Secretos.

16. Contra él.

Los latidos de mi corazón corrían a una velocidad mayor a medida que sus dedos se enredaban bajo mi piel. Sus largos pero suaves y delicados dedos dibujaban pequeños círculos sobre mi estomago desnudo.

-Harry…-susurre en su oído y pude notar como su piel se erizaba al notar el tacto de mis fríos labios sobre su piel.

Sus manos se estacionaron en el botón metálico de mi pantalón. Jugaba con él, logrando soltarlo. Con cada pequeño movimiento torpe que realizaba para deshacerse de mi ropa, una risa se escapaba de nuestros labios.

Me encontraba casi desnuda mientras que él estaba completamente vestido. Su camisa medio abierta me tentaba, me tentaba a arrancársela y que me dejara tocar y dibujar cada contorno de sus tatuajes.

Mis dedos torpemente lograron soltar todos los botones de su camisa, mientras que dejaba el color rojo de mis labios sobre su pecho. Se deshizo él de su camisa y la tiró a una esquina de la habitación.

Me dispuse a quitarle el cinturón del pantalón pero su mano derecha me detuvo. Por otro lado el introdujo uno de sus dedos por mi ropa interior inferior logrando que de un tirón me quedara completamente sin bragas.

-Eres demasiado sexy.

Deposito suaves besos por mi liso estomago y comenzó a subir hasta que llegó a la zona de mi pecho. Me sonrió y tras unos segundos observando mis pechos, llevó sus manos a mi espalda y desabrochó el sujetador.

-Madre mía.-gruñó en mis labios mientras me besaba fieramente.

Su boca contra la mía y  su lengua saquea mi boca con avidez. Después de una gran lucha de besos, nuestros labios estaban hinchados y de un color rojo intenso. Con uno de mis dedos dibujé el contorno de sus labios.

-Deseas esto más de lo que piensas.-dijo dando besos desde mi mandíbula hasta mi ombligo. No sin antes dejar fuertes e intensos besos sobre mis pechos desnudos.

-Que creído-le dije pero inmediatamente enrede mis piernas alrededor de su cintura consiguiendo que su cuerpo estuviese pegado al mío.

Una de sus manos bajó hasta mi zona mas intima consiguiendo que mis ojos se cerrasen y mis rodillas se abriesen para facilitarle la entrada.

-Bien hecho.

Harry no dejaba de besarme mientras acariciaba la zona más vulnerable de mi cuerpo, sentía como mi zona interior pedía a gritos que siguiese. Rodeé con mis brazos su nuca consiguiendo así acercarlo aun más a mi, si eso era posible. Un leve gemido se escapó de mis labios y se depositó en los suyos cuando el introdujo dos dedos en mi.

Apreté más mis piernas contra su cuerpo al sentir que mis paredes interiores temblaban y parecía que se fueran a derrumbar. Sus dedos jugaban dentro de mí consiguiendo que infinitas veces gimiese en su oído. Hundió su cabeza en mi cuello sin dejar de mover sus dedos dentro de mi.

-Harry…-dije como pude entre respiraciones cortas al sentir como comenzó a mover sus dedos mucho más rápido, haciendo que de mis labios se escapara mi último esfuerzo.

-Me encanta como dices mi nombre.-dijo con una voz rasposa y a la vez deseosa. Con su mano libre, sujetó mis dos muñecas y las llevó por encima de mi cabeza.-Ahora lo dirás con razón.

Y añadió un dedo, sintiendo así tres dedos moverse rápidamente dentro de mi. Harry lograba que me deshiciese en sus brazos con sus dedos dentro de mí, todo mi ser comenzaba a convertirse en algo ardiente, algo parecido al fuego.

Gemí en su oído mordiendo su lóbulo. Retiró sus dedos rápidamente de mi cuando vio que había llegado a lo máximo que podía darle de mi. En el momento en que sus dedos salieron de mi un grito de placer inundó la habitación.