Capítulo 1: Lo conoce?

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A veces desearía olvidar quién soy, quisiera ser otra persona...pero aunque tenga cientos de identidades falsas o me borren la memoria todos los días, siempre voy a recordar todo y la verdad, es que, nunca voy a dejar de ser quien soy hasta mi muerte.

Diciembre 3, 2006.

***

Cárcel la Balsa

Abril 4, 2016.

-Buenas días, señorita Benkara.

Sostuve mi mirada en el filo de la mesa, tal y como lo había hecho los últimos 10 minutos mientras esperaba al doctor que me iba a ver hoy. Era como el número 21 en dos meses, los otros veinte ya no me volverían a ver, algunos los había hecho asesinarse o simplemente estaban traumados.
-Yo soy el doctor Abraham Watson. He venido de...

-Inglaterra cierto? O me equivoco? -Le dije levantando mi rostro y llevando mis ojos a los pequeños suyos color marrón que se ocultaban detrás de sus lentes.

-Empezamos muy rápido con los juegos mentales, señorita Benkara.

-Alexa, llámame Alexa. Odio las formalidades. Por eso no le di la mano. -Dije con burla, sabía que él entendía a lo que me refería, tenía las manos inmóviles por la camisa de fuerza. -No hace falta leer su mente para saber que es británico, su acento lo delata y no, no leo las mentes de los demás, las controlo, apúntelo. No quiero que lo olvide.

El hombre dejó la pluma sobre mi expediente y me observó confundido.

-Bien, no he venido a diagnosticarla ni a sacarle información, quiero saber que quiere usted.

-Un nuevo trato? -Le di una sonrisa perversa.

-Depende de qué quiera usted.

-Ya le dije a su superior que no voy a hacer estúpidos tratos, quiero mi libertad y punto, no van a obtener nada a cambio. Nunca diré nada.

-Sabe que su libertad no entra dentro de ningún trato, usted es...

-...peligrosa? Creí que quería ser mi amigo.

-Mire señorita...Alexa. Si usted quiere podemos ser amigos, quizá, empecemos con su historia. Hábleme de su infancia por ejemplo, qué recuerda?

Le di una sonrisa juguetona y luego me acomodé en mi silla.

-Apague la grabadora que trae el bolsillo.

Él enarcó una ceja, me vio dudoso y luego metió la mano en su saco, sacó la grabadora y la apagó. La puso frente a mí, luego se quitó los lentes y se acomodó en la silla.

-Cuando quiera. -Me dijo él muy tranquilo, la verdad pude sentir su confianza en sí mismo, no como los otros doctores anteriores. Se les notaba el miedo en los ojos, se les salía por los poros, a este no.

-Tuve una maravillosa infancia, sabe? -Comencé diciendo. -Jugué y jugué por años, ya sabe...muñecas, barnis de uñas, pijamadas entre amigas y coletas de colores etc, etc, etc.

El hombre rió con burla.

-Porqué se ríe, doctor Watson? No me cree?

-Hay mucha información sobre usted señorita, no tuvo una infancia fácil, no tiene porqué fingir.

-Entonces por qué está aquí si ya sabe todo sobre mí.

-Detalles, señorita. Sabemos qué sucedió pero no cómo o porqué.

Inhumans: Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora