11.Una propuesta memorable

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Después de la discusión con mi madre, lo que menos quería era verla en el desayuno por que me sermonearía y amenazaría con mandarme a casa de mi padre o incluso de vuelta con la abuela, me puse el uniforme, me arregle el cabello, me perfume y baje con dirección a la cocina para recoger mi desayuno.

Para mala suerte, mi madre me estaba esperando al final de la escalera con unas postales en la mano, de mala gana las tome y las observe por un momento éramos Anton y yo besándonos en el parque, guarde silencio por unos segundos tratando de evitar responder a mi madre. No paso mucho cuando mi madre exploto.

—¡¿ Qué carajos paso Sky?!—dijo mi madre molesta— ayer no terminaste de explicarme nada.

—Mamá te prometo que no estaba enterada de este asunto, me han estado siguiendo desde el juicio, pero no le di mayor importancia, ademas entre el y yo no hay nada mas allá de ese beso—comente disgustada.

— Haré que te creo, pero si me te vuelvo a ver con él vas a estar en serios problemas— comento con su mirada desafiantes

— Te aseguro que no volverás a saber del asunto— resople— ¿ ayer fuiste con tu futuro esposo?, no te escuche salir— comente

—No, pospusimos para esta noche, iremos a su casa, tiene un chico de tu edad se que se llevaran muy bien— dijo más tranquila

—Como sea se hace tarde, y aunque me oponga a ir, me vas a llevar — comenté aun molesta—¿ me das mis llaves o me llevas al colegio?— extendí la mano esperando mis llaves.

—De acuerdo, pero nada de llegar tarde esta vez, te estaré vigilando con la aplicación de búsqueda ¿de acuerdo?—asentí con la cabeza y me dio las llaves.—No olvides marcarle a tu padre para que te ayude con lo de la prensa—comento mi mamá

—Por su culpa tengo que pasar por esto, pero sí lo hare—suspire y salí de casa.

Salí por la puerta principal, subí al auto, encendí el motor y me puse en marcha al colegio, pase a casa de Leyla a recogerla por que su auto no circulaba los martes por la mañana, subió en el asiento del copiloto y Rodrigo se sentó en la parte trasera del auto, por unas cuadras el silencio invadió todo el interior del auto hasta que Rodrigo comenzó a preguntarme de cosas de Francia.

—¿ Que tal Francia?, ¿ te enamoraste de alguien allá?—Rodrigo rompió el silencio incomodo del auto

—Un montón de chicos querían una relación chispa conmigo pero realmente no, el echo de tener una relación a distancia me causaba nauseas— reí

—Oh ya veo, ¿ Por que te fuiste sin despedir?—dijo Rodrigo curioso

—¿ Cuanta probabilidad hay que le digas todo esto a Anton?—pregunte seria

—Diria que un 80% de que si y un 20% de que no—Leyla lo golpeo

—No creas amor, que no se lo que traman, si la lastiman te juro que te... — pensó unos segundos la respuesta—no me caso contigo— comento Leyla molesta

—Tranquila bomboncito, Anton solo quiere conocer a Sky por que le agrada y quiere salir con ella en una relación seria—sonreí disimuladamente

—Relación seria la de nosotros— todas las relaciones de Anton terminan en una eterna discusión después y si me preguntas no tienen nada de seriedad— resopló– cambia más de novias que de calzones— reímos con su comentario.

—Dejemos que el solo averigüe mi pasado, que se esfuerce en tenerme— mire por el retrovisor con asombro— tenemos una nueva amenaza—comente en cuanto cruzamos la entrada del colegio y detuve el auto.

—¿ Quieres que estacione yo el auto Sky?—pregunto Leyla

—Te lo agradezco infinitamente— desabroche mi cinturón y baje de mi auto.

—Te daré las llaves en química—asentí con la cabeza

La escuela era un completo espectáculo, cámaras y flashes me daban en la cara, reporteros con micrófonos en las manos, fotografiando y grabando como cruzaba la entrada al pasillo principal, invadían mi paso, no le di mayor importancia y me concentre en llegar a el salón de computo lo antes posible, no sabia que estaba pasando por lo que marqué el numero de mi padre en el celular, me contesto después del segundo bip.

—¿ Que paso esta vez?—pregunto mi padre con voz preocupada

—Hay reporteros y prensa en el colegio, todo desde el juicio del accidente, ¿puedes preguntarle a tu prometida que puedo hacer?—dije asustada

—No necesito preguntarle, quiero que no salgas de la escuela hasta que pueda contactar a la agencia y enviarte a los de traje negro y corbata roja, tendrás que mantener un bajo perfil, nada de fiestas o si vas iras con ellos—mi padre estaba molesto

—Pero papá, no me puedes pedir que ...—colgué el celular al ver a Anton frente a mí

—Buenos días, hermosa —me ofreció una dona de chocolate. La tome con gusto.

—Sabia que no era buena idea contarle a Rodrigo de Francia, ¿ Te lo dijo cierto?—dije suspirando

—¿Decirme que?—Anton se acerco mucho a mi

—Nada, pensé en voz alta— lo aparte de un golpe—gracias, pero debo ir a clase de tecnologías o daré este semestre por muerto— me despedí con la mano de él.

—Que te valla bien, no se te olvide que debemos terminar el trabajo—Anton sonrió

—No lo olvidare—salí corriendo de ahí porque ya se me hacia tarde.

Las clases se volvían aburridas con el paso del día, no podía hablar con nadie, todos me miraban como un bicho raro, mi martes se convirtió en basura espacial. Los profesores tan solo se dedicaban a escribir en la pizarra y se limitaban a hablar de cosas superfluas que no servirían en mi carrera, la vida de una artista no tenia nada que ver con las mates mas complicadas del mundo pero era esto o la clase de deportes, por lo que prefería matarme estudiando que corriendo; Termine la mitad de mis clases y me dirijo a la cafetería, tome una bandeja vacía y me acerque a pedir mi refrigerio, tome el ultimo vaso de jugo de uva y me senté en una mesa cercana a la puerta esperando a que llegará mi mejor amiga, sin embargo no llego y en su lugar en mi mesa se sentó Antón.

— ¿ Que haces aquí?— pregunté sorprendida

— Te vi sola y como salí temprano de clases quise aprovechar para hacerte una propuesta- arque las cejas
—Té escuchó—comenté interesada
—Quiero que salgamos a una cita secreta, que me des la oportunidad de demostrarte que no soy lo que aparento ser— me sonroje—¿Aceptas?
—No, porque se que tus relaciones son complicadas y ya no puedo meterme en problemas—comenté insegura—aparte que estás con Julia y...—me interrumpió.
—Hagamos algo, piénsalo, si aceptas salir te veo mañana al terminar clases para ir a cenar, si no asistes sabré que no quieres nada de mi y no volveré a molestar—asentí
—Está bien, me lo pensaré— tome mi bandeja de comida para moverme de mesa donde visualice a Layla. 

Me senté a disfrutar mis últimos bocados antes de que nuestro receso terminara. Aunque lo negara, quería ver a hasta donde podía llegar con el chico malo de la escuela, pues era el típico fuckboy y rebelde del colegio, lo que resultaba interesante para mí.

Mi última clase fue la de artes por lo que subí un piso hasta el salón. Al encontrarme estresada puse manos en la obra y logre terminar uno de los diseños que tenia pendientes, ganándome los primeros 100 puntos del semestre. Al terminar mis clases, me dirigí al estacionamiento para buscar mi carro y ponerme en marcha para casa pues tendría que arreglarme para acudir a la cena con el prometido de mi madre.








La lista negra de Antón( Re-construcción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora