pero, lo que más le cala el alma a uno es la vida que dejas detrás, tantos momentos vividos a lado de tus abuelos, de los que te despides de un beso y un abrazo que dura unos minutos pues sabes que en mucho tiempo no podrás regresar a verlos. Tras terminar de subir tus maletas al coche, solo te queda la añoranza de volver a mirar por el retrovisor del auto al dar vuelta en la esquina de la av.principal, viendo una casa bastante modesta con un techo color azul en la que naciste apenas 18 años atrás en una tempestuosa tarde de noviembre; resignada y derrotada ante el cambio, secas con tu manga las lágrimas y no te queda más que observar el panorama mientras tu madre comienza la marcha del coche, aquel que anuncia que el verano casi termina, observas a las aves que ya han comenzado su vuelo y recuerdas que las flores ya han dejado de florecer, indicando que faltan a penas unas semanas para volver al colegio, ahora en la gran ciudad.
Al pasar de unas horas, mi madre ha decidido parar en una gasolinera para recargar el tanque y comprar provisiones porque apenas es la mitad del camino, me pide que me quede en el coche mientras entra a una tienda de conveniencia a comprar en palabras de ella todo lo necesario para no hacer ninguna parada innecesaria pues oscurecería pronto y la carretera se pondría peligrosa al pasar de los kilómetros restantes para llegar a nuestra nueva casa.
El resto de camino, mi madre y yo no entablamos palabra, caseta a caseta el silencio del coche hace que logre quedarme dormida un rato hasta que llegamos al último kiosco de pago antes de entrar a la Ciudad de México en la que el ruido de un tráiler dando un pitido me despierta poniéndome alerta, provocando que mi madre después de tantas horas de viaje quiera tratar de enmendar las cosas.
–¿ Me puedes perdonar por hacerte venir hasta la Ciudad de México por el capricho de casarme de nuevo?— dice con tono de suplica. Yo me limito a mirarla y asentir con la cabeza.– Sonría señorita Stokes, te aseguro que la escuela te encantara, es de los campus más grandes del colegio Coleman, aparte vas a estar con Leyla, tu mejor amiga desde la infancia si mis cuentas no me fallan— trata de alegrarme ofreciéndome uno de mis dulces favoritos causándome una leve sonrisa
—Si, tu lo haz dicho, era mi mejor amiga hasta que decidió que era buena idea meterse con mi ex novio mientras yo estaba de intercambio en Francia– resople— y que por si fuera poco es la prometida de Rodrigo desde hace más de seis meses, podría seguir quejándome de ella, pero, no vale la pena contarte cosas que no te gustaran—comente en tono más relajado.
—Claro cariño, cosas que ya conozco, ¿ Quieres hablar de eso?–preguntó mi madre si ninguna mueca de disgusto en el rostro
–No quiero meterme en detalles pero, es algo que no olvidare, ese chico es un..., tiene una forma muy particular de...–mi madre me interrumpió.
–Sin comentarios, me alegro de que no te hallas metido en problemas cariño, tu padre no fue el primero en mi vida—mi madre se rio—¿ Quieres que te cuente?— negué con la cabeza
—Oh Dios, pensar que después de esto acabaré dándote los detalles completos—al fin estaba más relajada y riendo
–Te invito una cerveza bien muerta, aprovecha que solo esta vez le invitare una cerveza a mi única hija–mi madre también comenzó a relajarse
–No juegue conmigo señora Stokes, me levanto el animo de inmediato, como te amo madre, perdón por como me eh portado desde que me dijiste que nos mudaríamos–comente sincera
– Culpa tenemos las dos, y te acepto la disculpa— me dio un beso en la cabeza— te amo más que a mi vida, dejamos las cosas en casa y después...– un auto se atravesó impactando contra la camioneta causando un accidente.La camioneta giraba y giraba, cuando de repente sentí como cayeron mis gafas de sol arriba de la guantera dejando el armazón destrozado al momento del impacto, pues cuando dejó de dar vueltas sentí un dolor intenso de cabeza lo que podría significar un duro golpe contra alguna parte del coche, al querer llevar mis manos a la cabeza me percate que quede atorada con el cinturón de seguridad del asiento y de mi rostro caían pequeña gotas de sangre provenientes de un par de pedazos de vidrio que tenia clavados en una de mis mejilla, al mirar a donde mi madre supe que estaría en estado critico por que no respondía a su nombre que repetidamente le decía hasta que las fuerzas me vencieron desvaneciendome.
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La lista negra de Antón( Re-construcción)
RomanceNunca me imaginé enamorarme de aquel chico, nunca me imaginé que una boda cambiaría mi vida. Un día sin previo aviso me volví un objetivo sin saber que mis desiciones conducirían a la muerte...