La lista negra de Antón( Re-construcción)

13. La cena con Kenny

Sky

Salí bastante molesta de  la escuela, el solo hecho de pensar en que tendría que fingir una sonrisa en la cena de mi madre me causaba molestia porque encima tendría que soportar las platicas incomodas del que se convertiría en mi hermano en unos meses. Llegue a casa y azote la puerta al entrar, lo cual puso  alerta a mi mamá, subí corriendo la escalera hasta mi cuarto, cerré la  puerta con candado y me solté a llorar pues tuve un ataque depresivo y no quería molestar a mi madre.

—¿ Puedo pasar?—me llamo mi madre desde afuera— ¿ volviste a recaer amor?— pregunto mi madre

—No quiero que por culpa mía...— respire— la prensa me siguió a la escuela, le  mentí a mi padre y encima estoy enamorada  del chico del juicio—dije mas tranquila, limpiando mis lagrimas con la  manga del saco.

—Valla problemas de hoy, veras que un vestido y zapatillas te ayudaran—mi mamá abrió la puerta, se sentó a mi lado.

—¿ Como pudiste abrir el candado?—pregunte sorprendida mientras la abrazaba con fuerza

—La magia de un tutorial de internet para abrir la alacena de tu padre  hace 16 años y tirar sus botellas a la calle—ambas reímos

—Papá mandara un par de guardaespaldas a cuidarnos—comente mas tranquila

—Al menos se preocupa por ti,- asentí- se que estamos distanciadas por lo  de mi nuevo novio, pero no quiero que pienses que te dejare de querer,  pase al centro comercial y me tome la libertad de actualizar tu  guardarropa—mi mamá se levanto a buscar unas cajas en mi closet.Me dio  una caja con la marca de Dolce Gabana en ella. La abrí.

—Es el vestido mas precioso que he visto desde Francia, blanco de  encajes y tiene un corte divino, gracias mamá—me mostré sonriente al verlo

—Espero no sea demasiado...—suspiro—no soy de andar a la moda, pero me  dijeron que iría perfecto con estas zapatillas.—me entrego un par de  zapatillas color plata con un corazón en la punta.

—Es suficiente con el echo de saber que lo compraste tu y no el insípido  de tu novio, déjame ver esas zapatillas—las observe con detenimiento.

—Zapatillas Salvatore, esas si las compro tu próximo padre—comento mi madre y me sorprendi.

—¿ De que hablas? ¿ Se casaran y podre quedarme este departamento para  mi sola cuando cumpla los 21 años?—me entusiasme con la noticia. Mi  mamá se aproximo a la puerta.

—Algo así, cámbiate y en cuanto eses lista llamare a Kenny para que pase por nosotras—me sorprendí al oír ese nombre.

–¿ Kenny?, ¿ Hablas enserio?—mi rostro se ilumino.

—Si, anda que se hace tarde—dijo mi mamá desde afuera de la puerta y empece a vestirme para la ocasión.

Puse  el volumen completo de mi radio y me metí al baño, abrí el grifo del  agua y cuando me disponía a meterme a bañar comenzó a sonar mi celular,  era una notificación de mis redes sociales. Deje el celular en la mesita de noche y  regrese a darme un baño; Una vez que termine mi ritual de secado, me  puse el vestido de encajes, cepille mi cabello y con las tenazas le di  forma, al final me puse las zapatillas y el maquillaje también, tome de  mi closet una bolsa pequeña donde meto mi celular y lo necesario por si  tenia que volver sola a casa si las cosas se tornaban mal.

Tocaron la  puerta, era mi madre.

—¡Apurate hija, Kenny esta abajo¡—grito mi madre

—Ya voy, estas pestañas no se enchinaran solas—dije aun en mi cuarto