10. Me encantaría jugar contigo esta noche.

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Entre en el salón de lengua y me senté lo mas cerca posible de la pizarra, era la única clase que me convenía por mis gustos generales, no me gustaba estar con los lamebotas, pero no tenia muchas opciones, si reprobaba la materia este semestre seria firmar mi sentencia de muerte ya que tendría que cursarla en el invierno y tenia planes de viajar a París a llevar las cenizas de mi hermana al Rio Cena, su lugar favorito desde que tenia memoria. No había llegado nadie por lo que pude continuar leyendo las notas privadas de Sky y encontré una interesante que hablaba de Rodrigo.

Lunes 30 de Enero

Las cosas entre el y yo van decayendo, ya no es lo mismo que cuando lo conocí, yo era una nerd y el un chico rudo, el laboratorio de química es testigo de nuestro primer beso y mi casa del ultimo beso que tuvo sabor, esa noche deje de ser una niña y cambie, pero dejare de agobiarte con esto, mejor debo comentarte que planeo pasar 4 meses en una escuela de París, aun se me dificulta el francés, pero al menos tengo con que defenderme.

Te quiere Sky

Posdata: Rodrigo es un idiota.

Termine con la boca abierta de leer la nota, tenia que comprobar que Sky dijera la verdad por lo cual en cuanto Rodrigo cruzo la puerta me acerque a preguntarle de la relación que tenia con la chica nueva que para mí ya era una mas de la lista.

—¿ Qué relación tenias con Sky?—le pregunte con intriga

—Oh jefe, es algo que quisiera olvidar, pero para ser sincerp no puedo por que conmigo aprendió lo que sabe—Rodrigo se notó sonriente

—¿ Qué le hiciste exactamente?— lo mire con una mueca de disgusto en mi rostro.

— Ella tuvo la culpa, yo solo quería que las cosas entre ella y yo subieran de tono, me estaba cansando de la linda y tierna, acepto cambiar, pero la engañe con la mujer que me casare este invierno... —suspiro— mira Anton, Sky tiene dos caras, cuando volvió de Francia dejo de ser la niña que era, se volvió mas rebelde, dejo de importarle si aprobaba o no, eso es todo lo que puedo contarte —dijo Rodrigo suspirando

—Valla historia, supongo que por eso es así conmigo, debiste verla el día que compre mi corbata nueva, se comporto como una fácil, dejo que viera su perforación—mi mente  volvió a ese momento.

—Un clásico, ella no es quién crees, algo le paso en Francia que la hizo actuar de esa forma..., cuando me mude le perdí la huella, luces bien con una nerd—me hizo molestar con su comentario.

—Ya veras el día en que...—Kenny me interrumpió

—Reunión hoy en la guarida, debemos discutir asuntos del equipo—asentí con la cabeza.

Continué mi día como solía hacerlo a diario desde la secundaria, quede con Julia para después pues durante el receso seria la reunión del club de americano. Terminamos las clases y tenia que cumplir con mis horas de detención, cruce por el pasillo y vi a Sky cerrando su casillero, me asegure de que nadie viniera, me acerque con cautela,  la tome de la cintura y la cargue en mi espalda. No dejaba de moverse intentando hacer que la bajara, pero no le funcionó hasta que llegamos a la biblioteca, la baje y recorrimos varios libreros hasta dar con el que conducía a la guarida. No me imaginé que los chicos estuvieran ahí, así que decidí tocar la puerta.

—Clave de acceso—los ojos de Kenny miraban por la mirilla. 

—¿ Enserio le pides clave a tu jefe?—me rei

— Adelante jefe, veo que...—Kenny nos dejo pasar. Eche a los chicos. Todos salieron

—Pasa, hay bebidas y botanas o al menos lo que dejaron ese par de pollos—ambos reímos y cerré la puerta mientras entraba Sky

—Entonces...—dijo mientras se sentaba en mi sillón con vista a mi xbox- ¿ Sirve tu consola?- pregunto

- Si, ¿ sabes jugar?— pregunte anonadado

—Se un par de trucos con este juego—señalo la caja de mi juego

—No dejas de sorprenderme, hay algo que quiero que sepas..., me gustas mucho pero hay una reputación que debo mantener....—no me dejo terminar

—Eres igual que todos, se que si sales con alguien como yo tus amigos se verán obligados a abandonarte pero no importa, Rodrigo era como tu pero, fui capaz de cambiarle con mis encan...—se tapo la boca con sus manos y agarro un control

—Este será nuestro lugar de encuentro si quieres, casi no usamos esta habitación secreta, así que cuando desee su majestad puedes venir—me sonrío

— Lo tomare en cuenta— correspondió mi sonrisa. — ahora a trabajar — asentí.

Ambos decidimos continuar con el trabajo en equipo, aunque pareciera que no me importaba el colegio, algunas noches me gustaba leer sobre historia de todas clases por lo que me resultó fácil ayudar a Sky con la tarea, todo marchaba bien hasta que escuche un ruido que me puso alerta, decidimos terminar por el día el trabajo, por lo que la ayude a salir de ahí.

La lleve por los túneles subterráneos del instituto, corrimos de la mano hasta que topamos con una de las puertas ocultas que daban a los jardines del estacionamiento, la ayude a subir y la vi alejarse a su auto, pero no me esperaba que el chico de clase de matemáticas se acercara a ella, me puse celoso sin embargo no quise meterla en mas problemas, me dirigí a mi moto y tome la vía mas rápida a casa.

Llegue por la puerta principal, estacione la moto en el garaje, pero no conté con qué mis padres me esperaban con un periódico en la mano, y miles de fotografías postales de Sky y mías besándonos en el parque.

—¿ Quieres decirme que hacen estas postales en mi casa?—mi padre aventó unas fotos al suelo.

—No tengo la menor idea de esto, me han estado siguiendo, pero no le di importancia, y tampoco tengo la culpa que seamos tan famosos por tus negocios papá—mostré disgusto en mi rostro.

—Te sugiero que hables con tu hijo, por que a mi no me hará caso, tu hermana era mas...—no deje que mi padre terminara de hablar

—Natasha no era como creías, ella era..., sabemos que ella sola produjo el accidente que le quito la vida—dije molesto

—No hables así de tu hermana—mi madre me tiro una cachetada

—Como sea, regreso más noche—me subí de nuevo a mi moto y de nuevo me fui.

Recorrí la ciudad recordando aquellos tiempos cuando Nat me llevaba de fiesta con sus amigos, me detuve en un semáforo para mirar las estrellas del cielo, las que me tranquilizaban cuando estaba molesto, pues era lo único que veía desde mi celda en la correccional y con la que me hacía compañía hasta que transfirieron  a  Rodrigo.

Llegue a la escuela, estacioné mi moto en un lugar cercano y me colé como pude para entrar a la guardia, pues había decidido pasar la noche en el colegio refugiándome de los regaños de mis padres que desde el momento en que pise mi casa al volver de la correccional se habían vuelto más estrictos con el paso de los años. Si bien, ya no era un niño, seguía viviendo bajo el techo de mis progenitores y aunque me costara aceptarlo debía seguir ciertas reglas impuestas no solo por mi familia si no por el juez que me había otorgado la libertad anticipada que hasta el día de hoy cumplía discrecionalmente porque de vez en cuando tenia que trabajar en negocios sucios en los que me involucraba mi padre y su compadre Tito. Uno de los delincuentes de cuello blanco más grandes del país, que ahora había creado su propio grupo criminal que operaba solo para casos específicos del que formaba parte desde hacia muchos años sin que mi padre lo supiera.

Trate de mantenerme despierto un rato, sin embargo el sueño me venció quedando totalmente dormido en el sillón.

La lista negra de Antón( Re-construcción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora