10.Como yo.

240 20 3
                                    

Su voz ronca resonaba en mi mente con sus palabras. Sus manos comenzaron a subir por mi pantalón y por un momento pensé que su mano se metería dentro de mi pantalón pero Harry notó mi nerviosismo y su mano se acercó a mis mejillas.

-La próxima vez quiero que me facilites más el camino a ti.-dijo dando besos sobre la marca que horas antes había dejado sobre mi cuello.

Un ola de calor recorría mi cuerpo pensando en Harry de esa manera pero a la misma manera me aterrorizaba. Su enorme cuerpo tapando mi pequeño cuerpo, algo que acojona solo de pensarlo.

-Nada de pantalones.-dijo sobre mis labios y me besó de manera pasional otra vez.

El sonido de la madera crujir al otro lado de la habitación me sacó del beso que estábamos teniendo. Podía ser cualquiera, mi hermano o mi padre. ¿Y si me pillan con Harry en la cama, sin tener una relación y sin que ellos le conozcan?

-Creo que tienes que irte-dije con los ojos cerrados ante el tacto de sus labios sobre los míos.

-¿Me vas a hacer conducir a estas horas y afectado tras una pelea por defenderte?- dijo atrapando con sus labios y los míos y logrando la lucha habitual que nuestros labios tenían cuando nos besábamos.

-Vale. Quédate pero duermes en el sofá.

-Donde quieras, será gracioso despertar y ver a tu familia desayunando.

-No. No. No puedes dormir en el salón entonces. Ya duermo yo en el salón. –intenté levantarme de la cama pero sus manos me sujetaron y tiraron de mi hacia él.

-No te tocaré, tranquila. Podemos dormir juntos. Tú en tu lado y yo en el contrario.

Suspiré y miré el reloj, las cuatro de la mañana y mañana yo tenía que ir a clase. Preparé la alarma y me acomodé en la cama junto a Harry.

-Mañana tendrás que hacer todo lo posible para que mi padre no te vea ¿de acuerdo?-dije colocando mi mano bajo la almohada y dándole la espalda a Harry.

-De acuerdo. ¿Por?

-No le agrada la idea de que quede con chicos, con lo cuál no lo agradará saber que un tío ensangrentado que no conozco de nada haya dormido en mi cama. Nunca le han gustado los chicos con los que he salido.

-Para un padre nunca habrá un chico que sea perfecto para su niña.-dijo riendo.

-Nunca les ha dado una oportunidad. Ninguno era adecuado para mi según él.

Me giré para poder ver a Harry. Nuestros rostros estaban bastante cerca, tan cerca que su nariz casi rozaba con la mía. Nos mirábamos ambos sonriendo y yo mientras observaba sus pequeños hoyuelos.

-Porque no me ha conocido a mi todavía.

-Que pena que tú no vayas a ser nada, por lo que no tendrás el placer de conocerle.-dije en un tono irónico.

-Pena no, para nada. No me interesas como relación.

-Menos mal, porque tú a mi tampoco.

-Estamos en paz entonces.

Mis ojos poco a poco se fueron cerrando mientras que Harry acariciaba mi mejilla con sus delicados dedos. El sueño pudo conmigo y no tarde más de cinco minutos en quedarme completamente dormida.

La luz entraba por la ventana debido a que ayer se me olvidó bajar la persiana. Perezosa me volví a meter bajo la cama para esconderme de la luz. Mis piernas se escaparon por el lado contrario al que yo dormía. ¿Harry?

Después de unos minutos sentada y esperando encontrar una respuesta de donde estaba Harry sonó el despertador. Había que ir a clase por lo que me dispuse a ir a la ducha ya que seguía con la misma ropa con la que había ido ayer al club con Harry.

Secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora