Secretos.

2. ¿Te llamabas?

-¿Me observabas?- repite mis palabras cuando termina su bebida y suelto una risa floja.

-Para nada. No hay nada que quiera observar.-digo moviendo mi cuerpo de un lado a otro a ritmo de la música y con mi puño bien  alto. Aprieto mis ojos fuertemente cuando noto que el suelo se mueve. Resulta que nadie más siente este movimiento por lo que deduzco que es el efecto del alcohol. Mi coordinación bailando es lo más espantosa.

-Tengo sed.-digo en alto y sin pensarlo dos veces miro a mi acosador de ojos bonitos mirándome.

-Tienes dos largas, delgadas y bonitas piernas que saben donde esta la barra.

-Que poco caballeroso.-digo acercándome a él y agarrando uno de sus botones desabrochados.

-Nunca te he dicho que lo fuese.-Sus manos palpan mi culo de manera muy grosera.

-Ya veo que de caballeroso no tienes un pelo.-río tocando su morena y algo rizada cabellera.

-¿Por qué lo dices?- dice sonriendo y dejando ver la correcta suposición que había hecho sobre su sonrisa. Tiene una amplia sonrisa perfectamente alineada y blanqueada. A la vez que sonríe a ambos costados de sus gruesos labios se forman dos hoyuelos.

-Acabas de tocarme el culo.

Me separo de él y vuelvo a mis bailes arrítmicos. Mi cabeza da poco a poco vueltas y puedo notar como voy perdiendo la estabilidad. Aprieto los ojos y me reconforto.

 Estoy bien. Mi mirada va al frente y observo como hay un intenso solo de guitarras. Rock puro y duro.

Miro hacía el lado contrario en el que se encuentra el poco caballeroso y visualizo como un rubio me chequea de arriba abajo con un vaso en la mano. Este esta junto a Jazz que sus ojos se pierden en mi cuerpo. Le sonrío a Jazz y este me guiña un ojo.

Jazz es como mi mejor amigo pero tenemos una relación un poco extraña porque intenta ligar conmigo a pesar de saber que soy la hermana pequeña de su mejor amigo y que conmigo no va a tener nada.

Cierro los ojos y me muevo lentamente de lado a lado mientras paso mi mano por mi larga melena morena de manera muy sensual.

-Efectivamente tenías razón- dice con su voz ronca junto a mi mirando a Jazz-No era el único que me había fijado en ti.-dice riendo y se coloca delante de mi.

-Creo que no pintas mucho aquí-dice mirando a Jazz- Igual dejas de babear, tío.

-Igual el que sobraba eras tú, ¿no crees?- río.

-¿De verdad me estas diciendo esto?. –ríe

-Ajá.

-Mm.

-Es que igual me interesa más él que tú.

-Si te interesase más él que yo no estarías ahora mismo hablándome.

-Se llama educación, no interés por una persona.

-Sabes que hacerte la dura conmigo no te va a salir bien ¿verdad?

-¿Sabes, qué pasa?-digo acercándome a él. Coloco mis manos sobre su pecho  y le doy leves palmaditas.-Que entre nosotros no hace falta que las cosas no salgan bien porque no va a pasar nada.

-Eso dices ahora.-dice juntando nuestros cuerpos.

-Y eso diré siempre.

-Ya te arrepentirás de tus palabras.

-Justamente de estas palabras no creo que me arrepienta nunca.

-Dame tiempo y haré que cambies de idea.