Capítulo 51: Telequinesis...

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La vida es una mierda...en especial la mía.

Enero 8, 2018.

***

*Alexa*

-Qué haces aquí? Por qué no estás descansando, aún es temprano.

-Qué te pasó, mamá? Quién te hizo eso? Fue Daniel? -Bajé mi rostro con disimulo, tenía un par de golpes de la pelea con la maldita perra de Halliwell. Eso sin contar con mis costillas rotas y las balas en mi cuerpo.

-Maldición!! -Susurré mientras el dolor de mi cuerpo respondía.  -No, hija. Esto fue un accidente. -Caminé despacio y me tomé de la pared.

-Quieres que te ayude?

-No. Estoy bien.

-Mamá. -Annie dudo. -Ayer trajiste un niño. Dónde está él?

-No sé de qué me hablas. Vamos, ayúdame a llegar al comedor.

Annie me veía muy extraño. Sabía del mososo, así que lo puse a dormir para que no llorara. Daniel me había abandonado, se iría con su familia, era una rata asquerosa. No quiso apoyar mi nueva idea y Fred no tardaba en decirme sus arrogancias. No necesitaba a ninguno de ellos. Ya tenía a Prue en mis manos pero antes le daría a su pequeño una visita al médico.

En cuanto a Annie. La iba a encerrar para que no se entrometiera. Era mi bebé, pero no quería que saliera perjudicada por mi culpa. Después de molestar a Halliwell iba a ir tras Victoria, quién estaba muy cerca de encontrarla. Tenía un leve presentimiento.

-Y entonces? -Le dije a Mía en el laboratorio. Ella veía unos resultados.

-El...el niño es compatible.

-Genial! Comienza el proceso.

-Qué? Pero señora...es sólo un niño.

-Y que importa! No es mío.


-Quizá no lo resista.

-Buscamos otro entonces.

Mía negó con la cabeza.

-Hazlo! O quieres que te manipule mentalmente. Ya sé, quieres que te asesine ahora!?

Saqué mi 9mm y le apunté en el rostro a la joven finlandesa.  Ella miró el niño y resopló. Fue hasta los sueros, buscó el que era compatible con el ADN del mocoso, lo colocó en el gancho y dudó al introducir la aguja en el brazo del niño. Vi como su pulso temblaba.

-Qué pasa, Mía? No piensas hacerlo?

Ella negó con su cabeza y se volvió hacia mí con rapidez, llevó la aguja a mi cuello y disparé.

-Eres una perra! Maldita!! -Disparé en varias ocasiones dándole en la cabeza.  -Dios!! Saqué la aguja, al menos no la había introducido por completo. -Por qué no la manipulé? Maldición!

Tomé otra aguja y le puse la vía al pequeño. El suero empezó a entrar al cuerpo del niño.

-Lo siento pero necesito vengarme, te haré diferente y especial, me lo vas a agradecer algún día.

Inhumans: Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora