9. El primer día de clases

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Después del incidente entre Anton y yo, tenía una cita con la psicóloga del colegio, misma que quería evitar por las malas experiencias que guardaba en la memoria.  Seguí con mis clases marcadas en el horario como si no tuviera importancia lo ocurrido. Con la única que platique al respecto del incidente fue con Leyla quien me dio su apoyo y me sugirió que asistiera a detención. 

Haciendo caso de su buen consejo deje en mi casillero mis manuales para no llevar sobrecarga a casa de lo que no utilizaría en ese momento. Rebusque y rebusque en mi mochila mi libreta de notas personales, dándome cuenta que si pronto no aparecía en las cosas perdidas,alguien se la había llevado. Aun con la preocupación de a donde había parado mi diario, guarde en mi bolsa solo el manual de matemáticas, el de historia, un cuaderno y al final una paleta de caramelo. Cerré mi casillero. Me dirija a detención cuando Anton de repente me intercepto en el camino y no me dejo moverme, como pudo me cargo como si fuera una niña pequeña.

—¡Suéltame idiota¡, yo no tengo nada que ver contigo—dije pateándolo

—No dejare que te creas mi cara de malo, hay cosas que quiero explicarte, pero no aquí, te ayudare a brincar detención por que oído que la psicóloga no quiere mas casos como el tuyo, pero prométeme que quedara entre nosotros—Anton trato de convencerme.

—¿ Acaso te importa lo que me pase?— pregunte molesta— debes tener una buena razón para ayudarme sabiendo que soy la que "casi mato a tus padres"— hice comillas con los dedos

—La tengo Sky, por eso vengo en tu ayuda aunque dudes que sea de buena fé— me bajo con cautela para ir caminando. Accedí a seguirlo hasta la biblioteca. —Sígueme, te mostrare un lugar

Lo seguí por toda la biblioteca hasta encontrar un estantería de libros de filosofía del que jalo un libro y se abrió un pasadizo que nos llevo hasta una puerta negra.

Toco la puerta de una forma especial por la que le abrieron sus amigos, con la mirada les indico que se fueran del lugar por lo que nos quedamos solos en una gran habitación donde había una consola de videojuegos, en especial una X-box, me acerque a ella para mirar los juegos, uno capto mi atención pues se trataba de un GTA-V lo que me emociono bastante porque me recordó cuando aun era una chiquilla. 

Tome uno de los controles y le propuse a Anton que jugáramos un rato en su consola, sin embargo el se negó porque teníamos trabajo que hacer.

—Me encantaría jugar contigo, pero tenemos que hacer el trabajo— asentì

—Tienes razón, mientras más rápido acabemos el trabajo, menos tiempo pasaremos juntos— suspire— ¿ solo por ello intentaste secuestrarme verdad?— pregunte arqueando las cejas

—No lo llamaría secuestro, porque accediste a venir conmigo— sonó serio— y no cariño, no solo te traje aquí por el trabajo

— ¿ Entonces?— pregunté sorprendida

— Necesitaba aclarar contigo las cosas, porque lo que paso en la mañana con Julia estuvo mal y no debí actuar de esa forma, ¿ podrías disculparme por ello?— reí

— No esperaba una disculpa de tu parte, porque te portaste como un insensato y encima me hiciste ver como una mala persona frente a tu supuesta novia— comente molesta— pero la acepto porque mereces una segunda oportunidad

— Que quede claro que no es mi novia, solo es la chica del momento en mi vida y...— lo interrumpí

— Nada de detalles, mejor vamos a trabajar que no quiero que pase de hoy avanzar por lo menos la mitad del trabajo— asintió

—Bueno, sugiero comenzar por la definición de historia, y la complementemos con la definción del arte— googleo en su celular la definición— La Historia es la que estudia y sistematiza los hechos trascendentales del pasado—comenzó a dictarme Anton

—Eres un pequeño cerebro andante, continua—escribí la definición en una hoja decorada

— Yo no me llamaría inteligente, pero de algo sirve recursar clases— comento en tono presumido— continuemos con la historia del arte, esta se trata de una rama de la historia que se dedica a...—Anton se detuvo un momento

—¿Qué pasa?—puso su dedo en mi boca

—Alguien se aproxima, te enseñare a salir pero iras a tu auto con cautela—asentí con la cabeza—prométeme que será nuestro secreto.

—Si, pero te va costar muy caro cariño—dije seductora— ¿ me puedes dar un beso?— me acerque a el.

—Esta bien— me tomo del rostro y me beso en los labios de una forma muy tierna.

Me llevo de la mano por un pasadizo secreto que conducía a el estacionamiento, eran cientos de kilómetros bajo tierra, las paredes olían a humedad y eran color ladrillo, pero un poco desgastado por el paso de los años. Me ayudo a subir por una escalera que daba a una puerta redonda por la cual llegue al jardín trasero del colegio y me dirigí a mi auto, cuando me disponía a subir me tope con un chico que esperaba mi llegada.

—Sois hermosa—comento un chico de pelo rojizo que me resultaba familiar.

—¿ Te conozco de algún lado?— pregunté preocupada 

— Somos compañeros de clase, ¿ acaso no te diste cuenta de como te miraba?— voltie los ojos para arriba 

— Ya lo recuerdo, Tristan— asintió— bueno, quítate de mi auto— lo intente mover sin tener éxito.

—¿ Y si no que?— intento retarme

—Llamare a la policía, me estas quitando mi tiempo y ya debo volver a casa— logre moverlo con mi amenaza de llamar a las autoridades. Abrí la puerta del conductor y me metí en mi auto.

—Ya te he visto con el tío con el que te estas liando, es un gilipollas—Tristán comento mientras encendía la marcha de mi coche.

—Te agradezco la advertencia, pero por desgracia tengo trabajos pendientes con el, nos vemos en clase de lengua españolito— baje la ventana y saque mi mano para hacerle entender que se jodiera enseñándole el dedo de en medio.

Acelere y no deje rastro de mi presencia en el instituto, recorrí un largo camino hasta dar con una enorme avenida que pasaba por la casa de Leyla, y pasaba por donde estaba ubicada la mía, estacione el coche fuera de ella, y cuando me disponía a meter en el cerrojo la llave, mi madre me jalo del cabello y me metió dentro, después ella dio un portazo, con rapidez me condujo a la sala y puso delante mío una foto mía y de Anton en el parque de atracciones.

—Explicación de esto ahora, señorita Stokes— mi madre estaba molesta

—¿Como demonios llego esta foto a tus manos?—comente preocupada

—Las redes sociales siempre son un buen aliado de una madre preocupada, como pudiste dejar que pasara esto Sky—mi madre me aventó un periódico de hacia unos días.

—¿ Qué tiene esto que ver conmigo?—vi los titulares y decían: "Sky Stokes la nueva conquista del hijo de los Watson"—esto es del día del juicio, la prensa me esta siguiendo—lleve mis manos a mi rostro.

—No me importa que paso en esa habitación, pero debes dejar de verte con ese chico, a partir de mañana iré a recogerte y te llevare, el auto se queda conmigo, las llaves—mi madre me tendió la mano

—Primero mis cigarrillos y ahora mi auto, el accidente te afecto la cabeza, no tienes derecho de quitarme lo que es mío por derecho divino, aparte mi padre...—comente molesta

—Si puedo, tienes 18 años, pero vives bajo mi techo, mi casa... mis reglas— me quito las llaves a la fuerza.

—Bien, no me esperes mañana por que estaré castigada—comente muy molesta—Cenaras sola, no pienso bajar a disfrutar del espectáculo de tu prometido y tu—comencé a subir las escaleras

—¿ De qué hablas?—pregunto mi madre sorprendida

—Lunes de Linis—dije desde arriba

—Es cierto lo había olvidado— alcance a oír la voz de mi madre desde mi cuarto, cerré la puerta y me encerré el resto de la tarde.


La lista negra de Antón( Re-construcción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora